Rebalancear para mantener el riesgo bajo control

¿Qué significa rebalancear una cartera?

Por rebalancear (o reequilibrar) la cartera se entiende la realineación de los pesos de los distintos activos  respecto a los objetivos establecidos dentro de la asignación de activos. Los movimientos en los precios del mercado pueden causar una desviación de los pesos óptimos. En particular, si el precio de un activo sube, su peso dentro de la cartera aumenta y reequilibrar significa vender parte de los activos para hacer valer su peso en línea con la asignación de activos prevista. Por el contrario, si el precio de un activo cae, su peso relativo disminuye y tendrás que comprar para restaurar las asignaciones originales.

Por lo que el reequilibrio, realiza la muy saludable función de vender caro y comprar barato. Este tipo de actividad, que puede parecer obvia, en realidad muchas veces no se lleva a cabo por la pereza del inversor o por qué su psicología le lleva a hacer lo contrario, que es comprar caro y vender barato.A causa de lo que en finanzas del comportamiento es conocido como el “sesgo de lo reciente” ,(dar más importancia a los acontecimientos recientes), tenemos una inclinación a pensar, que las tendencias que se dan en el mercado se seguirán produciendo en el futuro.Si el mercado de valores baja bruscamente, y su peso relativo dentro de la cartera disminuye, para el inversor es psicológicamente muy difícil volver a equilibrar el peso de su cartera mediante la compra de más acciones. Pensará que el descenso continuará y probablemente tomado del pánico decidirá vender todas sus acciones, eliminando así la causa de su angustia, en lugar de situar la asignación de activos en línea con los objetivos que se marcó de forma racional. Si el mercado de valores sube, pensará que esta tendencia continuará y será a su pesar que venderá el componente de capital en exceso de la asignación óptima.

Dada la relación positiva entre el riesgo y el rendimiento esperado, podemos decir que si una cartera no se reequilibra habrá una tendencia natural a aumentar el peso de los componentes de mayor riesgo. Estos, de hecho, garantizan unos mayores rendimientos esperados y, con el tiempo, verán aumentar su peso relativo dentro de la cartera. Entonces nos encontraremos con una cartera potencialmente más rentable, pero a costa de un mayor riesgo de que podría llegar a ser inadecuado con respecto al perfil del inversor. De ahí que el rebalancear una cartera tiene la función de mantener las características de riesgo-rendimiento de la cartera, y por tanto hacer nuestras inversiones más seguras, dentro del rango escogido de nuestro perfil de riesgo.

Cómo invertir mi dinero: los beneficios de rebalancear una cartera

Un ejemplo sencillo puede ayudar a entender este concepto. Supongamos que tenemos una situación inicial donde el 50 % de la cartera está invertida en renta variable y un 50% en bonos. En los 20 años posteriores las acciones tienen una rentabilidad media anual del 10 %, mientras que los bonos tienen un rendimiento promedio anual del 4 %. Si el inversor no rebalancea nunca, pasados 20 años, la porción de acciones de su cartera habrá subido al 81 % mientras que el bono habrá caído al 19 %. La volatilidad de la cartera se habrá incrementado del 7,42% al  12,7 %  (suponiendo una desviación estándar de 15 % de la rentabilidad de las acciones y el 5 % de los bonos y un coeficiente de correlación entre las dos clases de activos del -0.2).

Es importante hacer hincapié en que el rebalancear la cartera entre las clases de activos que tienen diferentes rendimientos esperados de largo plazo, no garantiza un aumento en el rendimiento (como erróneamente el hecho de vender caro y comprar barato podría llevar a pensar), si no más bien cumple una función de la gestión de riesgos, que permite mantener el riesgo de cartera del inversor dentro de sus límites tolerables.

Sería distinto si el reequilibrio se produjera entre actividades que tienen rendimientos esperados análogos (por ejemplo, acciones de sectores distintos). En este caso, el rebalancear no tendría el efecto de reducir el peso de las actividades con mayor rentabilidad en favor de activos con rendimientos más bajos, sino más bien permitir vender caro y comprar barato activos que temporalmente superaron o tuvieron un rendimiento inferior. En este caso, en el medio-largo plazo, se produciría con toda probabilidad un incremento del rendimiento de la cartera. El reequilibrio puede realizarse en intervalos regulares  (por ejemplo cada tres meses) o cuando el peso de una determinada clase de activos en la cartera se desvíe más de un cierto porcentaje con respecto al peso óptimo (por ejemplo 5-10%). Una combinación de los dos métodos suele ser en muchos casos preferibles.

En todos nuestros planes, inbestMe Strategic, inbestMe Dynamic o inbestMe Advanced incorporamos rebalanceos para mantener nuestras carteras optimizadas en todo momento.

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