¿Es posible saber cuándo caerá el mercado?

¿Es posible predecir los mercados?¿Podemos saber cuándo será la próxima caída? La respuesta es muy simple: NO, no es posible. Cualquiera que diga lo contrario no está diciendo la verdad, por eso, lo más fácil es tener una cartera de inversión a prueba de crisis.

¿Pueden predecir el mercado los grandes bancos?

Cada inicio de año nuevo muchos bancos importantes publican sus predicciones. Por ejemplo, el siguiente gráfico representa las predicciones de los principales bancos a principios del 2008. Como puedes apreciar, ninguno de éstos anticipó lo que resultó el peor año en décadas.

Medio: Muscular Portfolios: The Investing Revolution for Superior Returns with Lower Risk, Brian Livingston (2018)

A pesar de disponer de algunas de las mejores mentes y desarrollar sofisticados modelos de inversión, incluso los grandes bancos, desconocen cómo se comportarán los mercados en un futuro cercano.

Sin embargo, la falta de previsión de la última gran crisis financiera no es el único caso. En muchas ocasiones, las predicciones de expertos son menos efectivas que “un mono lanzando dardos” a una página de bolsa de un periódico financiero.

Incluso a los mismos bancos centrales les cuesta entender qué está sucediendo a nivel económico y de mercados. Durante los últimos meses, y tocando por sorpresa a los mercados, la Reserva Federal ha cambiado completamente sus expectativas sobre el curso de su política monetaria. Ante un futuro incierto, los modelos de previsión no tienen mucho éxito en sus predicciones.

Riesgo e incertidumbre

Existe una importante diferencia entre riesgo e incertidumbre. El riesgo es una posible contingencia con un grado de probabilidad que se puede medir. La incertidumbre, en cambio, no se puede medir. Podríamos comparar el riesgo al lanzamiento de un dardo. Por tanto, en cierto modo, el riesgo es “una incertidumbre medible” y la “incertidumbre verdadera” no puede ser medida de ninguna manera.

La primera diferenciación entre riesgo e incertidumbre fue formalizada por Frank Knight en 1921.

Volviendo al asunto de predecir el futuro de los mercados financieros, son demasiadas las veces que la industria financiera pretende hacer ver que puede predecir el futuro cuando, en realidad, es todo lo contrario. Existen demasiados factores a tener en cuenta como para poder predecir con exactitud el futuro de los mercados. Por ejemplo, el 19 de octubre de 1987, el S&P 500 cayó un 23% (25% de desviación estándar en términos técnicos). La probabilidad de que los modelos financieros hubieran previsto tal caída hubiera sido la misma que ganar en la lotería un premio de 2.5 millones con un billete de 1 euros por 21 o 22 veces seguidas.

Ante esta incertidumbre, ¿qué podemos hacer?

Lo primero de todo, debemos centrarnos en lo que realmente podemos controlar. Algunos factores que podemos controlar son:

  • Los costes. Este aspecto de la inversión normalmente es ignorado, pero una pequeña diferencia en los costes puede tener un gran impacto a la larga. Suponemos que tienes 100.000 €, los inviertes durante 30 años y el mercado crece un 8% anual. Si el coste de la inversión es un 0,5%, los 100.000 € se convertirían en unos 875.000 € después de 30 años, pero si el coste de la inversión fuera del 2,5% el resultado total sería 498.000 €. Una diferencia del 2% en costes, produce una diferencia de 377.000 € después de 30 años: 3,7 veces el capital inicial.
  • Las emociones. La psicología juega un rol muy importante en las inversiones. Desde 1996 hasta el 2015 el índice S&P 500 tuvo un retorno anual del 8,2% sin embargo el inversor medio logró un 4,7% de retorno (fuente Dalbar). Esta diferencia, conocida como brecha del comportamiento, hace que a menudo el inversor sea víctima de sus emociones, de esa avaricia y miedo que hace que compre en el punto alto y venda en el punto bajo. Establecer unas claras reglas y buscar ayuda de un experto puede ayudar a superar la brecha de comportamiento.
  • Ahorrar. Empezar a ahorrar e invertir pronto es incluso más importante que dónde se invierte. Si empiezas pronto será la fuerza del interés compuesto (el interés de los intereses) que trabajará por ti en el largo plazo.
  • Diversificación. No pongas todos tus huevos en la misma cesta. Diversificar es como admitir que no se puede prever el mercado. Si se pudiera, se pondría todo al caballo ganador. Repartir el riesgo te ayuda a sobrevivir en un mundo incierto.
  • Distribución de activos. Es enormemente importante y la responsable de más de un 90% sobre la variación de los retornos de tu capital. La distribución de activos debe realizarse en base a tus objetivos financieros y al riesgo que tú, psicológica y financieramente, puedes soportar.
  • Centrarse en las evidencias, no en las previsiones. Invierte en estrategias y activos que hayan demostrado tener éxito. Por ejemplo, la evidencia muestra que las acciones con características particulares, tienden a superar al mercado a largo plazo. Estas características se conocen como valor, momento, tamaño, dividendo baja volatilidad. Estos «factores» de rendimiento pueden aplicarse también a las clases de activos.

¿Se puede predecir el comportamiento de los mercados? Nuestro consejo

Ten cuidado con los pronósticos financieros, mantén una cartera con un coste eficiente, un capital bien diversificado, establece reglas financieras (como las aportaciones periódicas) para superar las emociones, empieza a ahorrar pronto, escoge una asignación de activos según tu perfil y confía en estrategias financieras que hayan demostrado tener éxito.

Invertir es un proceso. Nunca podrás tener la razón absoluta y total, pero, confiando en métodos de alta probabilidad de éxito el riesgo se inclinará a tu favor y, a largo plazo, te convertirán en un inversor de éxito.

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