Consejos para establecer metas financieras y cumplirlas

¿Alguna vez te has imaginado consiguiendo algo que ahora no tienes? Muy probablemente sí, de hecho, es bastante normal. Pues eso mismo, a grandes rasgos, es una meta. De hecho, para la RAE no es más que el “fin a que se dirigen las acciones o deseos de alguien”. Esa distinción, pese a ser increíblemente sencilla, es la clave de cualquier avance que hagamos en nuestras vidas. En este artículo te damos algunos consejos para establecer metas financieras y cómo cumplirlas.

El problema, sin embargo, es que muy pocas veces somos conscientes de ello. Básicamente, porque los pasos para conseguir esa meta ya nos vienen dados, lo que difumina el proceso. Piensa, por ejemplo, en cualquier trabajo y los pasos que tienes que dar para llegar a esa meta. La realidad es que la mayoría de ellos ya están estructurados a través de una educación básica, colegio e instituto, y una más específica, grado y máster o incluso doctorado, por lo que crear ese camino, en parte, ha sido ajeno a ti.

Sin embargo, cuando se quieren lograr otras metas sin esas pautas establecidas, como pasa con la libertad financiera, solemos perdernos entre los objetivos, las metas y los pasos a dar. Para no perderse en el camino, lo mejor es seguir estos sencillos pasos.

La importancia del control financiero 

El término control financiero es un clásico (y un imperativo) empresarial y se refiere a procedimientos como la de administrar, documentar, evaluar y/o reportar las transacciones financieras realizadas, de tal manera que pueda existir un registro de todas ellas. Pero ni mucho menos solo se refiere a una empresa, sino que podemos extrapolarlo también a las finanzas de cualquier persona. 

El control de nuestras finanzas (la planificación de gastos, revisar las transacciones y demás) es imprescindible, primero, para nuestro día a día y, segundo, para una mejor salud financiera

Entre los objetivos de control financiero que debemos tener en cuenta sobresalen: optimizar nuestros recursos económicos, es decir, tener un presupuesto de gastos e ingresos. Apostar por el ahorro para hacer frente a posibles problemas (la avería del coche, por ejemplo). Tener muy presentes nuestros objetivos de ahorro y gasto, ya que en caso de que no podamos encontrar el problema. Por último, si somos capaces de llevar ese control y ver como nuestras metas ‘volantes’ se van cumpliendo, eso nos reforzará en nuestro día a día para seguir adelante.

Conseguir nuestras metas: sacrificio, pero satisfacción

Pocas cosas hay tan satisfactorias como conseguir una meta fijada. La sensación de autorrealización nos hace sentir bien y sube nuestra autoestima, pero conseguir esas metas (más si son muy ambiciosas) no es nada fácil por dos motivos: el sacrificio de conseguirlo y la autocomplacencia en los avances por la falta de disciplina.

Para ayudarte en este proceso para sacar el máximo partido a tus finanzas personales, aquí tienes unos consejos que seguro que te van a ayudar.

Criterios SMART

Siempre que vayas a estructurar una meta y unos objetivos, intenta seguir el llamado esquema SMART, que no es más que el acrónimo en el que debes inspirarte para marcar tus objetivos. Así, estos deben ser: Específicos (Specific), medibles (measurable), alcanzables (Achievable), realistas (Realistic) y de duración limitada (Time-bound). Esos cinco puntos son todos los requisitos que necesitarás para conseguir tus metas.

Con esta definición podemos perfilar mejor nuestros objetivos.

Objetivos realistas y alcanzables

El punto de partida es establecer metas realistas y alcanzables, ya que son fundamentales para nuestra salud mental y para nuestro bienestar emocional. Algunas de las razones por las que es importante hacerlo son las siguientes:

  • Evita la frustración, las metas muy ambiciosas nos frustran y desaniman. Esto puede llevarnos a abandonar nuestros objetivos.
  • Nos ayuda a mantenernos motivados, ya que vamos consiguiendo nuestros logros y vemos mejor que el esfuerzo merece la pena.
  • Favorece el aprendizaje y el crecimiento personal
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Los tiempos son imprescindibles

Si piensas en tus estudios o en un entrenamiento físico, hay siempre un componente temporal evidente: los objetivos deben estar medidos por tiempos para poder lograrse (ya sean entrenamientos, cursos, temporadas o lo que sea). Para el caso de los objetivos financieros es igualmente de importante, ya que nos permite ver la evolución de nuestro progreso e ir quemando las etapas necesarias haciendo los esfuerzos pertinentes. 

Al final, poner deadlines a nuestros objetivos de ahorro nos da el marco temporal para lograrlo. Pero también nos ayuda a priorizar. Así, por ejemplo, entendemos que es más sencillo reducir nuestros gastos que incrementar nuestros ingresos, pero a largo plazo podemos tener un mejor equilibrio con ambos.

El ahorro, un concepto clave en nuestra vida

La referencia temporal también es vital para un concepto básico de las finanzas personales: el ahorro. Básicamente, se puede denominar ahorro como la diferencia entre los ingresos y los gastos, pero más concretamente (académicamente si se prefiere) se dice que es consumo diferido en el tiempo. Entonces, para ahorrar hay que tener presente el tiempo porque, por ejemplo, si cobras a primeros de mes no puedes ver el dinero en tu cuenta en esos días como un ahorro.

En cambio, sí puedes ver la diferencia a un mes visto, a dos o a un año. Una vez tengas fijada la referencia temporal un buen consejo es dividir tanto ingresos como gastos en fijos y variables. Básicamente, lo que hace cualquier empresa, de tal manera que puedes entender mejor la forma de afrontar la reducción o aumento de unos y otros. Por último, también ponles etiquetas de necesarios o prescindibles (especialmente en los gastos), ya que así también podrás reducir el gasto superfluo y ahorrar más.

El ahorro también necesita su tratamiento

Una vez ya has conseguido la fórmula para ahorrar dinero habrás conseguido una de las metas más importantes, pero no es ni mucho menos el final del camino para tus finanzas personales, ya que debes gestionarlo bien. Para ello, debes entender que los ahorros pueden crecer por sí solos, siempre y cuando actúes de forma conveniente.

Una forma de hacerlos crecer es la inversión, pero también tienes que ser consciente de que tiene sus riesgos. Una buena solución a esto es utilizar una cartera de ahorro, como la de inbestMe, ya que podrás usar tu dinero y a la vez lograr una rentabilidad por él.

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Si quieres abrir una cartera de ahorro, la de inbestMe es una gran alternativva, una plataforma de inversión con una larga experiencia en el mercado español. En concreto, con dicha cuenta podrás tanto recibir una elevada remuneración por tus ahorros, del 3%, como total disponibilidad de estos, ya sea para invertir en algunos de sus muchos productos o porque lo necesites por un imprevisto.

La base de esa rentabilidad, como podrás comprobar tú mismo, está en que se trata de una cuenta de valores, esto es, que invierte en productos de inversión a corto plazo que son 100% seguros, como pueden ser fondos monetarios. Con esta fórmula sencilla obtendrás la mejor cuenta del mercado con la que hacer que tu dinero crezca siempre de la forma más segura. Y no olvides: para llegar a una meta, lo más importante es fijarla y empezar el camino lo antes posible, no pierdas tiempo.

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