Los fondos garantizados llevan un tiempo circulando entre nosotros, pero lo cierto es que son algo menos conocidos que otros tipos de fondos de inversión. Es por ello que, en el artículo de hoy, vamos a abordarlos.
Vemos ¿qué son los fondos garantizados? ¿Cuáles son sus características y ventajas?
¿Qué es un fondo garantizado?
Un fondo garantizado no es más que un fondo de inversión en el que, como su nombre indica, se garantiza el retorno de todo o parte del capital invertido (en algunos casos, incluso, se garantiza una cierta rentabilidad –aunque, lógicamente, esta rentabilidad es mínima).
Existen dos tipos de fondos garantizados: los fondos garantizados de rendimiento fijo y los fondos garantizados de rendimiento variable. Estas son sus principales diferencias:
- Fondos garantizados de rendimiento fijo: en este tipo de fondos, cuando se cumple la fecha de vencimiento, cobraremos no solo el capital aportado, sino que también tendremos una rentabilidad fija y predeterminada asegurada. Esta rentabilidad puede variar, pero se nos indicará de antemano en el folleto al contratar el fondo.
- Fondos garantizados de rendimiento variable: en este caso, también dispondremos de una garantía, pero solo cubrirá la inversión inicial. El rendimiento que podamos obtener será variable, pero no estará garantizado. En este sentido, podemos obtener una rentabilidad mayor que en los fondos de rendimiento fijo, pero también podemos no conseguir ninguna rentabilidad.
En cualquiera de los dos casos, no podremos retirar el dinero hasta que se cumpla la garantía (en realidad, sí podremos, pero deberemos asumir ciertas penalizaciones). Y, cuando se cumpla, deberemos elegir si continuar en el fondo o recuperar el dinero.
Es importante mencionar que, en la mayoría de ocasiones, una vez vence la garantía, el fondo cambia de condiciones y deja de ser garantizado. Es por ello que no suele ser conveniente permanecer en el fondo una vez vence la garantía (aunque, por supuesto, depende de la situación y del fondo en cuestión).
¿Qué ventajas aporta un fondo garantizado?
Ahora que ya hemos visto qué es un fondo garantizado, te indicamos sus principales ventajas:
- Seguridad: el aspecto más positivo de los fondos garantizados es, por supuesto, la seguridad que aportan. Puesto que sabemos que nos devolverán el dinero pase lo que pase en los mercados, podremos estar muy tranquilos (no obstante, recuerda que, si el fondo solo garantiza el capital inicial, puede que recibas el mismo dinero, pero menor capacidad de compra – depende de cómo evolucione la inflación).
- Rentabilidad conocida de antemano: en el caso de los fondos garantizados de rendimiento fijo, no solo tendremos la seguridad de que nuestro capital se va a conservar, sino de que va a aumentar. Es cierto que el rendimiento acostumbra a ser bajo, pero… ¡Está garantizado! Es la máxima seguridad posible.
- Heredables: por último, como sucede con otros tipos de fondos de inversión, los fondos garantizados son heredables. Es decir, que, si mueres teniendo contratado uno de estos fondos garantizados, pasarán a ser de tus herederos. Ese dinero no se perderá.
En definitiva, las ventajas de estos fondos hacen que sean un vehículo de inversión de interés para aquellas personas con un perfil de inversor muy conservador. Es cierto que, para aquellas más agresivas, los fondos garantizados no son una buena idea. Pero si eres muy conservador, pueden ser una opción a tener en cuenta.
Para conocer su funcionamiento, puedes leer el artículo sobre: Funcionamiento de los fondos de inversión garantizados.
Conclusión
Como puedes ver, los fondos garantizados presentan numerosas ventajas y sus características los convierten en un vehículo de inversión único y especial. Sin embargo, también tienen sus desventajas, así que hay que estudiarlos detenidamente para comprobar si encajan en nuestro plan de inversión.
Para aquellos perfiles de inversores menos conservadores, puede no compensarles la mínima rentabilidad (si llega) que pueden obtener con estos fondos. Para ellos existen alternativas como los Fondos Indexados o ETFs que son una inversión adaptada a sus perfiles para que alcancen los objetivos financieros deseados. Todo ello sin asumir más riesgo o menos que les corresponde y obteniendo la rentabilidad esperada en cada perfil de riesgo.