El crash bursátil de la COVID-19
En el último año hemos vivido situaciones bursátiles excepcionales. ¿Podemos hablar de crash bursátil?
En el gráfico superior podemos observar como el S&P500 cayó un 34% en pocos días. En poco más de un mes, en concreto fueron 33 días fatídicos el mercado pasó por una de las caídas más rápidas de la historia donde se vivió una volatilidad extrema según vemos en los gráficos siguientes:
Las palabras crash, correcciones, y mercados bajistas son fácilmente confundibles y se usan a menudo de forma indiscriminada. Sea cual sea la denominación escogida algunos pueden tener la tendencia a olvidarse de esas caídas cuando vemos que desde entonces el S&P500 está un 24% por encima del máximo de febrero 2020 o un 87% por encima del mínimo de marzo 2020.
Normalmente se asocia la palabra corrección a una caída entre el 0% y el 10% (normalmente entre el 5% y el 10%), mientras que se habla de mercado bajista cuando las caídas superan el 20%.
Por lo tanto, siguiendo esta definición las caídas asociadas a la COVID-19 se pueden clasificar como un mercado bajista.
Mercados bajistas
Normalmente los mercados bajistas aparte de superar caídas del 20% han tenido duraciones más largas, tanto en el periodo de caída como el de recuperación.
Es por ello que hemos usado la palabra crash en el párrafo anterior para definir las caídas de la COVID-19. Crash porque las caídas relacionadas con la COVID-19 fueron mucho mayores a una corrección (crash nos suena más fuerte que corrección), pero cuesta denominarlo mercado bajista por el corto tiempo que duró y lo poco que tardó en recuperarse.
En el gráfico de más abajo podemos observar como, en agosto del 2020, se superaban de nuevo los máximos Pre COVID-19. Esto es, en 148 días, o sea en menos de 5 meses se superaban los máximos de febrero del 2020 después de caer un 34%.
El S&P500 se había recuperado en pocos meses. En concreto el 18 de agosto del 2020, en medio de un verano excepcional incluido el uso de mascarillas, el S&P500 había subido nada menos que un 51% desde los mínimos de marzo 2020.
Si técnicamente debemos calificar el crash de la COVID-19 como un mercado bajista es, en todo caso, el mercado bajista más corto de la historia según vemos en el gráfico siguiente:
Sin duda la explicación a este hecho es que ha sido una crisis singular originada por un virus que ahora parece que tiene un remedio con varias vacunas que están mostrando una muy buena efectividad. Por lo tanto, los mercados esperan una pronta recuperación de la actividad económica y lo han estado anticipando desde hace meses.
Pero no perdamos de vista que según el gráfico anterior, excluyendo el crash de la COVID-19 los mercados bajistas han durado un promedio de 22,5 meses, eso son casi dos años.
¿Crisis más cortas, mercados bajistas más cortos?
En otras ocasiones nos hemos referido a las estadísticas de NBER. El National Bureau of Economic Research es el encargado en EE. UU. de declarar cuando la economía entra en recesión.
En junio 2020 el NBER declaró oficialmente la entrada de la economía estadounidense en recesión y aún no ha hecho lo contrario. Probablemente en pocos meses lo podrá hacer. Es un hecho que los gobiernos y los bancos centrales han puesto en marcha medidas y ayudas sin precedentes para ayudar a una rápida recuperación. Y los mercados bursátiles las han anticipado.
En el gráfico siguiente vemos como, sin duda, la duración de las crisis tienen una tendencia a reducir su duración:
Vemos como después de la segunda guerra mundial la duración de las crisis se han reducido desde los 18 meses hasta los 11 meses, algo menos de un año. A principios de siglo con el impacto de la crisis del 29 la duración media de las crisis era de casi 22 meses.
Parece que el intervencionismo creciente de los gobiernos y de los bancos centrales está ayudando a controlar más rápidamente las crisis y, por lo tanto, los mercados bajistas duran menos tiempo.
Es cierto que, muchos de nosotros tenemos aún presente la crisis financiera del 2008: ese mercado bursátil bajista duró 17 meses y la crisis asociada, según NBER, unos 18 meses.
Es por ello que aunque parece que gobiernos y bancos centrales están dispuestos a intervenir más rápidamente y con todo tipo de medidas es conveniente invertir con el perfil adecuado para estar preparados para soportar, tanto un crash bursátil como un mercado bajista.
No importa mucho el nombre que le queramos dar sino que entendamos que las caídas (o crash bursátil) en los mercados ocurren de forma periódica y forman parte de la normalidad.
Y para ello, debemos entender que para invertir, nuestro horizonte de inversión tiene que estar al menos por encima del año, pero mucho mejor 2 o 3 años como mínimo y deberemos disponer un fondo de emergencia bien constituido.
Aunque será en periodos más largos, 5 años, 10 años o más, cuando aprovecharemos al máximo la tendencia natural alcista a largo plazo de los grandes índices mundiales y la potencia del interés compuesto.