Las decisiones de Draghi mueven los mercados
Quién esperaba para ayer una reunión con decisiones de peso por parte del BCE no ha quedado decepcionado y las reacciones del mercado han sido violentas.
Las expectativas que había consistían en una continuación de las compras de bonos por valor de 80 mil millones de euros al mes incluso después de la fecha límite original de marzo de 2017. Nos preguntábamos si Draghi iba, con mucha cautela, a preparar al mercado para una reducción de las compras en un futuro próximo.
De hecho, el anuncio inicial de una continuación de las compras después de marzo de 2017 hasta diciembre de 2017, pero en una cantidad de «sólo» 60 mil millones había presagiado una orientación del BCE hacia el comienzo de una fase de normalización de la política monetaria. La primera reacción fue, por tanto, a una subida de los mercados y una rápida apreciación del euro.
Pero a continuación, con el inicio de la rueda de prensa de Draghi en la que se dieron a conocer otros detalles el mercado interpretó las decisiones adoptadas por el BCE de forma mucho más pesimista de lo que había sido la primera. Entre las nuevas medidas se encuentra la ampliación de la gama de vencimientos de los valores que el banco central puede comprar bajando el vencimiento mínimo hasta un año (el límite anterior era de 2 años) y la posibilidad de comprar también bonos cuyo rendimiento está por debajo de la tasa de depósito (actualmente -0.40%).
«Steepening» de las curvas y no «Tapering»
El anuncio de la posibilidad de comprar también títulos cortos y a tasas negativas llevó a un fuerte steepening (agudización) de la curva de rendimiento (15 puntos básicos sobre 5/30 años), algo muy positivo para los bancos que se financian en el corto plazo y hacer préstamos a largo.
Draghi también reiteró varias veces y con determinación extrema que la política monetaria del BCE sigue siendo expansiva y que, en la reunión, la posibilidad de tapering (definida como una reducción a cero de las compras) ni siquiera se discutió.
¿Qué se puede esperar en los mercados?
El BCE ha hecho un pequeño paso en la dirección de dar la señal del comienzo de una fase de reducción de las compras, a pesar de que extiende la vida del programa. Draghi ha tomado una buena decisión con elementos moderados.
La determinación del BCE de mantener una política expansiva será, al menos en el corto plazo, buena para los mercados. Hubiéramos preferido un paso más decisivo en la dirección de la normalización incluso si eso significa correr el riesgo de un retroceso en el corto plazo. El seguir comprando bonos a tasas negativas contribuye a nuestro juicio a perpetuar la impresión de una condición «patológica» de la economía actual que no contribuye a infundir la confianza necesaria para la reanudación de la inversión productiva, aunque bajo condiciones de financiación muy favorables. Probablemente también debido a las incertidumbres políticas que marcan este período, se decidió reiterar la determinación del BCE en el sentido de mantener una política monetaria extremadamente expansiva.