Rentabilidades del 15% anual y siempre positivas: ¿Demasiado bueno para ser cierto? El caso de Madoff

Introducción.

En el mundo de las inversiones, rendimientos elevados y constantes son como el Santo Grial. Sin embargo, la historia ha demostrado que la búsqueda de estos rendimientos puede ser peligrosa. Un caso ejemplar es el de Bernie Madoff, cuyo esquema Ponzi prometía exactamente eso: un 15% de rendimiento anual, sin importar las condiciones del mercado.

La historia del caso Madoff resumida

1-¿Quién fue Bernie Madoff?

Bernie Madoff comenzó su carrera en Wall Street con mucho ímpetu y acabó convirtiéndose en el presidente de NASDAQ. Esta posición le proporcionaba una fachada perfecta para engañar al público, a los inversores y a las autoridades. Fundó su propia firma de inversión, Bernard L. Madoff Investment Securities LLC, y atrajo a una gran cantidad de inversores mediante la promesa de rendimientos espectaculares.

2-El atractivo de rendimientos constantes

Lo que hizo que el esquema de Madoff fuese especialmente seductor fue la promesa de rendimientos constantes. No solo prometía un 15% anual, sino que también lograba mantener esa rentabilidad con una regularidad asombrosa, algo que es prácticamente imposible dado la naturaleza volátil de los mercados financieros.

3-El mecanismo del fraude

En realidad, Madoff operaba un esquema Ponzi clásico. No había inversiones reales que generaran los rendimientos que prometía. En lugar de invertir el dinero, lo usaba para pagar a los inversores más antiguos, creando la ilusión de un fondo muy rentable y seguro.

4-La caída de Madoff, la de un gigante

La crisis financiera de 2008 marcó el principio del fin para Madoff. En diciembre de ese año, sabiendo que su firma estaba al borde de la insolvencia, logró convencer a Carl Shapiro para invertir $250 millones adicionales. Pocos días después, confesó su esquema a sus hijos, quienes informaron a las autoridades. En junio de 2009, Madoff fue condenado a 150 años de prisión. Una de las penas más severas jamás impuestas por un delito de guante blanco.

5-Colaboradores y culpabilidad extendida

Madoff siempre mantuvo que había actuado solo, pero la evidencia sugería lo contrario. Su auditor fue arrestado, y varios empleados y su hermano Peter también fueron condenados. La complicidad dentro de la firma era aparentemente más extendida de lo que Madoff quería admitir.

6-Señales de alarma y fallos del regulador

Varias señales de alarma fueron ignoradas durante años. Un artículo en Barron’s ya cuestionaba la rentabilidad de Madoff en 2001. Aunque la SEC había examinado la firma en múltiples ocasiones durante casi dos décadas, las investigaciones siempre fueron ineficaces. Fue una historia de oportunidades perdidas por parte del regulador en EEUU para detener una de las mayores estafas financieras de la historia.

¿Por qué es imposible mantener rentabilidades altas y constantes?

1. Volatilidad del Mercado

Ninguna estrategia de inversión es inmune a las fluctuaciones del mercado. En el mundo de los mercados financieros hay una regla muy difícil de vencer: a más rentabilidad, más riesgo o volatilidad. Es muy difícil por no decir imposible tener rentabilidades del 15% constantes, cada año, sin caídas. Esto debería haber sido una señal de alerta para los reguladores. De hecho lo fue Harry Markopolos. Markopolos es ampliamente conocido por ser uno de los primeros en denunciar las actividades ilícitas de Bernard Madoff. Mientras trabajaba para una firma rival en el año 2000, Markopolos alertó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) sobre la posibilidad de que Madoff estuviera dirigiendo un esquema Ponzi. A pesar de sus esfuerzos, sus advertencias no fueron tomadas en serio en un principio. Markopolos escribió un libro titulado “No One Would Listen” (Nadie quiso escuchar). En este libro relata sus intentos por exponer el fraude y cómo llegó a portar un arma por temor a un enfrentamiento con Madoff. Hoy en día, se dedica a ayudar a otros informantes a denunciar actividades que consideran ilegales.

2. Reducción de beneficios por competencia

Si una estrategia es exitosa, otros inversores la adoptarán, lo que reducirá las ganancias potenciales.

Es un concepto que se maneja a menudo en inglés como “Competition and Dilution” (que podemos traducir más literalmente como “competencia y dilución”). Hemos preferido usar el concepto de “reducción de beneficios por competencia” que nos parece más natural en español. El objetivo de la frase es describir cómo la aparición de más actores en un mercado o en una estrategia de inversión específica puede reducir las ganancias potenciales para todos los que participan en “el juego”.

El concepto de “Competencia y Dilución” en el ámbito de las inversiones se refiere al fenómeno en el cual una estrategia de inversión exitosa tiende a atraer más inversores. A medida que más personas o entidades adoptan la misma estrategia, los recursos disponibles para explotar oportunidades específicas se dividen entre un número cada vez mayor de participantes. Esto puede llevar a una disminución en las ganancias potenciales para cada inversor individual.

Por ejemplo, si un inversor descubre una oportunidad en el mercado de acciones para comprar bajo y vender alto, y esta estrategia se vuelve pública o es fácilmente discernible, más inversores se unirán para aprovecharla. Como resultado, el precio de las acciones en cuestión podría subir rápidamente debido a la mayor demanda, reduciendo el margen de beneficio que originalmente hizo a la estrategia atractiva.

En resumen, aunque una estrategia de inversión puede ser inicialmente exitosa, su eficacia puede disminuir con el tiempo a medida que más inversores la adoptan, lo cual es un ejemplo clásico de la dinámica de reducción de beneficios por competencia en los mercados financieros. Conocemos muy pocos casos, uno de ellos que vimos aquí fue el de Ed Thorp. Básicamente, Thorp, estuvo usando la fórmula de Black-Scholes durante 15 años antes de que tres economistas—Fischer Black, Myron Scholes y Robert Merton publicaran en  1973 un papel, «The Pricing of Options and Corporate Liabilities,» publicado en The Journal of Political Economy por el cual obtuvieron un premio nobel. Una vez publicado, Thorp perdió su ventaja competitiva. 

El caso de Bernard Madoff es un ejemplo extremo en el que la noción de reducción de beneficios por competencia, no se aplica de la manera tradicional, como en el caso de Thorp, principalmente porque Madoff estaba en realidad dirigiendo un esquema Ponzi, en lugar de emplear una estrategia de inversión legítima y realmente exitosa. Como ya hemos explicado, en un esquema Ponzi, los rendimientos pagados a los inversores anteriores provienen del capital aportado por nuevos inversores, en lugar de ganancias legítimas generadas por una estrategia de inversión sólida.

Madoff prometió retornos consistentes y atractivos que, en teoría, deberían haber sido insostenibles con el tiempo si se hubiera aplicado la lógica de reducción de beneficios por competencia. Si su estrategia hubiera sido legítima y tan exitosa como afirmaba, otros inversores la habrían adoptado eventualmente, lo que habría llevado a la dilución de las ganancias. Pero eso nunca sucedió. Los rendimientos consistentes y la falta de dilución de las ganancias fueron señales rojas para algunas personas, como Harry Markopolos, que intuyeron que algo no cuadraba. En este caso, la ausencia de efectos de reducción de beneficios por la competencia fue uno de los indicadores que llevó a los escépticos a cuestionar la legitimidad del fondo de inversión de Madoff. Al final, el esquema se derrumbó no debido a la dilución de la estrategia, sino porque fue insostenible mantener los pagos a los inversores anteriores con el flujo de capital de los nuevos inversores.

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Lecciones aprendidas del caso Madoff

1. Prudencia crítica: Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, desconfía, al menos inicialmente. En inglés se usa habitualmente el término de “Healthy skepticism” para referirse a esto.

La prudencia crítica, o dicho de otra manera aplicar el concepto de duda razonable, es una herramienta crucial en muchas áreas de la vida, incluido el mundo de las inversiones. La frase “Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, desconfía” resume este enfoque. Se trata de cuestionar las afirmaciones que parecen demasiado favorables o prometen resultados extraordinarios sin riesgos aparentes.

En el contexto de inversiones, la prudencia crítica puede ayudar a evitar caer en trampas como esquemas Ponzi o inversiones fraudulentas. En el caso de Bernard Madoff, por ejemplo, ofrecía rendimientos consistentemente altos independientemente de las condiciones del mercado. Para un inversor escéptico, esto podría haber sido una señal de alerta, ya que es prácticamente imposible generar rendimientos altos y constantes sin algún nivel de riesgo o variabilidad.

La prudencia crítica también es valiosa en la evaluación de oportunidades de negocio, ofertas laborales y, en general, cualquier situación en la que algo se presente como un “trato increíble” sin inconvenientes. Cuestionar, investigar y buscar evidencia antes de comprometerse con una decisión son pasos esenciales para mitigar riesgos.

Sin embargo, es importante señalar que la prudencia crítica no significa rechazar todas las oportunidades o ser excesivamente cínico. Se trata más bien de equilibrar el optimismo y la apertura a nuevas oportunidades con una evaluación crítica de los riesgos involucrados. Este equilibrio permite tomar decisiones más informadas y protegerse contra posibles fraudes o decepciones.

2. Investigación exhaustiva: un proceso de investigación exhaustiva o “debida diligencia” es vital antes de tomar decisiones de inversión: “debida diligencia” es una traducción muy directa del término inglés “due diligence”. En el ámbito de los negocios y las finanzas el proceso de “due diligence” es muy conocido, habitual e imprescindible para asegurar que se tienen en cuenta todos los aspectos de la operación.

Es cierto que como inversores particulares nos pueden faltar elementos de juicio para hacer una investigación exhaustiva. Pero hay algunos pasos específicos que un inversor minorista (retail) con pocos conocimientos podría seguir para evaluar un servicio de inversión y hacer una mínima investigación:

2-1. Investigar la compañía: verifica si la compañía está registrada y cumple con las regulaciones del lugar donde opera. Puede consultar bases de datos oficiales y buscar cualquier queja o sanción. En el caso de España, la CNMV es la fuente de información obligada.

2-2. Comparar ofertas: compara el servicio con otros similares en el mercado. Examina las tarifas, los rendimientos prometidos y los tipos de inversiones ofrecidas.

2-3. Leer reseñas y testimonios: consulta reseñas en línea y lea testimonios de otros inversores. Pero ten cuidado, ya que algunas reseñas podrían ser falsas.

2-4. Entender la estructura de tarifas: Asegúrate de entender todas las tarifas asociadas al servicio. ¿Son porcentuales o fijas? ¿Hay costos ocultos? Tarifas altas y rentabilidades altas son normalmente incompatibles.

2-5. Verificar transparencia: Un buen servicio debería ofrecer informes regulares y transparentes sobre el rendimiento y los costos.

2-6. Consultar las letras pequeñas: Lee todo el contrato o el acuerdo de servicio, prestando especial atención a las cláusulas sobre riesgos y responsabilidades.

2-7. Hacer preguntas: No dudes en contactar al servicio de atención al cliente para hacer preguntas sobre cualquier aspecto que no entienda. Las respuestas que recibas también te darán una idea de la calidad del servicio al cliente.

La “debida diligencia” es una forma de protegerse de riesgos innecesarios y de tomar decisiones de inversión más informadas. No garantiza éxito, pero sí reduce las probabilidades de caer en fraudes o en malas inversiones. En el caso de Madoff si los inversores se hubieran interesado por entender el tipo de inversiones ofrecidas que “garantizaban” una rentabilidad constante del 15% se hubieran dado cuenta de que era imposible. También es cierto que engañó a todo tipo de inversores, incluidos grandes expertos.

3. Transparencia y Regulación: La falta de transparencia y supervisión regulatoria efectiva puede tener consecuencias desastrosas.

El caso de Bernard Madoff es a menudo citado como un ejemplo significativo de fallo regulatorio, especialmente en lo que respecta a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). Varios factores contribuyeron a este desastre:

3-1. No prestar atención a las señales de alerta: Aunque individuos como Harry Markopolos alertaron a la SEC sobre posibles irregularidades en las operaciones de Madoff, estas advertencias no se tomaron lo suficientemente en serio.

3-2. Falta de recursos y experiencia: En ese momento, la SEC se enfrentaba limitaciones tanto en recursos como en personal capacitado para investigar operaciones financieras complejas.

3-3. Falta de escrutinio: La reputación de Madoff en la comunidad financiera era fuerte, y había construido una red de relaciones que parecía validar su legitimidad. Esto pudo haber contribuido a una falta de escrutinio riguroso por parte de los reguladores.

3-4. Complejidad de la estafa: El esquema Ponzi de Madoff estuvo muy bien ejecutado y disfrazado a través de una estructura empresarial que hacía difícil para los reguladores, e incluso para otros expertos financieros, detectar las irregularidades.

3-5. Fallos sistémicos: El caso también reveló deficiencias más amplias en el sistema de regulación financiera, incluida la falta de coordinación entre diferentes agencias y la ausencia de mecanismos efectivos para recopilar y analizar datos.

Esto no solo ocurrió en EEUU. En el caso de España hemos vivido ejemplos como el de Bankia o Gescartera donde probablemente los reguladores no estuvieron a la altura de su cometido.

En resumen, el fallo de los reguladores en el caso Madoff fue el resultado de una combinación de factores, incluida la falta de atención a las señales de alerta, limitaciones en recursos y experiencia, y deficiencias sistémicas en el marco regulatorio. Este caso ha sido un catalizador para reformas significativas en la regulación financiera en un intento por evitar que se repitan fraudes similares en el futuro.

Conclusión: los casos excepcionales en la inversión son difíciles o duran poco

El caso de Bernie Madoff no es solo una historia de codicia y fraude; también es un cuento aleccionador sobre los peligros de caer en la trampa, de buscar rendimientos constantes y poco realistas. Aunque la promesa de ganancias elevadas puede ser tentadora, siempre es esencial hacer un mínimo análisis y mantener un nivel saludable de escepticismo. La historia de Madoff nos muestra que, en el mundo de las inversiones, no hay atajos para el éxito sostenible: altas rentabilidades, constantes, sin subidas y bajadas son imposibles. Cómo vimos aquí los casos de rentabilidades excepcionales son muy escasos, difíciles de encontrar, de difícil acceso, y si existen, normalmente duran poco

En inbestMe somos conscientes de esto y por eso nuestras carteras están basadas principalmente en la indexación evitando la gestión activa que normalmente es cara y no bate sistemáticamente al mercado. Tampoco prometemos rentabilidades imposibles, ni constantes: la rentabilidad esperada máxima es la del perfil 10 en torno al 7,5% a largo plazo, que es aproximadamente la rentabilidad histórica anualizada media de la renta variable mundial, y eso sí exige aceptar caídas elevadas como la del Covid19 o el reciente mercado bajista. Nos sigue sorprendiendo aún, cuando a veces tenemos potenciales clientes que nos contactan con la esperanza de obtener rentabilidades superiores al 10% y regulares o constantes.

El caso de Madoff ha sido objeto de diversas adaptaciones cinematográficas, documentales y series de televisión. Estas obras suelen explorar tanto el mecanismo del esquema Ponzi como los fallos sistémicos que permitieron que el fraude continuara durante tanto tiempo. Una de estas adaptaciones la hizo Netflix que me pareció bastante completa e ilustrativa y en general me pareció interesante (eso sí reservada para los espectadores especialmente interesados en el mundo de la inversión).

El destino de los que participaron en la historia ha sido en general bastante dramático. Bernie Madoff, falleció en prisión en 2021 tras ser condenado por orquestar uno de los mayores esquemas Ponzi de la historia. Su familia y colaboradores cercanos sufrieron destinos trágicos: su hermano Peter cumplió tiempo en prisión; sus hijos Andrew y Mark enfrentaron ostracismo profesional y muertes prematuras; su mano derecha, Frank DiPascali, murió mientras esperaba sentencia.  Harry Markopolos, sin embargo, el denunciante que alertó sobre el esquema Ponzi de Madoff, continúa ayudando a otros a denunciar actividades ilegales.

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