La principal función de los bancos es actuar de intermediario financiero. Para ello, captan el ahorro de los depositantes y se lo prestan a otras personas que necesitan financiación, cobrando por ello un interés. En este proceso tienen lugar dos de las funciones principales de los bancos en la economía moderna: el procesamiento de los pagos y, sobre todo, la creación de dinero.
Pero, ¿sabes algo de la economía moderna, cómo crean dinero los bancos y qué ocurre a lo largo de este proceso tan importante? A continuación, te lo explicamos.
El coeficiente legal de caja y la reserva fraccionaria
Cuando una persona deja sus ahorros en el banco, asume que va a poder recuperarlos cuando desee, o bien utilizarlos para realizar pagos en cualquier momento. Es decir, asume que el banco guarda en una especie de caja fuerte el 100% de sus ahorros, que tendrá disponible en todo momento.
Sin embargo, en la práctica, esta situación dista bastante de la realidad. Dado que no todos los depositantes van a acudir en masa al banco a retirar sus ahorros, la práctica bancaria es no mantener la totalidad del dinero de los depositantes, ya que ni siquiera están obligados legalmente a ello. Gracias a la reserva fraccionaria, pueden mantener simplemente una proporción de los mismos.
Este porcentaje se conoce como el coeficiente de caja, y es uno de los instrumentos más potentes de los bancos centrales para influir en la política monetaria. En Europa, el BCE ha establecido un coeficiente legal de caja del 1%, lo que quiere decir que los bancos tan solo están obligados a mantener en reservas del banco central el 1% del total del dinero de los depositantes.
Este coeficiente de caja determina la proporción con la que se crea el dinero bancario. Cuando este aumenta, aumentan las reservas legales en el banco central y, en consecuencia, el dinero que debe mantener el banco en liquidez. Por el contrario, si este disminuye, aumenta el dinero que el banco puede utilizar para conceder préstamos.
El proceso de creación de dinero bancario en la economía moderna
Al afirmar que los bancos crean dinero, no estamos diciendo que impriman billetes. En realidad, realizan un simple apunte contable en sus libros contables que, eso sí, es exigible de ser convertido en billetes si el depositante así lo reclama.
Vamos a verlo con un ejemplo. Una persona abre una cuenta corriente con 1.000 €. El banco utiliza parte de ese dinero, pongamos 900 €, para prestarlo a otra persona. En este caso, el depositante puede hacer uso de 1.000 €, mientras que la persona que haya contraído el préstamo, tiene a su disposición 900 €, que también deposita en el mismo banco. Es decir, con 1.000 € iniciales se han creado 900 € más.
Este proceso no se detiene aquí. El banco utiliza parte de los 900 € del segundo depositante para realizar un nuevo préstamo a otra persona. Si tan solo dejase el 10% en reservas, podría prestar (crear) hasta 810 €. De esta forma, partiendo de 1.000 € se han creado 1.710 € nuevos (900 € + 810 €) que antes no existían. En total, existen en la economía 2.710 € a partir de 1.000 € iniciales.
Al finalizar el proceso, el banco habrá creado un total de 10.000 € partiendo de 1.000 € iniciales, de los cuales, teniendo en cuenta que en el ejemplo hemos utilizado un coeficiente de caja del 10%, tendrían que destinarse a reservas 1.000 €.
Principales problemas de la creación de dinero: el temido pánico bancario
El proceso de creación de bancario funciona porque los depositantes no acuden en masa a rescatar su dinero de los bancos.
Si esto ocurriese, normalmente ante situaciones económicas críticas, se produciría el temido pánico o corrida bancaria, un evento en el que los clientes de bancos que funcionan bajo un modelo de reserva fraccionaria realizan en un corto espacio de tiempo una retirada masiva de sus depósitos bancarios, y que fue retratado en la mismísima película de Mary Poppins.
En estos casos, los gobiernos suelen optar por aplicar un corralito financiero, es decir, una restricción en la retirada de fondos. Esto fue precisamente lo que ocurrió en Argentina en 2001 o más recientemente, en Chipre en 2013, cuando el miedo ante un eventual colapso de sus respectivas monedas hicieron que los gobiernos se viesen obligados a restringir la retirada de dinero.
En realidad, son fenómenos poco habituales para los cuales es necesario que se produzca un fenómeno económico bastante crítico.
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