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ToggleFuertes caídas en los principales índices bursátiles
Esta es la forma más común en la que seguiríamos comunicándonos en relación a las recientes caídas por las caídas bursátiles provocadas por la guerra de aranceles iniciada por Trump.
Como vemos en la imagen superior el Nasdaq 100 ha caído cerca del 20%, el S&P500 un 15% y el Stoxx Europe 600 en torno al 10%. Esta es la fórmula clásica como una entidad financiera se comunica, sea por temas regulatorios, o por prudencia o por una combinación de ambas.
En rebajas todo el mundo corre a comprar… pero cuando hay “rebajas” en los mercados financieros, muchos salen corriendo
La respuesta está en cómo interpretamos la información.
Es lo que en economía conductual se conoce como “framing”: el modo en que se presenta una noticia o dato puede cambiar completamente nuestra reacción, aunque el hecho no cambie.
Una caída del NASDAQ del 20%, del S&P 500 del 15% o del MSCI Europe del 10% se comunica habitualmente como un “desplome” o una “crisis”. Con estos titulares, el miedo se apodera de nosotros. Pero si dijéramos que esos mercados están “descontados” o “de rebajas”, ¿no cambiaría nuestra perspectiva?
¿Imaginemos que fuera posible usar esta comunicación, acaso no reaccionaríamos de forma diferente?
Es curioso que tengamos claro cuando tenemos que comprar un piso es mejor hacerlo cuando están baratos, cuando hay una crisis en el sector inmobiliario y en vez de comprar, digamos a 4000 € el M2 lo compramos a 3.500.
En los mercados bursátiles pasa algo parecido. Estadísticamente, cuando caen los precios de los activos fiancieros, suben las expectativas de rentabilidad futura.
Estás pagando menos por los mismos beneficios futuros, por lo tanto, el punto de entrada es mejor.
Y, sin embargo, muchas personas hacen justo lo contrario: venden cuando baja, paran sus aportaciones, congelan sus decisiones… cuando deberían seguir o si acaso incluso incrementar sus inversiones como hacemos con un piso.
¿Por qué actuamos así? ¿Por qué vendemos en las rebajas bursátiles?
Porque somos humanos. Por qué nuestra psicología financiera es muy débil y la aversión a la pérdida está profundamente arraigada en nuestro comportamiento.
Cuando la ropa baja un 20%, compramos.
Cuando un índice baja un 20%, los que no entienden de qué va esto, se asustan y venden.
Pero también influye lo que se denomina el framing (enmarcado ver nota) que lo cambia todo.
“Desplome” suena a miedo.
“Descuento” suena a oportunidad.
Pero es lo mismo: precios más bajos.
Nota sobre el Framing
El framing o “enmarcado” es un concepto de la economía conductual descrito por Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía) y Amos Tversky. Se refiere a cómo la forma en que se presenta una información influye en la percepción y las decisiones de las personas, aunque los datos objetivos no cambien.
Por ejemplo, no reaccionamos igual si nos dicen que un tratamiento tiene un 90% de éxito que si nos dicen que tiene un 10% de fracaso, aunque sea exactamente lo mismo. En inversión, ocurre igual: decir que “el mercado ha caído un 20%” genera más miedo que decir que está “un 20% más barato”.
Este sesgo cognitivo puede llevarnos a tomar decisiones poco racionales si no lo tenemos presente.
Referencia:
Kahneman, D., & Tversky, A. (1979). Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk. Econometrica.
El pánico no es una estrategia de inversión. Y parar, no debería ser una opción.
En los mercados bursátiles es imposible avanzar un mínimo. Por lo tanto es imposible decir compra ahora que es la mejor oportunidad que tendrás.
¡Esto en realidad es lo mismo en las rebajas!
Existen las primeras rebajas, pero si hace falta se hacen segundas rebajas, o se liquida por “todo a 10€” o “2×1”.
Hay cosas aún más incomprensibles, pero claro están ligadas a lo que ya hemos comentado. Es que hay algunos que paran sus decisiones de inversión en “rebajas”.
Ya hemos dicho que no podemos oficialmente publicar rebajas en el sector financiero. Pero sí nos atrevemos a decir que parar de invertir es una de las peores opciones. El pánico no es una estrategia de inversión: cuando baja el precio del piso que estábamos buscando, en general no nos paramos.
Y sabemos que los inversores que no paran son los que consiguen sus objetivos. En todo caso la inversión recurrente nos protege de nosotros mismos.
Parar nuestra inversión cuando los índices han caído es como dejar de comprar un piso cuando baja de precios.
Para las aportaciones cuando el mercado baja es como dejar de correr en una maratón justo cuando empieza la cuesta abajo.
Nuestras carteras de inversión están diseñadas para el medio/largo plazo, esto es 3 años o más (la mayoría a 10 años o más), por lo tanto lo que ocurre en un mes, o incluso un año debería tener muy poca importància, se vista de virus, de aranceles o de cualquier otra bestia maligna. Si es una larga recesión las aportaciones constantes nos ayudan a comprar más barato y bajar nuestro coste de adquisición futuro. Y si es el fin del mundo poco importan nuestras inversiones.
Durante la COVID-19, el mundo no estaba preparado.
Hoy sí lo está.
Los aranceles, los tipos de interés que suben y bajan, políticos extravagantes… incluso las guerras no son nada nuevo.
De hecho con los aranceles la rapidez de las caídas (recuerda descuentos) se asemejan como se observa en el gráfico superior a las del Covid19. La cuestión que se hará todo el mundo es si los mercados han bajado demasiado, lo suficiente, o aún poco. Y nadie lo puede saber. Y ni nosotros ni nadie tiene ni idea de cómo será la recuperación.
Pero sí estamos seguros, que el mundo lo volverá a superar.
No sabemos si son las primeras rebajas, o ya són las segundas, o si habrá unas terceras y cuartas. Sabemos que esta incógnita existe y nadie la puede dilucidar. Es imposible adivinar el mínimo. Tampoco es muy diferente en muchos productos, especialmente los de moda, es imposible adivinar cuando será el remate final, pero no por ello dejamos de comprarlos en algún momento si nos hacen falta.
Probablemente cuando caen los mercados hay una percepción de que estarán bajos para siempre, o no pararán de bajar, pero eso no ha sido nunca así. Como dice Peter Lynch “No sé si los próximos 1.000 puntos del Dow Jones serán hacia arriba o hacia abajo, pero estoy seguro de que los próximos 10.000 serán hacia arriba”
Es una forma brillante y simple de recordar que el corto plazo es impredecible, pero el largo plazo tiende a premiar a los inversores pacientes ya que los mercados suben más que bajan.Y eso, históricamente, siempre ha funcionado.
Una buena recomendación es centrarse en nuestros objetivos activando nuestro simulador de objetivos y concentrarnos en lo que controlamos el tiempo y nuestras aportaciones sean puntuales o recurrentes, en lo demás poco podemos hacer
Invertir es seguir confiando en el progreso, incluso en momentos de duda. La fórmula de ganar en bolsa es no seguir su juego.