Desde finales de septiembre o inicios de octubre, los mercados bursátiles del mundo han experimentado correcciones y un retorno a la volatilidad. Ya hemos comentado en muchas ocasiones que estas fluctuaciones son totalmente normales.
Nuestra recomendación es, y siempre ha sido, invertir para el medio y largo plazo. Recomendamos por tanto, ignorar los movimientos de corto plazo. A pesar de ello, no es fácil aislarse de los bruscos movimientos del mercado. Hay un dicho en Wall Street que dice “la bolsa baja por el ascensor y sube por las escaleras”. Es decir, las caídas acostumbran a ser rápidas y bruscas, y después se recuperan, pero de forma más lenta.
Insistimos y no dejaremos de insistir que el ser un buen inversor tiene mucho que ver en saber controlar nuestras emociones. Dicho esto, no está de más entender lo que está pasando en los mercados y dar un poco de perspectiva de lo que puede ocurrir.
1. ¿Qué está ocurriendo?
Desde principios de octubre, los mercados bursátiles han corregido entre el 7% y el 10%. Las razones están relacionadas en mayor o menor medida, con las tensiones provocadas por el presupuesto de Italia incrementando su deuda, la incertidumbre que provoca en la ya debilitada Unión Europea, y la política de Trump y las tensiones comerciales. Algunos atribuyen el mayor de los efectos al caso Khashoggi, sobre todo por lo inesperado. Los elementos imprevistos son los que tienden a provocar reacciones más bruscas en los mercados. El efecto Khashoggi está provocando tensiones internacionales tanto en el ámbito político como financiero. No olvidemos el poder financiero de Arabia Saudí.
Buscamos cualquier razón posible para justificar las caídas del mercado, pero la única razón real es, probablemente, que las políticas no convencionales de los bancos centrales (quantitative easing o, dicho de otra manera, imprimir dinero) tuvieron el efecto de reducir artificialmente la volatilidad. Ahora que estas políticas están llegando a su fin, la (normal) volatilidad ha regresado.Esto se enmarca dentro de un año 2018, que en general ha estado marcado por ciertas turbulencias: la volatilidad de las últimas semanas no ha sido la única, el año comenzó con una fase de fuerte volatilidad en febrero.
Los mercados de renta variable están en negativo en el año, unos más que otro. La renta variable europea no acaba de coger el ritmo y cae más de un 7 por ciento. La peor parte se la han llevado los mercados emergentes con un 13 por ciento. Incluso el mercado americano está en negativo (expresado en Euros). Gracias al dólar que se mantiene fuerte, el mercado de valores de EEUU expresado en su moneda es el único que ha generado ganancias hasta ahora, en torno al 6%.
Los mercados de bonos no han estado exentos de pérdidas y no han sido de momento un refugio para la diversificación de las carteras. Los bonos gubernamentales europeos han caído, al igual que los bonos corporativos. La renta fija agregada mundial también está en negativo en más de un 2%.
Solo algunas materias primas y el oro están claramente en territorio positivo. Así como en el año, el oro no ha aportado mucho, sí que en este mes de octubre (como en otros momentos históricos de alta tensión) ha servido de cierto colchón para las carteras. En este mes de octubre el oro presente en nuestras carteras, se ha revalorizado más de un 6% en dólares o 4% en euros.En resumen, la rentabilidad ha sido un elemento escaso en las diferentes clases de activos. Esto significa que nuestras carteras, aun estando diversificadas globalmente en multitud de activos, han sufrido. Esto no va en detrimento de nuestro enfoque de medio y largo plazo. Las rentabilidades de largo plazo de nuestras carteras modelo siguen bastante en línea con las rentabilidades esperadas. Os recordamos esta evolución al último mes cerrado (septiembre 2018).
Rentabilidades del pasado no son garantía de rentabilidades futuras
Además, tal como hemos dicho, correcciones como estas son normales. Hace unos días recordamos ciertas estadísticas que nos pueden situar en lo que esta normalidad significa. Esta tabla sería un buen resumen:
Mirando estas estadísticas lo más normal es que las cosas se queden ahí, es decir, que las correcciones se detengan en estos niveles. Sin ir muy lejos este fue el caso de las correcciones del mercado de valores en 2015 y principios de 2016. Ambas fueron también rápidas, similar a lo que estamos observando este año. En ambos casos, el S&P 500 cayó entre un 12 y un 13 por ciento, seguido de un nuevo repunte después de unos tres meses.
La corrección actual parece moderada incluso en comparación con este período. El S&P 500 solo ha perdido un 7% o un 9% según se mire (en dólares o Euros) desde su nivel máximo hasta el momento. Como vemos el que caiga el mercado algo más del 10% tampoco tiene porqué ser el anuncio de algo catastrófico. En línea con esto, desde 1998, solo dos de las diez correcciones (la crisis del “punto com” en el 2000 y la crisis financiera mundial reciente en 2008) provocaron graves caídas de precios de más del 20 por ciento. Pero ambos eventos estaban relacionados con situaciones de crisis y mercados bajistas. No nos parece que estemos ni mucho menos en este escenario.
Fuente: elaboración propia con datos de portfolio visualizer
Y a pesar de todo lo dicho la rentabilidad media histórica de largo plazo del índice americano está en torno al 9,5%.
Gráfico histórico del S&P 500: en gris las recesiones.
A pesar de ellas la tendencia natural alcista de largo plazo es más que evidente
Lo más normal es que nuestros clientes estén en carteras diversificadas con diferentes proporciones de renta fija y renta variable que hacen que las caídas realmente soportadas desde los máximos de septiembre sean algo inferiores y que pueden oscilar entre el 0,5% de los perfiles más bajos hasta el 7% o el 8% de los perfiles más altos. La corrección ha situado la mayoría de las carteras a niveles de hace un año.
Si observamos el gráfico de más arriba, esto no es la primera vez que ocurre en la historia de nuestras carteras modelo. Ocurre como decíamos cuando la mayoría de activos en este caso tanto de renta variable como de renta fija se ponen a corregir, en este caso solo el oro nos ha ayudado. Ha ocurrido al menos 5 veces desde el 1/1/2015 en los perfiles más altos y, aun así, han acumulado más del 25% hasta antes de la corrección (a finales de septiembre) o 18%-19% en el momento de escribir este informe.
2. ¿Qué estamos haciendo en inbestMe Dynamic?
Tanto nuestro comité de inversión como nuestros algoritmos de apoyo analizan los momentos de mercado, el riesgo y se combinan para cambiar la asignación de nuestras carteras base si es necesario (con el límite del 50%). Durante el año hemos ido informando en diferentes ocasiones que hemos ido tomando ciertas medidas para reducir moderadamente la exposición a renta variable y/o añadir en algunos momentos activos alternativos (petróleo a principios de año).
Algunos nos preguntan si no podríamos haber previsto estas caídas y haber tomado más medidas. Nuestras decisiones y algoritmos no se han alejado más de la renta variable porque están diseñados para hacer una gestión controlada del riesgo. Esto significa que nuestro comité, apoyado por los algoritmos a nuestro alcance, no toma decisiones orientadas a hacer cambios agresivos en caso de un aumento puntual en el riesgo de los mercados, sobre todo si este se percibe como de corto plazo y poco conectado con la situación macroeconómica, lo que parece ser el caso.
Además, después de bruscas caídas las recuperaciones a menudo tienen forma de V, lo que significa que los precios pueden aumentar rápidamente. Si tomáramos decisiones repentinas por cualquier reacción nerviosa del mercado también nos podríamos perder una rápida recuperación. Más bien, nuestras decisiones y algoritmos tratan de evaluar cambios de riesgo de medio plazo y que pueden continuar en el tiempo. Es ahí donde nuestros cambios en las carteras pueden ser de más calado.
Por lo tanto, los cambios son más bien graduales y no abruptos especialmente si no se perciben situaciones de cambio de ciclo importante en la economía, cosa que no percibimos de momento. Nuestras decisiones están enfocadas, por un lado a prescindir de las reacciones nerviosas del mercado y por otro en evitar tomar decisiones perjudiciales para el objetivo final, que es tener éxito en la inversión a largo plazo.
3. ¿Qué recomendamos a nuestros inversores?
No nos cansaremos de repetir que lo mejor es no dejarse llevar por nuestras emociones. Entendemos perfectamente que no es fácil, pero es por ello que nuestros clientes delegan la gestión en inbestMe. Somos la mejor protección a tus emociones. Y esto es válido para cualquiera que sea tu plan (Strategic, Dynamic o Advanced). Mantén la calma y piensa en el largo plazo.
Si analizas la historia de los mercados, verás que es el mejor consejo para los inversores en situaciones como la de hoy. No es para nada una frase hecha ni simplista, sino basado en el análisis de la historia de los mercados. En otras ocasiones hemos dicho, y no nos cansaremos de repetir, que para obtener un cierto rendimiento debemos pagar nuestro “ticket”, es decir, “tenemos que ganar la rentabilidad” soportando un cierto grado de fluctuación en la valoración de corto plazo de la cartera.
La fluctuación y el nerviosismo que nos puede originar el mercado, es el ticket que debemos pagar para ser recompensados con una rentabilidad a largo plazo. El concepto técnico que se utiliza para esto es el de “prima de riesgo”. Es decir, para obtener cierta rentabilidad por encima de lo que nos da un depósito (0% ahora mismo) debemos aceptar cierto riesgo. Lo que está ocurriendo es simplemente, un ejemplo, una expresión real de lo que es el riesgo. Debemos aceptar un mínimo riesgo para superar otro riesgo, el de la inflación que erosiona de forma sistemática e imparable nuestros ahorros.
Seguiremos gestionando proactivamente los riesgos que se derivan del mercado. El saber que lo estamos haciendo debe ayudar a nuestros clientes a superar los períodos de mayor volatilidad del mercado. Nuestra gestión inbestMe Dynamic ha sido pensada entre otras cosas para suavizar las pérdidas, pero sobre todo para evitar pérdidas en situaciones dramáticas. No hemos percibido en ningún momento que estemos en una situación dramática. Más bien lo contrario, estamos acabando de evaluar la situación por si vemos que es un buen momento para recuperar al 100% la exposición a renta variable que reducimos en algún momento. Esta decisión, en caso de tomarse, tampoco se va a hacer de forma precipitada, volveremos a reevaluar antes la situación. Analizamos el mercado continuamente, con el objetivo de tomar decisiones apoyadas en ciertas reglas lo que nos permite evitar la toma de decisiones de forma emocional. Nuestros algoritmos son un buen apoyo para evitar decisiones basadas solo en los instintos.
Nuestra última recomendación es de nuevo repetitiva. Lo mejor que puedes hacer es seguir tu plan sea el que sea, todos nuestros planes son totalmente válidos para el largo plazo. Es la mejor protección a tus emociones. Tampoco tiene mucho sentido cambiar tu perfil de riesgo si no han cambiado tus circunstancias. Creemos firmemente que el perfil de riesgo de una cartera nada tiene que ver con la situación de mercado sino con el objetivo y tu situación financiera. Sí puede tener todo el sentido programar aportaciones recurrentes, éstas reducen por sí mismo el riesgo ya que nos aseguran entrar en diferentes momentos del mercado.
Por otro lado, si eres más valiente (cosa que no es necesaria) ten en cuenta que hoy el mercado está un 10% más barato que hace unos días, y la economía no está en crisis más bien todo lo contrario.