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Cómo ahorrar a través de intereses compuestos

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El interés compuesto es uno de los conceptos financieros que cualquier ahorrador debería conocer. De hecho, es uno de sus mayores aliados a la hora de obtener grandes patrimonios, especialmente a largo plazo.

Pero, ¿sabes cómo aplicar el interés compuesto al ahorro y a la inversión? A continuación, vamos a verlo a través de varios ejemplos gráficos.

Qué es el interés compuesto

El interés compuesto es una forma de calcular la rentabilidad de una determinada inversión. En esencia, la tasa de interés compuesto se calcula sobre la base del capital inicial, de los intereses acumulados y de los pagos que se hayan hecho durante el período de tiempo. Es decir, los intereses devengados por una determinada inversión se van reinvirtiendo al capital inicial para dar lugar a nuevos intereses.

Se diferencia con el interés simple en que, mediante esta forma de cálculo, los intereses de todos los años se calculan sobre el capital inicial. En el interés compuesto, el capital va variando año tras año en función del interés acumulado al capital.

La fórmula para calcular el interés compuesto es la siguiente:

Cn = C0 x (1+i)^n

Donde:

Por ejemplo, para un capital de 20.000 € que devengue un interés del 2% anual, aplicando la fórmula del interés simple, habrías obtenido 400 € al cabo de un año, y la misma cantidad el resto de los años. Sin embargo, cuando utilizas la fórmula del interés compuesto, el segundo año empezarías con 20.400 €, capital al que, una vez aplicado de nuevo el interés compuesto, pasaría a ser de 20.808 €.

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Por qué el interés compuesto te ayuda a ahorrar a largo plazo

“El interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo”. Esta célebre frase, atribuida a Albert Einstein, ejemplifica como ninguna otra por qué el interés compuesto tiene tanta popularidad y poder a la hora de ahorrar. En general, cuanto mayor sea el plazo de una inversión, mayor será el poder del interés compuesto.

A largo plazo, las diferencias con el interés simple son realmente abrumadoras. Veámoslo a través de un ejemplo gráfico. Imaginemos que tenemos una inversión inicial de 10.000 € a un tipo de interés del 5% anual. El capital al final de diferentes periodos de tiempo con interés simple o con el interés compuesto son las siguientes:

AñoInterés SimpleInterés CompuestoDiferencia
110.500,00 €10.500,00 €0,00 €
512.500,00 €12.762,82 €262,82 €
1015.000,00 €16.288,95 €1.288,95 €
1517.500,00 €20.789,28 €3.289,28 €
2020.000,00 €26.532,98 €6.532,98 €
2522.500,00 €33.863,55 €11.363,55 €
3025.000,00 €43.219,42 €18.219,42 €
3527.500,00 €55.160,15 €27.660,15 €
4030.000,00 €70.399,89 €40.399,89 €
4532.500,00 €89.850,08 €57.350,08 €
4633.000,00 €94.342,58 €61.342,58 €
5035.000,00 €114.674,00 €79.674,00 €

El interés compuesto crea un “efecto bola de nieve” en el que se va agregando la rentabilidad obtenida al capital del periodo anterior. En términos gráficos, la inversión crece como una curva exponencial, y no como una curva lineal tal y como ocurre en el caso del interés simple.  

Como ves en la tabla de arriba, las diferencias entre el interés simple y el interés compuesto van creciendo de manera exponencial. A 50 años, se puede obtener un capital 3 veces mayor aplicando el interés compuesto que el interés simple, sin hacer nada más. 

Eso sí, hay que tener en cuenta que el fenómeno de la inflación se calcula igualmente de forma compuesta. Es decir, a diferencia de lo que muchas personas creen, un 2% anual de inflación, no es un 40% de escalada de precios en 20 años, sino casi un 49%. Es fundamental tenerlo en cuenta para evitar que la inflación se coma parte de tus ahorros.

Aprovecha todo el potencial del interés compuesto con los productos de InbestMe

Son muchos los productos de inversión en los que se aplica el interés compuesto. En ocasiones, incluso, puedes elegir qué tipo de interés quieres que aplique en el producto: el interés simple o el interés compuesto.

Este es el caso de, por ejemplo, los fondos de inversión. Existen fondos de acumulación que van reinvirtiendo los dividendos en el patrimonio del fondo, y fondos de distribución, que los reparten entre los partícipes. En el primer caso, el fondo te estará aplicando el interés compuesto, mientras que, en el segundo, disfrutarás del interés simple.

En InbestMe podrás acceder a una gran variedad de productos financieros con los que aprovecharás al máximo posible toda la magia del interés compuesto. Ya sea a través de una cuenta de ahorro, fondos indexados, fondos ISR o ETF e incluso planes de pensiones.

Con la nueva Cuenta de Ahorro de InbestMe podrás invertir desde 1.000 €, sin ataduras, límites ni plazos, y con la posibilidad de diferir la fiscalidad de tus ahorros.

¿Vas a quedarte sin rentabilizar tus ahorros? No esperes a que tu banco suba los tipos de interés y aprovéchate al instante de las subidas de tipos.

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