Riesgos de invertir
Muy a menudo nos limitamos a no invertir porque los riesgos de la inversión son muy evidentes y pueden tomar varias denominaciones:
- El riesgo de precio, sería el que se deriva de comprar caro un activo
- Riesgo de tipo de interés, cuando los activos de más riesgo se deprecian al subir los tipos de interés
- El riesgo de negocio, el que se deriva cuando una empresa no consigue sus objetivos
- Riesgo de quiebra, el más extremo cuando una compañía fracasa y pierde todo su valor.
Ante esto el ahorrador puede sentir la tentación de no hacer nada, pero esa acción no está exenta de otros riesgos. Porqué sorprendentemente el ahorrador al no invertir puede estar asumiendo otro riesgo implícito, el riesgo de no arriesgar.
El riesgo de no arriesgar
¿La volatilidad asociada a la rentabiliad es el único riesgo evidente en una inversión?
No. Los críticos de la definición clásica del riesgo como medida, sostienen que intentar minimizar la volatilidad de los rendimientos en el corto plazo puede tener el efecto de reducir el rendimiento a largo plazo, por tanto, su dinero corre aun mayores riesgos, como por ejemplo, la erosión del valor real de la cartera debido a la inflación o la incapacidad de lograr determinados objetivos financieros ( el llamado shortfall risk o déficit de riesgo).
Ya vimos en una visión incluso más «madura» del riesgo , que algunos definen el riesgo real como el hecho de no conseguir la rentabilidad posible o razonable. Se confunde volatilidad de corto plazo con riesgo.
El riesgo de la inflación
Pero es que el ahorrador que no invierte se enfrenta a un riesgo no tan evidente, el de la inflación, aquel asociado a no hacer nada. Y es que basta con mirar el gráfico que adjuntamos para darse cuenta que poner el dinero debajo de la almohada para sentirse seguro, no es para nada una «inversión segura». El ahorrador que no invierte se enfrenta, al riesgo seguro de perder poder adquisitivo.
Y es que tal como dice Charles D.Ellis en su libro que recomendamos y del cual hemos extraído algunos de los conceptos para este artículo: «el riesgo real es muy simple: es el riesgo de no tener suficiente dinero cuando realmente lo necesitamos– como quedarse sin gasolina en el desierto».
Invertir en una cartera eficientemente diversificada es una garantía de obtener una rentabilidad razonable para tu perfil de riesgo. Conoce tu perfil de inversor cuanto antes, el tiempo es tu mejor aliado.
