Bonos del Estado: qué son y su rentabilidad

En 2022, el Estado español captó más de 232.000 millones de euros de deuda pública. Una parte importante de esa cantidad sirvió para compensar la diferencia entre ingresos (511.000 millones) y gastos (611.000 millones).

No obstante, no todo el montante sirvió para cubrir ese agujero, sino que también para equilibrar la tesorería. Por ejemplo, si unos pagos se tenían que realizar antes de que llegasen los ingresos previstos para cubrir esos gastos. También para extender deuda, es decir, pagar a los propios inversores por la deuda antigua extendiendo su plazo con nuevas emisiones. Esos usos diferentes son la razón de por qué el Tesoro Público emite deuda a diferentes plazos y también de porque es una gran oportunidad para los inversores. Veamos a continuación qué son y la rentabilidad de los bonos del Estado.

¿Qué son los bonos del Estado?

Los bonos del Estado es el nombre que recibe la deuda pública emitida por el Tesoro y que tiene un plazo que oscila entre los dos y los cinco años, aunque en el caso español solo se emiten a tres y cinco años

En cuanto a sus características, destacan por ser títulos con un interés periódico que se paga en forma de cupón, es decir, los intereses se abonan de forma trimestral, semestral o anual, mientras que el capital no se devuelve hasta su vencimiento. Se pueden comprar bonos del Estado desde un mínimo de 1.000 euros y en adelante siempre en múltiplos de esa cifra. Por último, se ponen en circulación mediante tramos dentro de una subasta competitiva.

¿Son seguros los bonos del Estado?

Los bonos del Estado son considerados los activos más seguros. La razón es que el incumplimiento del pago significaría un default del país, lo que conllevaría una situación crítica y a enfrentamientos legales. No obstante, recuerda que cada país tiene unas finanzas diferentes y hay algunos países en desarrollo cuya deuda suele ser arriesgada (aunque pagan más intereses). No obstante, la deuda de los países desarrollados como España es muy segura. 

¿Cuántos bonos del Estado existen?

En términos generales, se puede utilizar la palabra bono para cualquier tipo de deuda emitida, en este caso, bonos del Estado se refieren a la deuda emitida por Gobiernos. No obstante, más técnicamente los bonos como tal se dividen por su plazo de devolución:

  • Letras del Tesoro: los valores emitidos a tres, seis, nueve y 12 meses. 
  • Bonos: deuda emitida con vencimiento de entre dos y cinco años.
  • Obligaciones del Estado: los títulos con vencimientos a 10, 30, 50 o incluso, 100 años.
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Invertir en bonos del Estado

El amplio abanico de vencimientos que tiene la deuda pública la convierte en un activo muy completo para invertir en ella. Al fin y al cabo, cualquier inversor puede encontrar algún título que se ajuste a sus preferencias. También en forma de rentabilidad, ya que normalmente a medida que el plazo es mayor los intereses que paga también lo son.

La relación entre el plazo y la rentabilidad se explica por dos razones: en primer lugar, porque a mayor plazo el riesgo es mayor. Así, la economía de un país difícilmente va a cambiar mucho en unos meses o incluso un par de años, no obstante, sí puede hacerlo en plazos más grandes.

En segundo lugar, algo menos conocido, es el coste de oportunidad, esto es, a lo que renuncia cada inversor al dar su al Estado durante un tiempo determinado, obviamente, ese es mayor a medida que el plazo lo es. 

Tipos de inversores en bonos del Estado

El hecho de que la rentabilidad y el riesgo están imbricados en la deuda pública es un hecho fundamental también para diferenciar los perfiles de inversor que pueden acercarse a ella.

En principio, al tratarse de un activo muy seguro, la deuda pública, incluidos los bonos del Estado, son activos para cualquier perfil inversor. No obstante, es importante tener en cuenta que como ya hemos visto a mayor plazo, más riesgo, aunque sea pequeño, por lo que las obligaciones son menos adecuadas para perfiles conservadores. También hay que tener en cuenta la necesidad que creemos que podemos tener del dinero invertido, ya que recuperar el dinero puede conllevar pérdidas en función de algunas situaciones. Por ello, son más recomendables las Letras y los bonos para perfiles más conservadores. 

Descifrando la rentabilidad de los bonos: inflación y tasa de interés

Los bonos del Estado tienen dos precios diferentes de los que nos podemos aprovechar. El primero es la rentabilidad que obtendremos si mantenemos el bono durante toda su vida. En este caso, el indicador que más influye son los llamados tipos de interés o también conocido como el precio que ponen los bancos centrales al dinero. Así, cuando los tipos son altos, las rentabilidades que ofrecen los bonos cuando se colocan también lo son.

El segundo y más complejo es el valor con el que cotizan en los mercados. Los bonos se pueden vender o comprar en el mercado secundario, de tal manera que es un activo líquido. No obstante, hay que tener cuidado, ya que como pasa con las acciones pueden perder o ganar valor. Las fuerzas que mueven el precio de la deuda son tanto los tipos de interés como la inflación, así, cuando la inflación es elevada y la rentabilidad que ofrece es menor, su precio se deteriora también si los tipos están más altos, ya que se emitirá deuda que paga más intereses. Eso también ocurre al revés.

Comprar bonos del Estado a través de inbestMe

De cara a invertir en bonos del Estado, una buena opción es valerte de alguna de las plataformas de inversión que hay en España. Entre ellas, inbestMe es una de las mejores opciones, ya que te facilitará el acceso a estos productos a través de sus carteras indexadas por medio de instrumentos financieros. 

Además, inbestMe no solo ayuda a los inversores poniendo a su disposición todo tipo de productos, sino que ofrece mucho más. En primer lugar, un estudio de tu perfil y tu situación para adecuar mejor la cartera diseñada a tus necesidades y objetivos, también seleccionando los mejores activos y sus combinaciones para que sean más seguros y rentables. Y todo ello, con unas comisiones reducidas que permiten que la rentabilidad obtenida todavía brille más. Por ello, no desaproveches esta oportunidad y empieza ya a invertir en bonos y aprovecha este momento.

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