Un factor importante a la hora de invertir con éxito en fondos indexados para la jubilación, es saber cuál es tu perfil de riesgo inherente a la edad.
La edad define tu carácter. Más conservador, tranquilo y tratando de evitar la volatilidad cuanto más edad tienes. Pero, por el contrario, estarás más dispuesto a ver subir y bajar la valoración de tus activos sin sufrir tanto, cuando eres más joven y de carácter más aventurero.
Estas características van en la naturaleza de cada uno pero, también en el momento vital en el que te encuentres.
¿Y por qué importa la edad a la hora de construir una cartera de inversión?
Es distinto cómo afronta las inversiones una persona de treinta años que cómo lo hace uno de cincuenta y cinco.
Mientras el primero puede permitirse variaciones, sabiendo que tiene muchos años por delante, el segundo ya tiene en la cabeza la jubilación y necesita la tranquilidad de saber que sus ahorros no sufren variaciones drásticas.
¿Y si quiero invertir en fondos indexados cara mi jubilación?
Los fondos indexados están en alza. Tienen su origen en USA a mediados de los años 70, donde en los últimos 10 años, el volumen gestionado en fondos indexados ha pasado de representar el 20% del total de activos gestionados, a superar recientemente, el 50%.
Son una opción muy interesante para aquellos que quieren asegurar el capital de cara a la jubilación por sus bajos costes implícitos, su diversificación, eficiencia y transparencia.
De ahí que muchos ahorradores, llegados a esos cuarenta y largos o cincuenta, los escojan de cara a ver crecer sus inversiones.
Pero siempre teniendo en cuenta dos factores:
1) Hay que definir correctamente qué porcentaje de la inversión se aplica a renta variable y cuánta a renta fija. También tener en cuenta el tiempo que prevemos que durará nuestra inversión. Así como nuestra estabilidad laboral, situación personal y financiera.
2) En cuanto a la edad, hay una fórmula que se utiliza habitualmente que es restar 110 nuestra edad. El resultado que nos da sería el porcentaje de renta variable. De esta manera, un treintañero podría tener un 80% de su cartera en acciones, mientras que una persona de 60 años tendría que asegurarse la mitad de la suya en renta fija. Sin embargo, puede no encajar para todos los perfiles de inversor.
Esta fórmula siempre es una referencia en la que influyen las características de cada uno y sus apetencias.
Adicionalmente a las características propias de los fondos indexados, se debe tener en cuenta que te permite confeccionar una cartera con una distribución de activos acorde a tu perfil, aplicar procesos de rebalanceos y optimización fiscal.
Si no tienes los conocimientos o el tiempo suficiente para realizar dichos procesos y controlar la gestión de la cartera, puedes tener una cartera de fondos indexados con un Robo Advisor.