Las inversiones inmobiliarias están fuertemente arraigadas en la cultura española, y no nos extraña. La idea de obtener una renta mensual cien por cien pasiva alquilando una casa es tan atractiva que es difícil verle la cara negativa. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce.
Anteriormente ya analizamos si la inversión inmobiliaria merece la pena. Por eso, en este artículo te ofrecemos 5 consejos para tus inversiones inmobiliarias.
Índice de contenido
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1. Haz bien los números
Lo primero que debes tener claro es que una inversión inmobiliaria conlleva muchos riesgos económicos y, por tanto, no es válida para todo tipo de inversores.
La liquidez de una vivienda es muy reducida, por lo que, si te decides a comprar una, haz antes bien tus números y asegúrate de que no vas a poner en peligro tu estabilidad financiera.
Lo ideal es que cuentes con un colchón de ahorros importante y que además tengas unos ingresos estables. De esta forma podrás afrontar el pago de la hipoteca y de todos los gastos que le cuelgan a una casa si, en el peor de los escenarios posibles, no encuentras inquilinos.
2. Estudia detenidamente la vivienda en la que inviertes
Una vivienda no es precisamente barata, por lo que, si tu intención es comprarla como inversión, hay determinados factores que no puedes dejar pasar por alto.
El principal es su ubicación. Hay barrios residenciales, barrios de lujo, barrios en el extrarradio… y cada uno de ellos tiene unas particularidades. Debes valorar también si es una zona ruidosa, si hay parques, hospitales y colegios cerca, etc.
Fíjate también en la antigüedad del edificio, en la orientación del piso, su luminosidad, su estado de conservación… Y, por supuesto, en el precio. Es el factor más importante de todos y el que en última instancia determinará si se trata o no de una buena inversión, sin cometer los errores más comunes de inversión.
3. Analiza la hipoteca
Un error muy habitual de muchos inversores del ladrillo es no dar importancia a la hipoteca. Creen que cualquiera les vale, y se equivocan.
La oferta hipotecaria actual es muy grande y es posible encontrar préstamos de todo tipo. Para diferenciar entre buenas y malas hipotecas debes analizar el tipo de interés a pagar (fijo, variable o mixto), el diferencial sobre el euríbor en el caso de las hipotecas a tipo variable, las comisiones, los productos vinculados…
Si quieres reducir el importe total de los intereses, te recomendamos que acortes el plazo de amortización de la hipoteca. La diferencia entre un préstamo a devolver en 20 años y otro en 30 es que por el segundo tal vez pagues el doble de intereses.
4. Comprueba que cumple todos los requisitos legales
Si quieres evitar quebraderos de cabeza en el futuro, debes estudiar todos los aspectos legales de la compra. Por ejemplo:
- A nombre de quién está la escritura.
- Su certificado catastral.
- El número de metros.
- Si está libre de cargas
- Si tiene algún contrato de alquiler vigente.
- Si está al corriente de los impuestos y de los pagos de comunidad y suministros.
- Si cuenta con cédula de habitabilidad, actualizada y en vigor.
- etc.
En inversiones de este tipo, más vale pecar de precavido que de ingenuo. Nunca des por sentado nada en un sector tan polémico como el inmobiliario.
5. No te precipites e invierte solo si no tienes dudas
Este tipo de inversiones requieren su tiempo. No puedes tener un arrebato, creer que tienes una ganga entre manos y querer cerrar el trato en 24 horas. La inversión inmobiliaria no funciona así.
Mentalidad slow: no hay por qué tener prisa. Deberías ver un montón de pisos y en diferentes zonas de la ciudad antes de decidirte por uno. Puedes consultar webs como la de Idealista que además permiten hacerle el seguimiento a los inmuebles que te gustan.
Estudia cada piso que veas, habla con los vecinos, conoce el barrio, consulta cómo están los alquileres de la zona… y, en definitiva, invierte solo cuando no tengas ninguna duda de que tienes ante ti una buena operación.
En conclusión, si teniendo en cuenta todos estos consejos, aún sigues con dudas sobre tus inversiones inmobiliarias, siempre puedes optar a una inversión en fondos indexados, ETFs o en tu propia jubilación para obtener un rendimiento de tus ahorros a largo plazo.