El año 2019 fue un año excepcional para los mercados mundiales, ya que casi todas las clases de activos terminaron en positivo.
Para los mercados de renta variable, fue el mejor año después del 2013, pero también los mercados de renta fija tuvieron un rendimiento extremadamente bueno gracias a la reducción de los tipos de interés en todo el mundo (recordemos la relación inversa en el precio de los bonos y el tipo de interés).
La situación en 2019 fue la otra cara de lo que fue el 2018, cuando todas las clases de activos terminaron en negativo. Aunque las pérdidas del año pasado fueron más reducidas que las ganancias de este año.
Toda la excepcionalidad de 2018 y 2019 (respectivamente negativa y positiva) se produjo por la caída del mercado del último trimestre de 2018 cuando los inversores se asustaron ante la perspectiva de tipos de interés más altos en los EE. UU., por los efectos de la guerra comercial y por la situación de bloqueo del Brexit. Todo ello, factores que podrían haber producido una desaceleración de la economía global y posiblemente una recesión global.
Los mercados cerraron el año 2018 en una situación de debilidad y en cambio 2019 se registró una fuerte recuperación de estas pérdidas, pero acumulando aún más ganancias y todas nuestras carteras han tenido unas rentabilidades excepcionales.
En lugar de ver la rentabilidad de los 2 años por separado, si observamos la rentabilidad acumulada desde enero de 2018 hasta el cierre del 2019, el resultado es una rentabilidad mucho más «normal», cercana a los promedios históricos.
Por ejemplo, si observamos el S&P 500, que es el índice más seguido en todo el mundo, ganó un 31.50% en 2019 (dividendos incluidos) mientras que perdió un 4.4% en 2018. Durante todo el período, el rendimiento total fue del 25.7%, lo que significa un 12.1% anual que está muy cerca del rendimiento promedio histórico (alrededor del 10% por año).
Lo que determinó la recuperación de los mercados en 2019 fue el cambio de postura de la FED en términos de política monetaria y la disminución de las tensiones comerciales.
Comenzamos el 2019 con la intención inicial de la FED de más alzas en los tipos de interés en su cartuchera. Pero terminamos el año con 3 recortes en los tipos, a pesar de la fortaleza de los mercados laborales y del consumo.
Esta fue la primera vez que la reserva federal redujo los tipos después de la crisis del 2008 y lo hizo principalmente para proteger a la economía estadounidense de las debilidades provenientes del resto del mundo.
A los inversores les encanta los bajos tipos de interés porque estimulan la actividad económica. Después del verano, el banco central de EE. UU. también comenzó a inyectar nueva liquidez en el mercado, y esto ciertamente ayudó a la última fase del rally final en el año.
En cuanto a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, finalmente alcanzaron lo que se llama un acuerdo de «Fase 1» que canceló un conjunto de aranceles estadounidenses que estaban previstos para entrar en vigor el 15 de diciembre y también redujo los aranceles impuestos previamente. Como compensación a este acuerdo, China acordó aumentar las compras de productos estadounidenses y mejorar la protección de la propiedad intelectual.
Los inversores son perfectamente conscientes de que este no es el final de la historia y que se necesita mucho más trabajo, pero ciertamente valoraron la disminución de la tensión entre las dos superpotencias.
Por otro lado, el proceso de “impeachment” del presidente Trump que comenzó en septiembre, parece no preocupar demasiado por ahora los mercados. Es probable que las noticias relacionadas con la campaña presidencial de EE. UU. de 2020 tomen relevancia en los próximos meses.
En el Reino Unido, la clara victoria de Johnson en las elecciones de diciembre, al menos eliminó un poco de la incertidumbre relacionada con el Brexit al darle un mandato claro para sellar finalmente un acuerdo para la salida y comenzar a negociar otro que regirá la relación post-Brexit entre el Reino Unido y Europa.
Las características peculiares del rally del 2019
Una de las principales características de la recuperación del mercado durante el 2019 fue el escepticismo con el que siempre ha sido percibido por los inversores.
Había demasiados temas de preocupación para que los inversores creyeran firmemente en que el mercado podría subir más. Como se puede ver en el gráfico a continuación, el sentimiento alcista (el porcentaje de inversores particulares optimistas) medido por la encuesta de sentimientos AAII nunca estuvo cerca de los niveles de euforia a pesar de que el la bolsa alcanzó nuevos récords.
No solo los inversores particulares, sino también los gestores de fondos profesionales tuvieron infraponderación a activos de riesgo durante la mayor parte del año, perdiendo la oportunidad de obtener grandes ganancias.
Pero, como sucede muchas veces, los mercados tienden a «escalar el muro de la preocupación» (traducción de una frase muy usada en inglés: “climb the wall of worry”) , y cuanto menos gente cree en ello, más tiende a correr el mercado.
Una segunda característica de estos dos años es que las clases de activos se movieron de forma correlacionada. Esto es bastante infrecuente porque, por lo general, durante las últimas décadas, al menos las dos clases principales de activos (renta fija y renta variable) han tendido a moverse de manera opuesta.
Esto se debió al hecho de que tanto los mercados de renta variable como los de renta fija se han vuelto bastante adictos al estímulo monetario y tienden a reaccionar de la misma manera a las fluctuaciones de los tipos de interés.
La importancia de la disciplina
Creemos que los movimientos de los mercados en los últimos dos años constituyen una importante lección para los inversores.
Estimulamos tener un enfoque disciplinado a largo plazo e invertir con una visión a largo plazo con carteras diseñadas y gestionadas en función de los objetivos de vida a medio y largo plazo de los inversores.
La disciplina implícita en nuestras carteras inbestMe Strategic por nuestro proceso de inversión gestionó los movimientos violentos de 2018 al rebalancear las clases de activos en las carteras, es decir, comprando los activos que habían perdido más y vendiendo los que habían ganado más para restablecer de nuevo los pesos relativos en línea con el nivel y perfil deseado original para cada cliente.
Algunos inversores individuales víctimas del miedo hacen lo contrario, vendiendo en la parte baja del mercado a fines del 2018, lo que daña seriamente el logro de los objetivos a largo plazo.
Como dijimos anteriormente, con el beneficio de la mirada retrospectiva, el período de dos años 2018/2019 fue un período bastante «normal» en su conjunto, pero con bastante volatilidad y fuertes caídas en el medio.
Invirtiendo con inbestMe, nos otorgas la responsabilidad de gestionar estas fases emocionalmente intensas y lo hacemos aplicando un proceso de inversión que nos permite mantenernos focalizados en tus objetivos a largo plazo, ignorando el ruido y las emociones del mercado a corto plazo.
Aprovechamos para recordar que guiarse solo por la rentabilidad para seleccionar una inversión puede ser un error.