La volatilidad es un concepto a menudo desconocido para el inversor privado, pero es de gran importancia en los mercados financieros globales. Los inversores profesionales constantemente están monitoreando la dinámica de la volatilidad y esta se convierte en objeto de un gran volumen de operaciones.
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Toggle¿Qué es la volatilidad?
La volatilidad es un indicador que expresa la variabilidad de los precios de un activo financiero concreto y se mide generalmente por la desviación estándar de sus rendimientos. La desviación estándar es una medida estadística que describe la dispersión de los valores de una variable durante un período de tiempo respecto a la media de estos mismos valores.
Una inversión con mayor volatilidad se percibe como más arriesgada. Teniendo en cuenta que el inversor rehúye el riesgo y la incertidumbre, a riesgo más alto requiere mayor rendimiento.
El índice VIX, el índice del miedo
Hay un índice que es ampliamente reconocido como el indicador principal de la volatilidad a nivel mundial y que, desde su introducción en 1993, es el barómetro del estado de ánimo del mercado.
Estamos hablando del índice VIX (Chicago Board Options Exchange Volatility Index). El VIX se calcula como una media ponderada de la volatilidad implícita de una cesta de opciones a 30 días sobre el S&P 500. La metodología exacta utilizada para el cálculo del VIX es bastante compleja. Cualquier persona interesada puede encontrarla aquí.
La volatilidad implícita
El precio de una opción depende de la probabilidad de que esta pueda generar un beneficio para aquellos que la compren y se calcula basándose en fórmulas complejas que se basan en inputs, tales como el precio del activo subyacente, el precio de ejercicio, el tiempo de maduración, el nivel de los tipos de interés y la volatilidad de la propia actividad.
Sobre esta última, una mayor volatilidad se traduce en un mayor precio de la opción; siendo de hecho un contrato de opción similar a un seguro, la prima será más alta cuanto mayor sea el riesgo a asegurar.
La volatilidad que es relevante para los efectos del cálculo del precio de la opción es la volatilidad futura; es decir, la que se registrará durante la vida de la propia opción. Esta no es conocida en el momento de la firma del contrato y debe ser estimada. Con este fin generalmente se toma como referencia la volatilidad que se ha registrado en el pasado en esa actividad en particular (la volatilidad histórica), aunque no hay ninguna garantía de que la volatilidad futura coincidirá con la histórica.
En cuanto a los precios del mercado de opciones, a través de un proceso de ingeniería inversa, se puede calcular que inputs de volatilidad han utilizado los traders para formar estos precios. Esta es, precisamente, la volatilidad implícita en los precios de las opciones, y representa la expectativa de los operadores respecto la que será la volatilidad futura.
Por lo tanto, el VIX es la volatilidad esperada (anualizada) del índice S&P 500 durante los próximos 30 días.
La volatilidad implícita sube cuando el mercado baja
En periodos de turbulencias, la volatilidad implícita de los precios de las opciones tiende a subir. Cuando los mercados caen los inversores corren a comprar opciones (puts en este caso) para protegerse de nuevas caídas. Esto aumenta los precios de las opciones a través del mecanismo de un valor más alto de la volatilidad utilizada como input en los modelos de fijación de precios. En cambio, cuando el mercado está tranquilo, los valores de la volatilidad implícita en los precios de las acciones tienden a bajar.
Por tanto, el índice VIX, que representa la volatilidad implícita de las opciones sobre el índice S & P 500, tiende a subir cuando el mercado subyacente (el S & P 500) cae o cuando aumenta la incertidumbre.
Valores elevados del VIX significan la ansiedad y aversión al riesgo de los inversores. Por esta razón, el VIX es también conocido como “fear index”, el índice del miedo.
VIX y S&P500 en 2016
A lo largo de su historia, el valor medio del VIX es cercano al 20%, con un mínimo de 9,3% y un máximo del 80,86%, el 20 noviembre de 2008, en el apogeo de la crisis financiera. Si el 80.86% fue el cierre máximo diario, el máximo intradía se registró el 24 de octubre de 2008 con un 89.53%.
El índice VIX de la crisis financiera hasta hoy
ETF sobre el VIX
Existen herramientas que permiten hacer trading con el índice VIX. Entre estas encontramos opciones, futuros y ETFs.
Lo más accesible para el inversor privado son sin duda los ETF como por ejemplo el ETF VXX (iPath S & P 500 VIX Short-Term Futures) que replica el propio índice VIX.
En el contexto de una cartera, este tipo de ETF, puede ayudar en períodos de caída del mercado, ya que, como se mencionó anteriormente, la volatilidad implícita en los precios de las opciones aumenta haciendo subir el índice VIX y con él, el precio del ETF. Hay que tener atención sobre el efecto del contango*, que tiende a reducir el precio del ETF si el periodo de mantenimiento es largo. Es mejor usarlo tácticamente y para períodos limitados.
Existen también versiones inversas de ETF sobre el VIX, que se compran para apostar sobre una reducción de la volatilidad, y versiones apalancadas que desaconsejamos vivamente al inversor privado.
Los ETFs de volatilidad más líquidos
*El contango significa que la curva de vencimientos de los contratos de futuros es ascendente. O sea, que el precio de los contratos de los próximos vencimeintos sean superiorers al precio actual al que está cotizando el subyacente. Este hecho hace que el inversor tienda a perder dinero con el paso del tiempo ya que el día del vencimiento de un contrato, el precio del contrato y el precio Spot debe ser el mismo, con lo que los precios de los contratos que cotizan por encima, tienden a ir ajustándose disminuyendo el precio.