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ToggleEl mejor mes desde 1987
El mes de abril 2020 ha sido un muy buen mes para los mercados financieros de todo el mundo. El índice S&P 500, el índice más seguido a nivel mundial, tuvo su mejor mes desde 1987 con una ganancia del 12,6%. El índice Nasdaq cerró abril en máximos del año y es, hasta hoy, el mejor índice en el año 2020, seguido por el chino.
El mercado estadounidense asumió el liderazgo de esta recuperación, mientras que los mercados europeos se quedaron atrás, ya que los gobiernos europeos han sido más lentos que los EE. UU. para encontrar un acuerdo para un plan de estímulo coordinado. Las reuniones continuarán esta semana para seguir discutiendo el despliegue de un plan de recuperación adecuado.
El rebote del mercado fue una reacción al exceso de negatividad acumulada durante el mes de marzo, al hecho de que se ve posible evitar el peor escenario para la economía global debido a la pandemia y por la anticipación de los efectos positivos de una inminente reapertura de las economías.
Rotación cíclica de sectores
La dinámica interna del mercado de valores mostró la llamada «rotación cíclica», lo que significa que los sectores que más ganaron fueron aquellos que se beneficiarán de una economía más fuerte.
La energía fue el mejor sector del mes (aunque sigue siendo el peor desde principios del año) a pesar del breve (pero impactante) episodio del precio en los futuros del petróleo, que fue claramente en negativo el 20/4/2020.
Desde principios de año, los sectores de tecnología y atención médica, dada la naturaleza peculiar de esta crisis, son los que continúan teniendo un buen desempeño.
Reapertura de la economía y cambios de comportamiento
Ahora la atención se centrará en el proceso de reapertura de la economía. Esto es algo sin precedentes en la historia. ¿Es posible detener y reiniciar la economía casi por completo sin problemas? ¿Acaso la pandemia reestructurará el patrón de demanda del consumidor? ¿Cómo se verá afectada la psicología de los individuos por esta experiencia?
Estos son los problemas que impulsarán el mercado en los próximos meses. Los bancos centrales y los gobiernos de todo el mundo han establecido una red de seguridad sin precedentes para respaldar los mercados y las economías.
Los bancos centrales han proporcionado cantidades sustanciales de liquidez y han implementado enormes programas de compra para garantizar el funcionamiento del mercado y mantener los precios del mercado. Los gobiernos, por otro lado, han comenzado programas cuyo objetivo principal es mantener operativas a las empresas durante esta parada de la actividad.
A la espera de los datos del mercado laboral
Esta semana tendremos un informe crucial sobre el estado del mercado laboral en los Estados Unidos. Probablemente mostrará que durante el cierre se han perdido una cantidad de empleos igual a la cantidad de empleos creados durante la década anterior, llevando la tasa de desempleo a un nivel que se estima en torno al 16% desde el 4,4% del mes pasado. Nunca antes la economía había perdido tantos empleos en tan poco tiempo.
Los inversores parecen haber aceptado la idea de que la desaceleración de la economía será extremadamente costosa, pero que será de corta duración, ya que la pandemia se desacelerará y las medidas adoptadas por los bancos centrales y los gobiernos sostendrá la recuperación.
La duración de la desaceleración determinará el comportamiento de los mercados financieros en el medio plazo. Los inversores pronto comenzarán a buscar la confirmación de una rápida recuperación económica.
Incertidumbre y foco en el largo plazo
Ahora mismo y por el momento, la palabra clave es incertidumbre. Incluso las empresas de gran capitalización estadounidenses que reportaron sus resultados del primer trimestre la semana pasada (que fueron en general mejores que las expectativas del mercado) mostraron muy poca confianza en pronosticar el futuro, ya que la situación actual no tiene precedentes.
Como siempre, lo mejor que puede hacer un inversor cuando la incertidumbre es alta, es tener un enfoque a largo plazo, evitar el ruido a corto plazo y apegarse a un proceso de inversión impulsado por reglas claras que eliminen en la medida de lo posible la posibilidad de ser víctimas de decisiones llevadas por las emociones.