A no ser que seas muy despistado, probablemente sepas que las pensiones públicas, tal y como las conocemos, están en serio peligro. Por eso, nos gustaría hacerte la siguiente pregunta: ¿tienes el plan de jubilación que más te conviene?
Debemos ser realistas y entender que si la esperanza de vida es (afortunadamente) cada vez mayor y la natalidad lleva varias décadas cayendo en picado, va a resultar extremadamente difícil sostener el sistema público de pensiones. Las matemáticas no engañan.
En el futuro, a no ser que se produzca un inesperado cambio de tendencia, las pensiones de los jubilados se van a ver afectadas.
Hoy por hoy no es posible saber si se reducirá su cuantía, si se exigirán más años cotizados para acceder a ellas o si pasaremos a un modelo más de tipo asistencial, en el que todo el mundo tenga la misma pensión independientemente de su cotización (y más pequeña que la actual, por supuesto).
Es sencillamente imposible saber qué ocurrirá. Sin embargo, lo que sí podemos hacer desde hoy mismo es buscar soluciones.
¿Cómo? Muy sencillo: en este artículo te vamos a dar las claves para diseñar el plan de jubilación que más te conviene. Un plan que te permita dormir por las noches sabiendo que cuando llegue el momento de tu retiro, tu economía doméstica será fuerte y tu calidad de vida no se verá afectada.
Índice de contenido
ToggleDiseñando un plan de jubilación en 4 etapas
Un buen plan de jubilación debe tener estas cuatro etapas:
1. Infórmate
Si quieres vencer al sistema, debes entender el sistema. En este artículo te hemos dado algunas pinceladas sobre el futuro de las pensiones, pero hay muchas más cosas que debes aprender.
Debes investigar, informarte y comprender cómo funcionan las pensiones, en qué consiste la famosa hucha, cuáles son las herramientas más adecuadas para preparar tu jubilación, cuántos años cotizados llevas y cuál es tu situación actual… Si es necesario, pide cita en la Seguridad Social y ve a hablar con algún experto que pueda resolver tus dudas.
2. Comienza a ahorrar lo más pronto posible
Los gastos se comportan como un gas que se expande hasta ocupar el volumen de todos los ingresos. Muchas personas ingresan 1.000 y gastan 1.000. Pero si ingresaran 2.000, probablemente gastarían 2.000. No puedes permitir que algo así suceda en tu economía doméstica.
Adapta tu estilo de vida a tus ingresos y aprende a vivir por debajo de tus posibilidades. Cuánto antes empieces a ahorrar, más fácil te resultará acumular una cantidad importante de dinero y más margen tendrás para hacer frente a los imprevistos.
3. Ahorra de forma regular
El ahorro debe estar cien por cien integrado en tu estilo de vida y en tu día a día. En la medida de lo posible, intenta ahorrar una cantidad fija de dinero cada mes. Por ejemplo, el 20% de tus ingresos. Si crees que es mucho, empieza por una cifra menor y auméntala poco a poco.
Debes convertir el ahorro en un “gasto” más de tu presupuesto mensual. Un truco muy efectivo para conseguirlo es el siguiente:
- Crea una cuenta de ahorro en tu banco.
- A principios de cada mes, programa una transferencia automática por el importe que quieres ahorrar a esa cuenta.
Si haces esto, te acostumbrarás a ahorrar de forma regular porque pones en “modo piloto automático” tus finanzas.
4. Elige el vehículo de inversión que más te interese
Ahorrar, a secas, no es suficiente. Un buen plan de inversión implica combatir la inflación, ese enemigo silencioso, y beneficiarse del poder del interés compuesto, el gran aliado de los ahorradores. En otras palabras, un buen plan de jubilación implica invertir.
Entre todas las alternativas disponibles debes elegir el vehículo de inversión que más te interese. En nuestra opinión, los planes de pensiones son un producto excelente para este fin.
Entre sus ventajas destacamos la desgravación fiscal, la posibilidad de diferir el pago de impuestos, sus mínimos para empezar a invertir y sus bajas comisiones.
Además, son productos que se pueden traspasar entre sí, por lo que si en algún momento no estás satisfecho con tu plan de pensiones puedes traspasarlo a otra entidad.