Los planes de pensiones son un instrumento de inversión especial y diferente al resto. Para empezar, porque es finalista. Ya que solo se puede rescatar si acaecen algunas de las contingencias (jubilación, incapacidad laboral, gran dependencia, dependencia severa, fallecimiento) o algunos de los supuestos excepcionales de liquidez contemplados (enfermedad grave, desempleo de larga duración, liquidez por antigüedad de las aportaciones a partir del 1 de enero del 2025). Pero es que, además, son productos que tienen un tratamiento fiscal diferente y favorable para el contribuyente. A continuación, te explicamos los principales beneficios fiscales de planes de pensiones a la hora de invertir.
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ToggleLos principales beneficios fiscales planes de pensiones a la hora de invertir
Las aportaciones son deducibles en el IRPF
La principal ventaja fiscal de los planes de pensiones es que las aportaciones realizadas en favor de estos instrumentos son deducibles en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que se regularizarán al realizar la declaración de la renta.
En concreto, los primeros 1.500 € que se aporten en un plan de pensiones individual reducen la base imponible general, con el límite del 30% de los rendimientos netos del trabajo o actividades económicas.
Este límite se ha reducido en los últimos años, desde los 8.000 € vigentes hace tan solo dos años, a los 2.000 € de 2021 y los 1.500 € actuales.
También será posible efectuar aportaciones a planes de pensiones de los que sea titular el cónyuge de la persona que hace la aportación.
En este supuesto, el límite de aportación será de 1.000 €, siempre que este no obtenga rendimientos netos del trabajo ni de actividades económicas. En caso de obtenerlos, sean de cuantía inferior a 8000 € anuales.
Los planes de pensiones de empleo
No obstante, existe una excepción a la regla general: los planes de empleo.
Para 2022, el límite de aportación y deducción de 1.500 euros podrá incrementarse hasta los 10.000 €. Siempre que tal incremento provenga de contribuciones empresariales o de aportaciones del trabajador al mismo instrumento de previsión social empresarial por importe igual o inferior a la respectiva contribución del empleador.
A estos efectos, las cantidades aportadas por la empresa que deriven de una decisión del trabajador tendrán la consideración de aportaciones del trabajador. En consecuencia, tendrán un límite de deducción mucho mayor que en el caso de los planes de pensiones individuales.
Los traspasos entre planes de pensiones están exentos de tributación
Otra de las ventajas fiscales de los planes de pensiones es que los traspasos de sus derechos consolidados están exentos de tributación. Es decir, si bien no se podrá obtener el capital si no se cumplen los requisitos para su rescate, sí se podrá traspasar de un plan de pensiones a otro sin pagar impuestos. Incluso habiendo obtenido plusvalías.
Renta o capital: podrás elegir la forma de rescate
Cuando se dan las circunstancias para su rescate, los planes de pensiones se pueden rescatar en algunas de las siguientes formas, a elección del partícipe:
- En forma de capital, es decir, todos los derechos consolidados de golpe.
- En forma de renta, en forma de rentas periódicas hasta que se agote el dinero del plan.
- Rescate mixto, es decir, parte del capital se rescata en forma de capital y el resto en forma de renta.
Dependiendo de la modalidad del rescate, la fiscalidad será diferente.
Por norma general, el rescate en capital es mucho más gravoso para el partícipe. Ya que implica aumentar los ingresos del ejercicio en el que se recibe y, en consecuencia, cambiar de tipo marginal.
Sin embargo, si recibes el capital en forma de renta, es más complicado que tributes en los tramos más altos. El resultado es que pagarás menos impuestos en la mayoría de los casos.
No obstante, existe la posibilidad de aplicar una reducción del 40% a todas las aportaciones realizadas al plan de pensiones que sean anteriores al 31 de diciembre de 2006.
En cualquier caso, conviene hacer cálculos según la renta del partícipe, el resto de sus ingresos y la cantidad recibida del plan de pensiones para determinar cuál es la combinación óptima para pagar menos impuestos.
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