El interés compuesto y la inversión recurrente, la fórmula ganadora

Albert Einstein dijo una vez —o al menos así se le atribuye— que el interés compuesto es “la octava maravilla del mundo. Quien lo entiende, lo gana… quien no, lo paga”.

Aunque probablemente la frase no sea suya, encierra dos verdades incontestables:

  • El interés compuesto es una de las fuerzas más poderosas para hacer crecer tu patrimonio a largo plazo.
  • Y lo más importante: mejor que juegue a tu favor y no en tu contra.

¿Qué es el interés compuesto?

El interés compuesto permite generar rentabilidad no solo sobre el capital inicial, sino también sobre los intereses acumulados. Es decir, tus ganancias también generan nuevas ganancias. 

Una forma gráfica es pensar en el efecto de “bola de nieve”. Este efecto se amplifica con el tiempo, convirtiéndolo en tu mejor aliado

Es un tema que hemos cubierto ampliamente en nuestro blog y puedes verlo en más detalle desde diferentes perspectivas:

Hasta lo hemos visto desde la perspectiva didáctica:

Interés compuesto y matemática financiera: errores comunes

E incluso desde su efecto negativo en los costes:

El lado negativo del interés compuesto

Veamos un ejemplo práctico: si inviertes 1.000 € a un 5,5% anual durante 30 años, sin aportar más dinero, podrías terminar con cerca de 5.000 €. 

El impacto de las aportaciones recurrentes y el tiempo

Pero si además aportas 150 € al mes, el resultado tras 30 años supera los 142.000 €, habiendo contribuido solo 55.000 €. Es decir, más de 85.000 € provienen únicamente del crecimiento acumulado.

En el interés compuesto, el tiempo lo es todo.

Dicho de otra manera, la clave es empezar cuanto antes. Iniciar tus inversiones a los 30 años con aportaciones periódicas tiene un efecto mucho mayor que empezar 10 o 20 años más tarde, incluso aunque aportes más cada mes. En inbestMe te facilitamos precisamente eso: puedes empezar con un importe bajo desde 1.000 €  (o 250 € en planes de pensiones) con una estrategia automatizada y adaptada a tu perfil y objetivos. 

Sigamos con el ejemplo (ver gráfico superior): vimos que empezando con 1.000 € a los 30 años aportando 150 €, a los 60 años, con un interés del 5,5 %, tendrías los 142.539 €. Si, en cambio, empezaras a invertir a los 40 o 50 años, y, por tanto, solo tuvieras un horizonte de 20 o 10 años, tendrías que aportar 292 € al mes (si empiezas a los 40) o 760 € al mes (si empiezas a los 50) respectivamente para alcanzar la misma cantidad a los 60 años.

Esto muestra el impacto excepcional de empezar antes: cuanto más tiempo tenga tu dinero para crecer, menos necesitas aportar cada mes para alcanzar el mismo capital final objetivo.

Buenos y simples hábitos financieros multiplican el efecto

Entender el interés compuesto es solo el primer paso. 

El segundo es ponerlo en práctica mediante hábitos consistentes: ahorrar una parte de tus ingresos, nada más recibirlos (pagarse primero a sí mismo o al yo futuro), revisar periódicamente tus aportaciones, e incrementar si es posible tu inversión a medida que crecen tus ingresos. 

Automatizar el proceso con aportaciones recurrentes, como permite inbestMe, lo convierte en un hábito sostenible y efectivo.

Solo tienes que clicar en el botón “Aportación recurrente” (segundo botón empezando por la derecha) y seguir los pasos.

Además, mantenerse invertido es crucial. La volatilidad del mercado puede asustar, pero la historia demuestra que los inversores que piensan en el largo plazo suelen ser los más exitosos. Cuanto más largo sea tu horizonte temporal mejor. 

Como dijo Warren Buffett: “tu horizonte temporal es tu mejor activo”, ya que magnifica el efecto del interés compuesto.

Nueva llamada a la acción

El nivel de rentabilidad es muy importante

En los ejemplos anteriores hemos utilizado una rentabilidad anual (TAE) del 5,5%. Vemos en el gráfico siguiente como el nivel de rentabilidad tiene un impacto muy importante:

  • si esa rentabilidad anual bajase al 4,5%, el capital final sería mucho menor (118.500 €). 
  • en cambio, si la rentabilidad anual subiera al 6,5% esta sería mucho mayor (172.195 €). 

Por eso es tan importante asegurarse de que tus inversiones, además de que estén bien diversificadas, estén bien alineadas con tu horizonte y perfil maximizando el resultado.

La inversión en fondos indexados, como los que usamos en inbestMe, permite capturar la rentabilidad de los mercados globales con una gestión eficiente y comisiones mínimas. Por ejemplo, mientras que los depósitos tradicionales han ofrecido rentabilidades medias en torno al 1% en las últimas décadas, nuestras carteras diversificadas de fondos indexados tienen expectativas de rentabilidad del 3% al 7% en función del perfil de riesgo. Aunque las rentabilidades del pasado no son garantía de rentabilidades futuras a cierre del 2024, las rentabilidades históricas estaban en general por encima de esas expectativas.

En el gráfico superior se muestra la diferencia entre invertir al 1 % y al 5,5 % durante 30 años, partiendo de 1.000 € iniciales y aportando 150 € al mes: 64.587 € frente a 142.539 €, respectivamente.

Invertir a largo plazo en carteras indexadas no solo te da acceso a ese potencial de rentabilidad, sino que también protege tu dinero frente a la inflación, el enemigo silencioso del ahorro.

Automatiza el proceso con el simulador de objetivos

No hace falta que elabores complejas hojas de cálculo para llegar a hacer todas estas simulaciones que hemos ido comentando.

Para ello, hace unos meses lanzamos el simulador de objetivos.

El simulador de objetivos es una excelente opción para ponerte definitivamente en modo automático y poder simular y seguir la consecución de tus objetivos.

Para activarlo, simplemente clica en “Establecer objetivo” dentro de cada cuenta (recuerda que puedes tener diferentes cuentas con diferentes objetivos). Sólo tienes que determinar el periodo y el importe a alcanzar y obtendrás la indicación de la aportación adicional o recurrente que tienes que programar. 

Busca alcanzar una probabilidad de éxito del 65% o superior lo antes posible. Para ello, realiza aportaciones periódicas, idealmente automatizadas, y después despreocúpate. Revisar tu estrategia una vez al año y hacer ajustes puntuales (solo si quedas por debajo de ese 65%) será más que suficiente.

Solo unos meses después de su lanzamiento, el 15% de nuestros clientes ya ha activado esta herramienta. Si bien esta cifra inicial es alentadora, creemos firmemente que su potencial es mucho mayor y aspiramos a que la gran mayoría de nuestros usuarios se beneficie de ella.

No esperes más: usarlo aumenta significativamente tus posibilidades de alcanzar tus objetivos y te pone en modo automático.

Esto te aislará de tus emociones y de la volatilidad del mercado y te permitirá centrarte en las partes más importantes de tu vida.

El interés compuesto y la inversión recurrente, una fórmula ganadora

El interés compuesto no te hará rico de la noche a la mañana, pero sí puede ayudarte a construir una gran diferencia con el tiempo. Cuanto antes empieces, mejor. Incluso con pequeñas cantidades.

En inbestMe te damos todas las herramientas para aprovechar el interés compuesto al máximo: automatización, diversificación, comisiones reducidas y una filosofía de inversión eficiente basado en la eficiencia de la indexación. Tu futuro financiero no se construye con grandes gestos, sino con pequeñas decisiones bien tomadas, repetidas a lo largo del tiempo.

Empieza pronto, invierte con constancia y deja que el tiempo haga el resto. 

El interés compuesto y la recurrencia en la inversión son una fórmula ganadora.

Nueva llamada a la acción

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