Más volumen del que parece
La inversión socialmente responsable forma parte del ecosistema financiero y con un peso más relevante del que solemos pensar.
Si bien en 2002 el importe en gestión socialmente responsable apenas alcanzaba los 80 millones de Euros en España, a diciembre de 2015 este volumen se situó en casi 170.000 millones de Euros. La cifra es muy elevada, tanto que representa el 47% de los activos gestionados profesionalmente (en fondos y planes de pensiones) según el estudio realizado por Spainsif y presentado en 2016
A la vista de estos datos, parece claro el interés de los ahorradores, particulares e institucionales en que sus ahorros e inversiones se realicen acorde a unos criterios que reviertan positivamente en la sociedad.
En el mismo informe de Spainsif se define la ISR como “una aproximación de inversión a largo plazo que integra los criterios ambientales, sociales y de gobernanza en el proceso de estudio, análisis y selección de valores de una cartera de inversión”
Los principales criterios
Pero, ¿cuáles son los criterios de inversión? Existen diferentes estrategias o criterios:
- De exclusión o “screenning” (cribado) negativo: se aplica un filtro para excluir de la inversión en activos que lejos de aportar algo positivo a la sociedad la hacen peor. Los filtros más habituales son sobre pornografía, armamento, tabaco, nucleares, explotación infantil… La gran parte de la ISR en España está en este apartado, dado que es la más sencilla.
Dentro de la exclusión se puede ir más allá e incluir el filtro de las normas internacionales, por ejemplo, se aceptarán empresas que cumplan o hayan firmado tratados internacionales sobre derechos humanos, medioambiente, corrupción…
La ISR de exclusión representa tres cuartas partes de las finanzas socialmente responsables en España.
- Best-in- class: en este caso es un “screening” positivo. El gestor de una inversión que adopte esta estrategia va a invertir según los criterios ambientales, sociales y de gobernanza, para incluir en sus inversiones aquellas empresas que mejor se hayan adaptado a estos criterios. Es una estrategia más costosa que la anterior a no ser que se siga algún índice ya creado que respete estos criterios.
- Inversión temática: La inversión temática invierten en temas o sectores específicos, como por ejemplo la lucha contra el cambio climático, la gestión responsable del agua o el desarrollo de energías renovables. Han crecido considerablemente los últimos años.
- Inversión de impacto: es la estrategia de inversión socialmente responsable más reciente. Podríamos definirla como aquella que pretende un impacto social positivo en temas tan concretos como la inclusión financiera a través de microcréditos o el “crowfunding” para dar viabilidad a proyectos y negocios de impacto social.
Invertir respetando nuestros valores individuales es cada día más sencillo, y hacerlo de forma económica a través de ETFs también. Por ejemplo podemos invertir en índices de sostenibilidad o en un ETF cuyos activos son acciones de empresas donde el CEO sea una mujer.
En inbestMe nuestras carteras Advanced te ofrecen la posibilidad de poner a trabajar parte de tus ahorros en inversión socialmente responsable, estarás invirtiendo en empresas con un retorno positivo para la sociedad y lo estarás haciendo al mejor coste.