“Y la tortuga se situó sobre la raya blanca de salida, mientras la liebre saludaba al público”, así empieza la fábula que cuenta la célebre carrera entre ambos animales. El resultado es de sobra conocido, con la victoria del lento reptil frente al explosivo mamífero, también la conclusión que puede extraerse del cuento: ‘para ser exitoso no tienes que hacer cosas extraordinarias, sino hacer cosas ordinarias extraordinariamente bien’. Esa historia que nos cuentan desde pequeños puede aplicarse al mundo de la inversión: en especial, a una nueva competición por obtener rentabilidad entre los seguros fondos indexados y las explosivas criptomonedas.
Fondos indexados: rentabilidad ordinaria con resultados extraordinarios
Los fondos indexados, o también conocidos como fondos índice, son instrumentos de inversión colectiva (que agrupan a un gran número de inversores), que intentan replicar un índice determinado (ya sea uno oficial como el Ibex 35 o el S&P 500 o una selección de empresas o activos) en lugar de batirlo.
En esa última parte radica una de sus grandes bazas. Así, los fondos indexados no buscan hacer algo extraordinario como ganar al mercado, ni siquiera lo intentan, sin embargo, a la larga terminan generando mucha más rentabilidad que otros muchos activos, gracias a sus otras cualidades.
Las ventajas de un fondo indexados
Entre las características que hacen de los fondos indexados un producto de inversión ordinario que consigue rendimientos extraordinarios destacan:
- Comisiones reducidas: al tener un funcionamiento muy sencillo, simplemente replicar un índice, logran poder hacer a un coste muy bajo, lo que a la larga termina generando más rentabilidad para sus inversores.
- Diversificación: el increíblemente alto número de fondos indexados que puedes encontrar, incluso sin salir de una plataforma o gestora, les convierten en productos perfectos para poner tu dinero en muchos sitios y sectores distintos de tal manera que siempre esté protegido.
- Crecimiento y potencial: la inversión pasiva se ha convertido en la principal alternativa de inversión en los mercados, lo que lleva a que cada vez un mayor número de empresas entren en el sector con nuevos fondos o nuevas ideas y proyectos. Eso alimenta un círculo virtuoso con los anteriores puntos.
- Fáciles de comprender y seguir: puede seguir la evolución de los fondos indexados de forma muy sencilla, ya que solo debes revisar el comportamiento general del índice al que el fondo intenta replicar.
La liebre errática: las criptomonedas
Como la liebre en campo abierto, pocos activos hay con mayor capacidad de acelerar en rentabilidad que las criptomonedas. Con un historial espectacular, el bitcoin, su gran baluarte, ha sido una historia de éxito y riqueza para algunos inversores en tiempo récord. Pero como le pasaba a la liebre, esa velocidad está acompasada de algunos males que pueden hacer que esta liebre pierda la carrera contra la aburrida (pero segura) tortuga.
- Altas comisiones: uno de los grandes problemas de las criptomonedas es que las plataformas con las que se operan son extraordinariamente caras. Esa característica mermará notablemente tu rentabilidad a medida que aumentes tus operaciones.
- Nula diversificación: el mercado de criptomonedas funciona al unísono, lo que esta genial cuando sube, pero es una tragedia cuando baja. Además, porque suele hacerlo de forma agresiva.
- Incomprensión: las criptomonedas no son productos sencillos (de hecho, en su creación no estaban vistos como activos de inversión), lo que les aleja del gran público. También esa dificultad para seguirlas es un problema cuando hay caídas dramáticas, ya que expande el miedo llevándote a tomar decisiones poco coherentes.
Invertir en fondos indexados: claridad y sobre todo seguridad
Una última característica —que por su importancia debe ser explicada con detenimiento aparte— es la facilidad y la seguridad (en especial) de invertir en fondos indexados frente al mundo de las criptomonedas. Un factor clave, al fin y al cabo, no sólo estás poniendo todos tus ahorros presentes para hacer crecer tu patrimonio, sino que probablemente estás poniendo en juego todos los recursos con los que llegado el día quieras jubilarte o independizarte financieramente.
Y ese ambicioso objetivo lo puedes poner en juego, en cierto sentido, a la hora de hacer crecer tu dinero como un riesgo que asumes al entrar en el mercado. Pero nunca deberías arriesgarte a perderlo porque el lugar donde inviertes es poco seguro. Obviamente, si inviertes en criptomonedas pensarás que tu dinero está suficientemente protegido porque la plataforma que utilizas es segura, pero la realidad es que por el momento no. FTX era seguro, y uno de los más grandes del mundo, hasta que se hundió, Binance lo dice ser, pero ya hay una larga lista de países que no solo alertan de él, sino que lo están cerrando.
Esa es la realidad con la que conviven las criptomonedas. Por el contrario, los fondos indexados se pueden encontrar en plataformas que no solo son seguras (puesto que no trabajan con derivados o apalancamiento), sino que están aseguradas por los fondos de garantía de cada país. Un ejemplo de ello es inbestMe, que cuenta con el respaldo del Fondo de Garantía de Activos de Inversión (FOGAIN) con el que puedes recuperar siempre tu dinero.
inbestMe una solución segura para tus ahorros
Pero herramientas como inbestMe no solo destacan por su seguridad, sino también por sus bajos costes y su amplia cartera de inversión (que puedes ver aquí). Además, algunos de esos fondos indexados que puedes encontrar cumplen a la perfección esa historia de la liebre y la tortuga. Así, tome, por ejemplo, el Amundi Index MSCI WORLD SRI que tiene una rentabilidad acumulada del 13,19% a tres años, más casi otro 13% en lo que va de 2023, eso implica una revalorización total superior al 70% en ese tiempo.
La indexación es una gran alternativa de inversión. Además, se trata de un fondo con una certificación XAAA (de máxima sostenibilidad). Y es ese el último punto a favor de los fondos indexados y de plataformas como inbestMe: que son responsables con el medio ambiente. Nunca lo ordinario había sido tan extraordinario.
