¿Estás pensando en invertir en ETFs? Sin duda, es una de las prácticas inversoras que más de moda se han puesto en los últimos años, junto a la inversión en fondos indexados. Hoy, te ofrecemos una guía básica para invertir en ETFs de forma sencilla y eficaz.
Determinación del perfil y de la estrategia de inversión
Lo primero que hay que hacer al diseñar un plan para invertir en ETFs es determinar cuál es nuestro perfil de inversor. Para ello, tendremos que analizar nuestra tolerancia al riesgo, nuestro plazo temporal, situación financiera, etc.
Una vez tienes claro cuál es tu perfil de inversor, tienes que buscar una estrategia inversora que se adapte a tu perfil. Puede que te haya salido que tienes un perfil muy agresivo, en cuyo caso puede que lo mejor sea una cartera 100% en renta variable. Quizá te haya salido que eres conservador, en cuyo caso puedes apostar por una cartera permanente o invertir solo en bonos.
Tienes que tener claras ambas cosas para que la cartera de ETFs que construya te resulte fácil de mantener, permitiéndote dormir por las noches cuando haya caídas y no emocionarte con las subidas.
Composición de la cartera
El siguiente punto es la elección de lo que va a componer la cartera. Es el paso siguiente a la elección de la estrategia, pero refinando la selección. ¿Quieres una cartera conservadora? En ese caso, deberás buscar ETFs de oro y de renta fija. ¿Quieres una cartera 100% de renta variable? En ese caso, solo necesitas los ETFs de renta variable.
Es importante que listes los ETFs que vayas a necesitar para seguir tu estrategia inversora y estudies cuáles son los más baratos, de qué se compone cada uno de ellos, cuál es su grado de diversificación, si es o no es líquido, si es o no equiponderado, etc.
Con esta información, podrás determinar cuál es el mejor para cumplir su papel en tu cartera.
Diversificación geográfica
De los puntos mencionados en el apartado anterior, es importante que apuestes por la diversificación geográfica. La sectorial ya va incluida en los ETFs porque, al replicar índices, estarás comprando empresas de todos los sectores (salvo que apuestes por ETFs sectoriales, que, en este contexto, no tiene sentido).
La diversificación geográfica te permitirá “no casarte” con ningún país. Si EE. UU. lo hace mal, quizá los emergentes lo hagan bien, y viceversa. Cuando un país caiga, otro compensará. Los periodos en los que todos los países caen son pocos. De ahí la importancia de la diversificación geográfica.
Reinvirtiendo beneficios
Al analizar los ETFs para crear tu cartera, también deberías buscar que reinviertan los beneficios. De esta forma, se acumulará el capital automáticamente sin que tengas que pasar por la caja de Hacienda. Compara gráficas de ETFs que reinvierten beneficios y que no lo hacen, verás que la rentabilidad cambia espectacularmente.
¿Sobreponderar tendencias? Depende
Por último, hay una opción interesante para los más osados, y es la de sobreponderar tendencias. ¿Crees que la inteligencia artificial va a revolucionar el mundo? ¿Quizá las energías renovables? ¿Las empresas socialmente responsables? ¿Las criptomonedas?
Si estás convencido de algo así, debes saber que hay ETFs que replican índices específicamente de esos temas. Puede ser inteligente incluir uno de esos ETFs para sobreponderar esa tendencia en el mix final de ETFs que compongan tu cartera.
Invertir en ETFs con inbestMe, una buena idea
Como puedes ver, invertir en ETFs puede ser muy rentable. Con esta guía básica para invertir en ETFs hemos tratado de darte las principales claves al respecto, de forma que puedas construir una cartera de ETFs capaz de darte unos buenos rendimientos a lo largo de los años.
Si lo que prefieres es invertir en ETFs de forma sencilla y automatizada, delegando todo el trabajo “técnico” en un gestor de inversiones personalizado, entonces las carteras de ETFs de inbestMe te van a encantar. Desde solo 5.000 euros, con unas comisiones bajísimas y unas rentabilidades muy elevadas, podrás invertir como un experto sin necesidad de serlo.
