Invertir en fondos indexados es una gran idea, porque tiene múltiples ventajas y beneficios, como ya hemos comentado en otras ocasiones en otros artículos. Sin embargo, hay que hacerlo de forma inteligente. Y la mejor estrategia es tener una cartera diversificada de fondos indexados.
Carteras diversificadas de fondos indexados y ETFs
El primer paso para invertir en fondos indexados con una buena estrategia es acudir a carteras diversificadas de fondos y ETFs. Y es que, a la hora de invertir para despreocuparse, lo fundamental es contar con una buena diversificación.
¡Cuidado! Esto es contando con que te quieras despreocupar. Si quieres pasarte 12 horas al día investigando compañías para obtener una rentabilidad aceptable, también puedes hacerlo. Pero son pocas las personas que desean y pueden dedicar tanto tiempo a la gestión de su patrimonio.
Para todos los demás, que quieren obtener una buena rentabilidad sin tener que estar pendientes de ello constantemente, la mejor opción es la diversificación.
Y la diversificación en una cartera de fondos y ETFs es máxima. Piensa que, en sí mismos, los fondos indexados y los ETFs están muy diversificados (puesto que replican índices que, en su interior, tienen decenas o cientos de compañías).
Pero es que, además de esa diversificación, tienes otra adicional, que es la de tener diferentes fondos y ETFs en tu cartera. Así, tienes una gran diversificación tanto por región geográfica, por tipo de activo, por sector…
Y esa es la mejor estrategia para el largo plazo: Buenos activos muy diversificados.
Gestión automatizada
El siguiente paso de la estrategia es utilizar un gestor automatizado. A diferencia de los gestores activos, estos gestores automatizados funcionan con unos algoritmos que compran y venden según unas reglas previamente definidas.
Esta gestión automatizada funciona de forma sencilla: La cartera está compuesta de una serie de ETFs y fondos indexados, y cada uno tiene un comportamiento diferente en el mercado. Algunos suben mientras que otros bajan. Esto es lógico, ¿no?
Pues lo que se hace con la gestión automatizada es vender aquellos ETFs y fondos que más han subido para comprar aquellos que más han caído, equilibrando la proporción de cada una de estas inversiones. De esta forma, tu inversión se mantendrá siempre dentro de tu perfil de riesgo sin tomar más ni menos riesgo.
Gracias a esta gestión automatizada, se pueden reducir sustancialmente las comisiones que se cobran a los inversores. Esto repercute directamente en la rentabilidad que obtiene el inversor, que, a largo plazo y por efecto del interés compuesto, ve crecer su capital de forma sustancial.
Pequeñas optimizaciones y variaciones
Lo anterior ya sería una estrategia de inversión muy inteligente, pero todavía se puede añadir un toque extra. Se puede acudir a lo mismo, pero con pequeñas optimizaciones o variaciones que busquen maximizar la rentabilidad.
Por ejemplo, podrías apostar por nuestra cartera ETFs Dynamic, donde la cartera se compone de dos partes: núcleo y satélite y con una gestión que combina estrategias de largo plazo con tácticas del corto, todo ello con un claro objetivo: reducir la volatilidad y aprovechar tendencias de mercado alcistas.
También podrías apostar por nuestra cartera ETFs Value, donde se aplica todo lo mencionado anteriormente, pero con un sesgo hacia la inversión value, lo que puede hacer que tu rentabilidad crezca en el largo plazo.
Como ves, la mejor estrategia para invertir con éxito en fondos indexados o ETFs a largo plazo es contar con una buena cartera diversificada de fondos indexados. De esta forma, estaremos protegidos y obtendremos la máxima rentabilidad con la mínima volatilidad.