La necesidad de inculcar la cultura financiera a los hijos

Con apenas 11 años, Warren Buffett compró sus primeras acciones con las que obtuvo una buena rentabilidad. Un año más tenía Elon Musk cuando programó un videojuego llamado Blastar, que más tarde vendió a una revista por 500 dólares.

Ambas historias nos recuerdan la genialidad de algunos personajes como Buffett o Musk, que ya desde una edad temprana despuntaban. Pero también deja otra más importante: la cultura financiera no se estudia, se aprende día a día.

¿Qué es la cultura financiera?

Conocemos el concepto de cultura financiera como el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y comportamientos que permite a un individuo gestionar sus finanzas personales. 

Una mayor cultura financiera, además, nos ayuda a tomar las decisiones adecuadas a la hora de afrontar la vida y sus muchos retos. Por ello, resulta imprescindible que los más pequeños de la casa también conozcan este tipo de conceptos.

¿Por qué la cultura financiera es importante para los más pequeños?

La cultura financiera es esencial para la vida de cualquier persona. Por ello, cuanto antes empecemos a estar relacionados con muchos de estos términos, nos será más fácil tomar las decisiones correctas en muchas materias. 

Aquí conviene hacer un inciso importante: hablar de cultura financiera no solo es conocer el mundo de la inversión, sino que va mucho más allá. El hecho de contratar un préstamo y saber barajar distintas opciones para no pagar más es cultura financiera, también lo es saber administrar los ingresos. Por supuesto, también el hecho de no solo conocer lo que significa ahorrar, sino cómo hacerlo y lo importante que es para nuestro futuro.

Si nuestros hijos crecen en un entorno saludable donde se familiarizan con estos términos, probablemente el éxito de su vida personal esté más garantizado.

La clave de la cultura financiera: se aprende, no se estudia

Una vez conocida la importancia de la cultura financiera en nuestra vida, es el momento de abrir un melón importante: los niños suelen aprender mal (y recordar peor) todos los conceptos relacionados con la educación financiera. Y esa conclusión es desafiantemente tozuda. Hace unos años, un estudio realizado por el Banco de la Reserva Federal de Cleveland lamentaba no encontrar “evidencia” en cuanto a que “los programas de educación financiera conducen a un mayor conocimiento financiero y, en última instancia, a un mejor comportamiento financiero”.

En la misma línea se ha expresado en múltiples ocasiones el grupo Jump$tart Coalition for Personal Financial Literacy, un grupo que aboga por una mayor cultura financiera, que encontró frecuentemente que los estudiantes estadounidenses que habían tomado cursos en finanzas personales no tenían más conocimientos financieros que aquellos que no lo habían hecho.

Consejos prácticos 

Por suerte, eso no es el final de la cultura financiera, sino el principio. Al fin y al cabo, lo que demuestran todos estos estudios es que, si bien aprender de finanzas a base de estudiar es difícil para los más pequeños, cuando se hace por medio de la experiencia es todo mucho más fácil. De ahí, que como padres, nuestro deber es ofrecer ese tipo de conocimiento práctico a través de una serie de consejos:

• La paga: la forma de dar la paga a nuestros hijos puede ser una buena manera de empezar a educar en la cultura financiera. En este caso, hay que prestar atención a dos elementos importantes: una paga semanal ayudará a que los niños se responsabilicen del uso que hace de ella. La segunda es inculcar que ese dinero tiene un valor, aunque nunca se debe asociar con hacer las tareas del hogar.
• Abrir una cuenta de ahorro: Una vez que nuestro hijo es mayor, la mejor manera de que aprenda sobre cultura financiera es abrirle una cuenta de ahorro. Con ella, aprenderá a que, con pequeñas aportaciones periódicas, se pueden conseguir grandes cantidades y con ellas adquirir artículos. Al final, la lección no solo es aprender a ahorrar, sino el coste (en tiempo ahorrando) que tienen muchos productos. Una de las opciones más interesantes del mercado es la Cartera Ahorro de inbestMe, puesto que la TIR (Tasa Interna de Retorno) de la Cartera Ahorro es variable y está ligada a la variación de los tipos oficiales de los bancos centrales (Banco Central Europeo para el Euro y la FED para el USD). En la actualidad, la Cartera Ahorro de inbestMe ofrece una rentabilidad del 2,65 % en euros y del 4,55 % en dólares (la TIR de la Cartera Ahorro es variable y está ligada a la variación de los tipos oficiales de los bancos centrales, consulta aquí el tipo de interés actual).
• La inversión: obviamente, es un tema central en la educación financiera. En este caso, utilizar esa cuenta de ahorro para invertir puede ser una gran idea. Al fin y al cabo, además de todo lo anterior, nuestros hijos aprenderán el poder de esa maravilla que se llama interés compuesto.

La Cuenta Kids de inbestMe, la mejor opción

Si crees que la opción de utilizar la cuenta de ahorro de tus hijos como catapulta para multiplicar sus ahorros y como experiencia para que aprendan sobre cultura financiera, entonces la mejor opción que tienes es la de entrar en inbestMe y echar un vistazo a su Cuenta Kids.

La Cuenta Kids es una cuenta de inversión para menores. Te ofrece un amplio abanico de activos de inversiones, como fondos indexados o ETFs, que abarcan todo el mercado. Eso es realmente importante porque te ayudará a diversificar, lo que implica proteger el capital de tus hijos mientras lo haces crecer. Además, no lo harás solo, ya que muchos de los productos que se te ofrecerán estarán filtrados en función de tu perfil inversor y de tu horizonte temporal. Por último, tendrás todos esos servicios con las comisiones más bajas del mercado. 

En definitiva, para que tus hijos crezcan con una cultura financiera sólida recuerda que debes priorizar la experiencia por encima de la simple teoría. Y para ello no hay nada mejor que una cuenta con la que tus hijos vean crecer los frutos de valores tan importantes como el ahorro o la constancia.