Piensa en tus finanzas como parte de tus propósitos de Año Nuevo, igual que cuidas tu salud o aprendes algo nuevo. Invertir en el 2024 implica definir metas, mantener constancia, diversificar y reducir costos. Descubre las claves para el éxito financiero.
Aquí van cuatro consejos sencillos para que tus inversiones en 2024 (y siempre) sean más efectivas.
- Define tus objetivos financieros: Todos tenemos sueños distintos. Puede que quieras ahorrar para una emergencia, comprar una casa, o asegurar tu jubilación. Saber lo que quieres te ayuda a enfocarte y tomar mejores decisiones sobre cómo y cuánto ahorrar.
- Sé constante y piensa a futuro: No dejes que los altibajos del mercado te desvíen de tus objetivos a largo plazo. Si intentas adivinar el mejor momento para invertir, es probable que termines equivocándote. Es mejor seguir un plan establecido y adaptarlo solo si tus metas cambian.
- Diversifica tus inversiones: No pongas todos los huevos en la misma canasta. Invierte en diferentes tipos de activos y en varios lugares. Así, si uno falla, los otros pueden compensarlo.
- Reduce costos innecesarios: Presta atención a las comisiones de los fondos de inversión y otros gastos. Opta por opciones de bajo costo y utiliza métodos que te ofrezcan beneficios fiscales.
Veámoslo más en detalle a continuación.
Índice de contenido
Toggle1. Define tus principales objetivos financieros
No existe una estrategia universal para alcanzar nuestros objetivos financieros. Igual que cada uno de nosotros tenemos diferentes objetivos vitales, aunque puede que muchos no lo sepan, cada inversor tiene en realidad objetivos financieros distintos, influenciados por sus circunstancias personales, gustos y ambiciones.
Si somos capaces de definir y ordenar nuestros objetivos financieros, los inversores pueden concentrarse en lo que es realmente importante para ellos, siguiendo el orden que más les conviene. A unos les preocupa más constituir un generoso plan de emergencia, a otros comprarse una vivienda tan pronto como pueda y a otros planificar su jubilación, mientras que los más ambiciosos estarán pensando en conseguir la libertad financiera. Identificar esos objetivos les permitirá determinar en qué aspectos están dispuestos a hacer concesiones y en cuáles no.
Cuando los inversores establecen y priorizan sus objetivos, pueden determinar cuánto y por cuánto tiempo necesitan ahorrar. El valor que alcanza una cartera a lo largo del tiempo es resultado de dos factores: el ahorro (la cantidad que el inversor aporta a su cartera) y los rendimientos de la inversión.
Es un hecho que la mayoría se focalizan más en cuál va a ser la rentabilidad de la inversión. Pero en realidad es casi tan importante el uno como el otro. Ambos elementos son fundamentales para lograr un objetivo. Y es que el tiempo (o horizonte) juega un papel esencial.
Para horizontes temporales cortos, el ahorro, totalmente bajo el control del inversor, es el principal impulsor para alcanzar una meta de inversión. Pero conforme se amplía el horizonte temporal, los rendimientos de la inversión ganan relevancia.
Segregar perfectamente estos objetivos y sus horizontes nos dará la posibilidad de maximizar nuestro plan global de inversión. Y esto es así porque es más probable y, por tanto, más fácil obtener una buena rentabilidad para horizontes largos que para objetivos de corto, pero, en cambio, no es conveniente tomar riesgos en objetivos de corto plazo.
Idealmente, los diferentes objetivos y, por tanto, horizontes deben ser compartimentos estancos. Si conseguimos identificarlos correctamente y mantenerlos separados en nuestra mente y en cuentas aparte, conseguiremos maximizar nuestros rendimientos y además no asustarnos cuando los mercados se vuelven muy volátiles.
2. Se constante y piensa en el futuro
Mantener la disciplina en las inversiones es la capacidad de seguir un plan de inversión a lo largo del tiempo. Es natural querer reaccionar ante la volatilidad del mercado, pero actuar impulsados por esa emoción puede llevar a decisiones precipitadas, como la de liquidar nuestras inversiones llevadas por el pánico durante un mercado inestable. Ante esto es importante mantener la perspectiva de nuestros planes y objetivos a largo plazo. Esto puede ayudar al inversor a mantener la disciplina y evitar movimientos emocionales que podrían ser perjudiciales.
Para ilustrar esto puedes revisar lo que escribimos hace un tiempo sobre lo que ocurre cuando intentas acertar el timing incluso en tiempos de crisis:
“Si hacer un timing más o menos acertado ya es difícil, acertar el mínimo del mercado es imposible: no te engañes, nadie lo consigue de forma perfecta, y menos de forma recurrente… Dejar de invertir por intentar acertar el mejor momento o parar nuestro plan no tiene ningún sentido. Tal como hemos visto, incluso en los peores momentos el inversor paciente que invierte de golpe obtiene resultados, más favorables que dejar el dinero sin invertir o retirándolo en medio de una crisis.
El timing perfecto no existe en la práctica, solo es posible acertarlo a “toro pasado”, es imposible hacerlo en el momento en que ocurre y menos anticiparlo. El timing perfecto no debería ser el objetivo de ningún inversor. Y si aceptamos que hacer timing es imposible y que en general es mejor invertir de golpe en vez de preguntarte cuándo subirá la bolsa, mejor pregúntate cuál es tu perfil de riesgo para empezar a invertir.
o Por lo tanto, tal como se observa en el gráfico, mantener el rumbo puede aumentar las posibilidades de éxito de un inversor.
Pero también pueden hacerlo otras acciones, cómo hacer aportaciones regulares a una cartera e incrementarlas con el tiempo.
3. Diversifica tus inversiones
La renta variable, como su nombre indica, varía y a veces mucho, y, por lo tanto, tiene sus riesgos, pero evitarla también conlleva riesgos. En el corto plazo, la renta variable es más volátil, pero históricamente ha superado en rendimiento a quedarnos en liquidez, o a los depósitos a largo plazo. Al diversificar las inversiones entre renta variable y bonos, así como entre diferentes sectores y países, un inversor puede disminuir la volatilidad total de su cartera y protegerse contra pérdidas excesivamente grandes.
Como vimos al inicio, te recomendamos que identifiques tus objetivos financieros. Esto es así porque la distribución de activos adecuada debe considerar la tolerancia al riesgo del inversor: es decir, cuánta volatilidad está dispuesto a aceptar en su cartera, y la capacidad de riesgo: su habilidad para soportar una pérdida en su cartera (lo que refleja su horizonte de tiempo y necesidades de flujo de efectivo). Tener en cuenta el horizonte de tiempo del inversor y su tolerancia al riesgo es lo que determina la correcta creación de una cartera personalizada que se adecue a sus circunstancias particulares.
4. Reduce los costos innecesarios en la inverisión
En el mundo de las inversiones, es muy difícil predecir los movimientos del mercado.
Hay muchos que lo intentan, pero la realidad es que son pocos los que consiguen adivinar lo que hará el mercado de forma consistente.
Pero sí es posible controlar los costes. Existen dos tipos principales de costes que los inversores pueden reducir:
(1) los impuestos y
(2) los costes relacionados con la actividad inversora, o sea:
- el coste de los fondos de inversión,
- los costos de transacción y
- la custodia.
La suma de estos costes reducen la rentabilidad de nuestras inversiones, a veces de manera significativa. Para disminuir estos gastos y aumentar la rentabilidad, un inversor puede:
- Optar por fondos indexados o ETFs de bajo costo. Las estadísticas son definitivas: históricamente, los fondos indexados (que por definición son de bajo coste) superan en rendimiento a los de mayor coste después de deducir los gastos.
- Emplear estrategias de inversión que aprovechen ventajas fiscales y sean eficientes fiscalmente, siempre que sea posible.
Esto incluye utilizar las desgravaciones fiscales que permiten los planes de pensiones (en España o cuentas especiales en otras jurisdicciones), utilizar fondos traspasables que difieren la fiscalidad en España, (o utilizar técnicas de optimización fiscal como el TLH en otros países).
Adicionalmente, elabora un plan estratégico de largo plazo y distribuyes tus activos de acuerdo a él y reduce tu actividad de compra/venta que en la mayoría de casos no aporta nada.
Con estos consejos, estarás en un mejor camino para hacer crecer tu dinero este 2024 y siempre. Y si prefieres algo más automático, un Robo Advisor como inbestMe (gestor de inversiones automatizado) puede hacer el trabajo por ti.