Llevamos ya unos meses que oímos que una nueva crisis se avecina. Sea por la guerra comercial, o sea por la curva invertida de tipos se ha empezado a generar un ambiente pre-crisis. Muchos inversores tienen la gran duda de invertir o no cuando se prevé una nueva crisis.
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ToggleAnticipar una crisis no es fácil
A pesar de los esfuerzos de los bancos centrales es cierto que los ciclos son muy difíciles de suavizar. Aun así hemos visto como en los últimos años los bancos centrales tomaban iniciativas cada vez más agresivas para ayudar a la economía y soportar los mercados.
La realidad es que las crisis son muy difíciles de predecir y es muy común que los analistas tiendan a alertar por si acaso. Es por esta razón que los economistas tienden a anticipar el doble de las recesiones que se producen. Nos aventuramos a decir que la próxima será la más anunciada de todas. Por otro lado la última crisis financiera fue poco prevista de ahí la relación de la inversión con los cisnes negros.
¿Qué hacer cuando se prevé una crisis?
Aún no se sabe si lo que algunos ven como el inicio de una crisis es solo una deceleración de mitad de ciclo. Aún así, imaginemos por un momento que somos capaces de prever una crisis.
Cuáles serían las mejores recetas que propondríamos y las técnicas más recomendados por los expertos financieros:
1- Diversificación de una cartera
La diversificación de una cartera es una de las mejores recetas para afrontarla. ¿Por qué? Por qué la diversificación asegura que invertimos en varias clases de activos en nuestras carteras y que algunas clases de activos (como la renta fija) producen mayores rendimientos durante una recesión. Además una cartera inbestMe también invierte en activos reales como el sector inmobiliario y oro que aportan diversificación adicional. El oro en concreto está inversamente correlacionado con otros activos y se comporta especialmente bien en momentos de incertidumbre.
2- Rebalancear una cartera
El rebalanceo de una cartera además de añadir rentabilidad con el tiempo también puede amortiguar la volatilidad de una cartera. El proceso de rebalanceo por ejemplo, en momentos de euforia reduce (de forma natural o automática) la parte de renta variable de una cartera y la redistribuye en otras clases de activos para evitar que la cartera se vuelva demasiado arriesgada y se desvíe de la tolerancia al riesgo del inversor.
3- Inversión dinámica
La diversificación y el rebalanceo son entre otras, técnicas que se aplican a todas nuestras carteras de forma automática. Si aún así el inversor quiere algo más de protección puede en inbestMe escoger una cartera inbestMe Dynamic que están diseñadas para buscar algo de protección adicional en momentos de crisis sin dejar de estar invertidos.
4- Aportar recurrentemente
Una muy buena opción es focalizar nuestra atención en lo que controlamos. Y ahorrar y aportar recurrentemente es la mejor opción que tendremos especialmente en tiempos de crisis: estaremos comprando más barato (seguro en este caso), con nuestro nuevo capital y sin tener que adivinar el mejor momento.
¿Qué NO hacer cuando se prevé una crisis?
Tratar de acertar el momento ideal del mercado y convertir la cartera en líquido con la esperanza de reinvertir después de que los precios bajen, ya que esto es muy difícil. Nadie puede acertar constantemente el mercado. Eso es lo que tratan los que lo intentan. Es lo que en inglés se denomina “market timing”. La razón por la que es tan difícil es por qué hay que acertar dos veces: a la salida y a la entrada.
Los que lo intentan tienen más probabilidades de hacerlo peor que los que mantienen el rumbo. Por lo general, los que entran en pánico y venden cuando los tiempos son malos, regresan al mercado solo después de que el mercado ya ha subido.
Hay algo peor aún: no regresar nunca más y no conseguir nuestros objetivos financieros.
Cómo decía Jack Bogle (creador de Vanguard):
“Sigue tu curso. No importa lo que ocurra mantén tu programa de inversión. El seguir tu rumbo es el más sabio de los consejos en inversión que te puedo dar”