¿Habéis visto la película “La gran apuesta”? Para los que no, esta película estrenada a finales del 2015, cuenta la historia real de Michael J. Burry, gestor de un Hedge Fund y uno de los pocos que se dio cuenta de la burbuja crediticia e hipotecaria, invirtiendo a la baja en hipotecas subprime mediante CDS (credit-default swaps) antes de que pinchara.
Pues bien, este gran gestor que tuvo la correcta visión del mercado aunque muchos lo tachaban de loco, actualmente está centrándose en una sola inversión, concretamente en una materia prima. ¿Sabéis cuál? El Agua.
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Toggle¿Qué diferencia existe entre el agua y otras materias primas?
A diferencia del Petróleo, Gas Natural, Oro, Maíz, etc… no existe mercado para comprar y vender Agua. Pero existen otras formas de invertir en agua, que veremos más abajo.
¿Y qué atractivo presenta el agua como inversión que no tenga, por ejemplo, el petróleo? Muy simple, el agua no se puede reemplazar y además todos la necesitamos para vivir.
¿Por qué invertir en agua?
Que el 70% de la superficie del planeta está cubierto por agua es algo que probablemente habremos aprendido en la escuela. Pero lo que no nos dijeron es que el agua dulce, la que nos importa, representa un 2,5% del agua total. Y para rematar, solo el 1% del agua dulce es accesible. Esto significa que tan solo el 0,01% del agua del planeta está realmente disponible para los 7.400 millones de personas.
Además, la demanda de agua potable y de bienes y servicios relacionados, está creciendo a una tasa muy superior a la del crecimiento de población. ¿Cuánta agua dirías que se necesita para cultivar una naranja? 5 Litros. ¿Y para un kilo de carne? ¡5.000 Litros de agua! Y es que como veréis en el siguiente gráfico a la izquierda, casi ¾ partes del uso de agua corresponde a la agricultura, sector que cada vez necesitará más recursos debido al aumento de población mundial.
Y a la derecha vemos la media de agua diaria que se usa por cada habitante en los distintos países, siendo EEUU quien más gasta. (España es otro de los que más agua gasta con más de 300 Litros de agua por persona y día).
Y la pregunta del millón… ¿Cómo podemos invertir en Agua?
Existen 3 formas:
- Comprar derechos de agua
- Invertir en tierras de cultivo ricas en agua
- Invertir en empresas relacionadas con el agua (utilities, infraestructura, equipamiento)
En este caso nos vamos a centrar en el tercer punto. Hay varias empresas relacionadas con el agua, como por ejemplo, empresas que construyen plantas desalinizadoras, de mantenimiento de presas, de tratamiento de agua, e incluso empresas tecnológicas enfocadas a encontrar nuevas formas de limpiar el agua.
En cuanto a empresas cotizadas, lo podríamos dividir en:
- Empresas de servicios públicos de agua: Las más grandes y americanas son American Water Works Company (AWK) i Aqua America (WTR).
Gráfico en velas mensuales de AWK, desde 2009 a día de hoy (finales enero 2017).
- Empresas de infraestructura y equipamiento de agua: Enconramos algunas como Calgon Carbon (CCC), Mueller Water Products (MWA) y Xylem (XYL).
Existen más empresas relacionadas, pero si no somos expertos y queremos diversificar para obtener la rentabilidad real de este sector, podemos comprar ETFs que inviertan en estas empresas. ¡Mucho más sencillo, eficiente y sobretodo, barato!
Por ejemplo, el Guggenheim S&P Global Water Index ETF (CGW) que replica el S&P Global Water Index, formado por 50 empresas de todo el mundo relacionadas con el negocio del agua. Existen otros ETFs de agua cuyos tickers son PHO, FIW, PIO, WTRX.
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¿Es inmoral invertir en agua?
Como explicaba al inicio, a diferencia de otras materias primas, el agua no se puede comprar o vender como tal. Así pues, no se puede especular directamente con ella alterando los precios.
Así que en este caso, el dinero se invierte en las empresas directamente. Piénsalo bien: si empresas que construyen canalizaciones o que limpian el agua, reciben más dinero, el cual lo destinaran a su actividad y a invertir en mejorar estos servicios, ¿no es esto bueno?
Pues la verdad es que sí. Se incrementará el desarrollo de sistemas de riego, se mejorará el transporte del agua, se construirán desalinizadoras más potentes con nuevas tecnologías de limpieza del agua, etc.
Y es que cierto es que la especulación en materias primas, concretamente en alimentos, puede ser negativa para la mayoría de la población en determinadas situaciones (soy el primero que no me gusta ver como suben los precios de los alimentos al pensar que afecta a millones de personas sin recursos económicos). Pero yo diría que los beneficios que aporta la especulación en los demás campos, supera estas situaciones injustas. Sin especuladores, muchas empresas no podrían salir a cotizar, con lo que no obtendrían financiación, como por ejemplo farmacéuticas que se dedican a desarrollar curas contra el cáncer. (Y en términos puramente de trading, los especuladores ofrecen liquidez con lo que nos permiten a los demás operar mejor y con spreads más ajustados).
En conclusión
El agua fresca y limpia es, al igual que el oxígeno, el elemento más importante para nosotros, con la diferencia de que es un bien escaso y con una demanda creciente. Los que vivimos en países desarrollados asumimos que contar con agua limpia es lo más normal, pero debemos tener una visión global y entender que el contexto real es bien distinto.