Hay otros factores a tener en cuenta a parte de la rentabilidad
La rentabilidad de una cartera es seguramente el concepto por el que más se interesa el inversor, aunque veremos que en realidad no es la única variable a tener en cuenta de la gestión de un portafolio. Aspectos como volatilidad y riesgo son también importantes.
Cómo medir la rentabilidad
Para calcular la rentabilidad utilizamos la fórmula del TWR, la que normalmente utilizan los fondos de inversión y la más usada en general.
–TWR o “Time weighted return”: rentabilidad acumulada de la cartera desde el inicio corregida por las entradas y salidas de cash flow en la cartera. Es decir se elmina el efecto distorsionador de entradas y salidas dinerarias. Si no hay entradas o salidas el TWR es igual a valor final/valor inicial-1., expresado en %.
– La tasa interanual compuesta : sería la tasa promedio equivalente calculada en base al TWR., según la fórmula del interés compuesto.
A la vez que se mide la rentabilidad es interesante compararla con algún índice de referencia.
En inbestme utilizamos de forma generalizada el S&P 500. Una cartera diseñada para batir el mercado debería superar dicho índice. Aunque lo más normal es que el inversor tenga un perfil de riesgo más moderado, combinando en su cartera varios activos. Por tanto su rentabilidad esperada se situaría en función de su tolerancia al riesgo entre la rentabilidad de los bonos y el S&P 500.
La mejor forma de visualizar las expectativas de rentabilidad para las carteras diversificadas es seguir el proceso que proponemos,en conocer cual es tu perfil de inversor y visualizar el plan previsto y el histórico que hubieras obtenido con cada perfil. El periodo que se contempla es amplio cubriendo periodos diversos, pre-crisis, crisis y post crisis y por tanto mucho más representativo de las rentabilidades esperadas promedio. Es importante observar las oscilaciones durante un periodo largo y ver si estamos preparados para ello.
Cómo invertir
Adicionalmente a la rentabilidad es interesante comparar mediciones del riesgo. Se acostumbra a medir la volatilidad a través de la desviación estándar. Esta se utiliza también como medición, algo imperfecta, del riesgo. El indicador más utilizado es el ratio de Sharpe que mide la aportación de rentabilidad por unidad de riesgo. Otras alternativas a este son el «Sortino ratio» o el «calmar ratio».Sea el que sea el que finalmente utilicemos, lo importante a recordar es que cuanto más alto sea el valor mejor, indica que nuestra cartera obtiene más rentabilidad por unidad de riesgo. Así dada una misma rentabilidad un ratio de sharpe más alto nos indica menos riesgo. Lo normal es que una cartera más rentable tenga un ratio de sharpe más bajo denotando en cierta medida el riesgo adicional: porqué hay una regla infalible, es que la rentabilidad está indefectiblemente ligada al riesgo. Algunos inversores con una visión a largo plazo, tienen una visión alternativa del riesgo, y prescinden de estas medidas y no perciben la volatilidad de corto plazo como un riesgo: si obtienen una rentabilidad óptima o razonable en ese horizonte temporal, ¿porqué preocuparse entonces del «riesgo»?
Podemos ver a continuación un ejemplo de estos ratios y preguntarnos qué cartera es la mejor.
Nota: El cuadro compara datos de las cuentas consolidadas de inbestme, en comparación al SPX (ETF que replica el S&P 500) y BND (ETF que replica el mercado al completo de bonos americanos).