En los últimos dos años, los mercados financieros, especialmente los de renta variable (acciones), han mostrado un rendimiento notablemente positivo, beneficiando a las carteras de inversión con más peso en este activo a pesar de un contexto de incertidumbre política y económica. Como podemos observar en el gráfico siguiente, el 2024 ha registrado una rentabilidad positiva del 24,9% especialmente en los mercados de EE. UU. (en el gráfico representado el S&P 500 por su larga historia disponible).
Sin embargo, el promedio de rentabilidad de este índice, que se sitúa en el 11,8%, resulta poco representativo, ya que pocos años presentan valores cercanos a esta cifra. Los puntos en el gráfico correspondientes a los diferentes años parecen más bien dardos lanzados al azar, ilustrando la gran dispersión de resultados año tras año y, por tanto, la dificultad de acertar.
Los mercados de renta fija (bonos) son en general menos volátiles, por lo tanto, puede ser más predecible. Pero aun así, surgen sorpresas: en el momento de escribir este post aún se están recuperando (aun un -10% por debajo acumulado) de las caídas históricamente excepcionales del 2021(-2,2%)y especialmente la del 2022, del -13,3% (ver gráfico siguiente). Esta cifra está muy lejos de su promedio positivo del 3,1%. De hecho, los años en negativo en el índice Global Aggregate Bond son excepcionales: solo 4 años de los 25 de historia de que disponemos, 2 de ellos como hemos visto recientemente.
Los mercados funcionan en ciclos, alternando periodos de subidas con correcciones, y momentos más favorables a un activo u otro. En este contexto, a menudo te surgirán dudas si deberías ajustar tu perfil de riesgo o salir del mercado y quedarte en liquidez o dejar tu dinero en un depósito o cartera ahorro ahora que los tipos son positivos.
En inbestMe, como expertos en gestión de carteras y asesoramiento financiero, creemos firmemente que tratar de anticiparse al mercado o hacer lo que en inglés se denomina “market timing”, es decir, intentar predecir los movimientos futuros, puede ser una estrategia costosa y contraproducente. Nuestra recomendación es mantener el rumbo siempre que tus objetivos financieros no hayan cambiado.
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Toggle¿Qué es el «market timing» o sincronización del mercado?
El «market timing» o sincronización del mercado, o intentar anticiparse al mercado, es una estrategia de inversión que intenta acertar, comprar activos cuando están baratos y venderlos cuando están en su punto más alto para maximizar las ganancias. Aunque suena atractivo y fácil en teoría, en la práctica es extremadamente difícil de ejecutar debido a la complejidad e incertidumbre de los movimientos a corto plazo.
Nuestra psicología nos impulsa a hacer “market timing”, es inherente a nosotros, nos gusta ganar. Forma parte de nuestra naturaleza ser especuladores. El especulador suele estar influido principalmente por el exceso de confianza, la ilusión de control y el sesgo de confirmación. Estos sesgos nos llevan a creer que podemos predecir el mercado, controlar los resultados mediante nuestra habilidad o conocimiento, y buscar información que valide nuestras decisiones. También influyen nuestra perspectiva de corto plazo, que nos hace reaccionar a movimientos diarios, la imitación social, que nos empuja a seguir a la multitud, y la ilusión de control, que nos hace buscar decisiones activas en un entorno incierto. Superar estas trampas requiere educación, disciplina emocional y confiar en estrategias automatizadas y diversificadas para evitar errores impulsivos.
A menudo, esta estrategia se lleva a cabo de forma inconsciente: mantener demasiado efectivo en una cuenta corriente, dejar de realizar aportaciones regulares durante épocas de incertidumbre o desinvertir durante caídas de mercado son otras formas inadvertidas y a menudo impulsivas de intentar anticiparse al mercado.
¿Por qué es tan arriesgado el “market timing”?
El principal problema del «market timing» o sincronización del mercado es que requiere acertar en dos decisiones clave:
- Cuándo salir del mercado (vender).
- Cuándo volver a entrar (comprar).
Este doble acierto es muy complicado de lograr, ya que las emociones y los sesgos cognitivos suelen interferir en el proceso. Por ejemplo, durante los mercados alcistas, la codicia puede hacer que los inversores mantengan posiciones esperando rendimientos aún mayores, mientras que en mercados bajistas el miedo puede llevar a tomar decisiones precipitadas. Por eso el “market timing” es tan arriesgado. Aunque aciertes la salida, puedes no acertar la entrada y al revés, reduciendo la probabilidad de éxito. A menudo el “market timing” resulta en todo lo contrario: comprar caro (porque no acertamos el mínimo) o vender barato porque nos asustamos en una corrección de mercado cuando los mercados están altos.
Además, identificar máximos y mínimos del mercado solo es evidente a posteriori y por mucho que se diga, el análisis técnico sirve para identificar claramente en retrospectiva mercados bajistas y mercados alcistas, pero no para adivinar sistemáticamente el futuro. Durante un periodo de incertidumbre, los mercados pueden mostrar señales mixtas: movimientos laterales, falsas alarmas o correcciones temporales que no necesariamente indican una caída prolongada.
Equivocarse en el momento de entrada o salida puede tener un coste significativo. De hecho, los mejores días del mercado suelen ocurrir en momentos de gran volatilidad. Perderse incluso un solo día con fuertes subidas puede tener un impacto considerable en el valor a largo plazo de una inversión. También vimos lo difícil que es el market timing en las crisis recientes.
El tiempo en el mercado supera al “market timing”
Somos conscientes de que, para la mayoría, permanecer en el mercado cuando está en máximos parece el mayor riesgo, ya que existe el temor de que pueda bajar. Sin embargo, esto parte de la idea de que somos capaces de identificar con precisión tanto el punto máximo como el mínimo posterior para evitar perder la recuperación. Este doble acierto, como ya hemos dicho, es prácticamente imposible de lograr, incluso para los profesionales más experimentados. De hecho, numerosos estudios han demostrado que permanecer invertido en el mercado a largo plazo es más beneficioso que intentar predecir sus movimientos. Por ejemplo, en un estudio de Vanguard el cual ya mencionamos analizó diferentes estrategias de inversión y concluyó que invertir de una sola vez suele superar incluso a la inversión periódica en dos de cada tres ocasiones, con una rentabilidad media aproximadamente un 2% superior en un horizonte de 10 años. La inversión periódica o recurrente que nosotros mismos recomendamos es simplemente una estrategia útil para vencer nuestra aversión al riesgo.
La importancia de una asignación adecuada
En inbestMe, nuestras carteras están diseñadas, entre otras cosas, considerando tu horizonte temporal de inversión para determinar la distribución de activos más adecuada. A continuación, te presentamos nuestras principales carteras y los horizontes temporales para los que están pensadas:
- Cartera Ahorro: Ideal para inversores con un horizonte temporal corto o que puedan necesitar liquidez en cualquier momento. Esta cartera se centra en activos monetarios, ofreciendo una rentabilidad moderada con mínima volatilidad.
- Carteras Objetivo: Diseñadas para quienes tienen un objetivo financiero específico con una fecha determinada. Estas carteras combinan bonos corporativos de alta calidad y activos de renta fija, buscando fijar una rentabilidad objetivo atractiva al vencimiento. Ofrecemos diferentes opciones según el vencimiento, desde el 2025 hasta el 2028.
- Carteras de bonos: Estas carteras están diseñadas para ofrecer una solución diversificada y fiscalmente más eficiente que la inversión directa en bonos o letras del Tesoro. Aprovechan el entorno actual de tipos de interés positivos y se adaptan a diferentes perfiles de riesgo, con una opción prudente para quienes buscan estabilidad y una opción más atrevida para quienes persiguen un mayor rendimiento dentro de la renta fija y cuando el horizonte no es tan determinado como en el caso anterior.
- Carteras Diversificadas: las carteras de fondos indexados (o de ETFs para no residentes en España) están recomendadas para inversores con horizontes temporales de medio a largo plazo. Estas carteras ofrecen una amplia diversificación en diferentes clases de activos y geografías, ajustándose al perfil de riesgo y objetivos de cada inversor con o sin estilo ISR (inversión socialmente responsable).
- Carteras de Planes de Pensiones: Pensadas para quienes buscan planificar su jubilación a largo plazo, ofrecemos 11 perfiles de carteras, planes de pensiones, con o sin sesgo ISR (inversión socialmente responsable).
Lo dice un refrán de autor desconocido, “no se trata de hacer timing al mercado, sino de tiempo en el mercado” (del inglés “It’s not about timing the market, but time in the market”).
Es fundamental dejar de lado el market timing y centrarse en estar el máximo tiempo posible en el mercado, seleccionando y/o combinando carteras que se alineen con tus horizontes temporales y objetivos financieros. Una estrategia efectiva es diversificar en varias carteras específicas para cada horizonte y objetivo, lo que te permitirá navegar y gestionar mejor la volatilidad inherente del mercado. Solo considera cambiar si tus objetivos han cambiado, no si hay caídas en los mercados. En ese caso tómate tu tiempo y asegúrate de que no haces cambios precipitados y llevado por el pánico.
Aun así, entendemos que tu mente especuladora puede seguir tentándote. Si decides ceder a esa tentación, asegúrate primero de tener tus objetivos claramente definidos y controla el riesgo, dedicando solo un porcentaje limitado de tu patrimonio a la especulación en una cuenta bien separada para que puedas ver cómo te va.