¿Es una buena idea invertir solo en el S&P 500?

El S&P500 es la referencia para la mayoría

El S&P 500 es uno de los índices bursátiles más conocidos del mundo y una referencia clave para la mayoría de los inversores. Pero ¿es realmente la mejor estrategia invertir todo tu dinero en este índice?

El S&P 500 es ampliamente considerado como el mejor indicador de las acciones de gran capitalización en EE. UU. El índice incluye 500 empresas líderes y cubre aproximadamente el 80% de la capitalización de mercado disponible. Por tanto, a través del S&P 500 obtenemos exposición a algunas de las empresas más grandes y exitosas de EE.UU., pero como toda inversión, tiene sus pros y sus contras. En este artículo, exploramos sus ventajas, desventajas y lo que la historia nos enseña sobre la importancia de la diversificación.

Lo bueno de invertir en un índice como el S&P 500

La gestión pasiva o indexada, es decir invertir con índices, es sin duda una de las formas más eficientes de rentabilizar nuestro dinero. Y sin duda el S&P 500 es uno de los índices más importantes. El mercado de EEUU representa el 65% del ACWI (All Country World Index) de MSCI.

Como el S&P 500 incluye las 500 empresas estadounidenses más grandes por capitalización de mercado, proporciona una diversificación ya de por sí relevante . Reúne tecnología, farmacéuticas, bancos y otros sectores, y su composición se actualiza constantemente, reemplazando a las empresas que caen fuera del ranking periódicamente por otras que destacan de acuerdo a unos criterios preestablecidos. (Ver anexo).

Cómo ya hemos visto en otras ocasiones el índice S&P 500 no está exento de grandes caídas y aunque baja rápido, sube más y más tiempo. Históricamente tiene ciclos alcistas que pueden extenderse entre 2 y 12 años, mientras que los ciclos bajistas, tienen una duración promedio de 1,1 años.  Pero en algunos casos pueden prolongarse hasta 2,5 años, como en el caso de la “Burbuja tecnológica” que pueden parecer interminables (Ver gráfico superior).

Gracias a la adaptabilidad y representatividad del índice, los inversores incorporan automáticamente nuevas historias de éxito sin necesidad de realizar ajustes. Sin ir más lejos un buen ejemplo es NVIDIA en los dos últimos años:  su crecimiento ha impulsado el índice. Otros años fueron otras grandes tecnológicas. Invertir en el S&P 500 significa beneficiarse del auge de estos gigantes de forma automática. Ahora son las tecnológicas, en el pasado fueron los ferrocarriles, los bancos o las petroleras. Invirtiendo en el índice obtenemos una gestión óptima gratis sin tener que adivinar qué empresa o sector lo hará mejor. 

Es el gran beneficio de invertir a través de índices: y esto no sólo es aplicable al S&P 500 sino también a los grandes índices mundiales.

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¿Te conviene sólo invertir en renta variable?

Invertir solo en el S&P 500 implica estar 100% expuesto a la renta variable, lo que puede no ser adecuado para el logro de todos los objetivos financieros o perfiles de inversor. La renta variable, aunque ofrece oportunidades de crecimiento a largo plazo, también conlleva una mayor volatilidad y el riesgo de caídas significativas. Ejemplos recientes incluyen la crisis ligada a la inflación reciente y la guerra de Ucrania (2022/2023) y la caída abrupta (-34%) del mercado durante la pandemia de COVID-19 en 2020. Sin olvidar la gran crisis financiera del 2008 donde llegó a caer un 50%.Por lo tanto, antes de decidir invertir exclusivamente en este índice, es fundamental evaluar la tolerancia al riesgo y los objetivos financieros personales.

En todo caso conviene recordar que antes de invertir tenemos que tener constituido un buen fondo de emergencia y para ello nuestra cartera de ahorro puede ser ideal.

¿Pero es suficiente invertir solo en el S&P 500?

Aunque nuestros objetivos nos permitan invertir mayormente en renta variable, ¿acaso es suficiente invertir solo en el S&P 500?. La respuesta es no. Aunque invertir en un índice es una opción más inteligente y fácil para la mayoría que elegir acciones individuales, presenta un problema: el riesgo de concentración. Apostar solo por EE.UU. nos aleja de las oportunidades de invertir en el mundo globalizado en que vivimos. Cómo hemos visto aunque el S&P500 representa un 65% de la capitalización bursátil mundial, no cubre el otro 35%, ni otras clases de activos financieros.

Además, el S&P 500 ahora mismo tiene una alta concentración. A pesar de incluir 11 sectores económicos, está dominado por la tecnología. Hoy, empresas como Apple, Microsoft y Google además de ahora NVIDIA o TESLA representan una parte significativa del índice. Si el sector tecnológico sufre, el S&P 500 también.

Riesgo de divisa

Invertir exclusivamente en el S&P 500 implica asumir un riesgo de divisa, especialmente para los inversores internacionales, y en particular para los europeos. Dado que el S&P 500 está denominado en dólares estadounidenses, un inversor cuya moneda base sea por ejemplo el euro no solo estará expuesto a la evolución del índice, sino también a las variaciones en el tipo de cambio EUR/USD. Esto significa que, incluso si el S&P 500 obtiene rentabilidad positiva en dólares, una depreciación del dólar frente al euro podría reducir o incluso anular los beneficios en términos de la moneda local del inversor.Esta exposición a una moneda extranjera puede añadir volatilidad innecesaria a la cartera y debe ser considerada cuidadosamente antes de tomar una decisión de inversión.

Por otro lado, para inversores cuya moneda local tiende a depreciarse frente al dólar, como en muchos países latinoamericanos o incluso en China, invertir en dólares puede ser una estrategia beneficiosa. Sin embargo, esto no es una regla absoluta, ya que las fluctuaciones del tipo de cambio dependen de múltiples factores económicos y geopolíticos.

Ciclos y cambios en el liderazgo de los mercados

En los últimos 15 años, las acciones estadounidenses han liderado el mercado global, especialmente tras la crisis financiera de 2008. Sin embargo, esto no ha sido siempre así. A lo largo de la historia, EE.UU. y otros mercados han intercambiado posiciones de liderazgo:

  • Años 70: Europa y Japón crecieron rápidamente mientras EE.UU. sufría estanflación y crisis energéticas.
  • Años 80: EE.UU. resurgió con reformas económicas y desregulación.
  • Años 90: El boom de las «puntocom» consolidó a las tecnológicas americanas.
  • Años 2000: Tras la burbuja de las puntocom, los mercados emergentes (China, India, Brasil) crecieron más rápido que EE.UU.

Desde 1975, el S&P 500 ha acumulado una revalorización del 31.411%, con una rentabilidad anualizada del 12,1%. En comparación, el MSCI World Ex-US (índice mundial que excluye los EEUU) ha obtenido un 5.025%, equivalente a un 8,2% anualizado. La brecha de rentabilidad entre el S&P 500 y el MSCI World EX-US se ha acentuado desde la crisis de 2008, como veremos a continuación.

Desde el 2008 el S&P500 ha dominado…pero

Desde 2008, EE.UU ha dominado gracias a la innovación tecnológica y políticas monetarias expansivas. Desde entonces el S&P500 acumula un 490%/10,9% anualizado (TAE) mientras el MSCI World Ex-US se ha quedado muy atrás con un 93,5%/3,9% anualizado.

El impresionante rally del S&P 500 en los últimos años ha llevado a muchos inversores a creer que invertir exclusivamente en este índice es la clave para el éxito financiero. Esta percepción es comprensible, ya que nuestra psicología tiende a dar más peso a los eventos recientes, influenciando nuestras decisiones de inversión.

Pero ya hemos visto que la historia muestra que el liderazgo no es permanente.

Por ejemplo, en lo que va de 2025, Europa (con el MSCI Europe subiendo un 9,4%) ha superado significativamente al S&P 500 (2,2%), con una diferencia de 7,2 puntos porcentuales según vemos en el gráfico superior.

No podemos saber si esto marca un cambio de tendencia, ni es la intención de este artículo determinarlo. Sin embargo, parece que el buen desempeño de los índices europeos está relacionado con el aumento del gasto en defensa, que podría estar estimulando la economía.

Lo realmente importante es comprender que no es necesario predecir estos movimientos para tomar buenas decisiones de inversión. Un buen ejemplo de ello es que, independientemente de si el argumento anterior sobre el incremento de gasto en defensa es cierto o no, un inversor que invierte a través de índices no necesita anticipar estos factores. Su única tarea es asegurarse de mantener una exposición diversificada que incluya las principales regiones macroeconómicas, y sin duda Europa es una de ellas.

La importancia de la diversificación

Invertir solo en el S&P 500 podría ser una apuesta arriesgada a largo plazo. Cuando nos preguntamos si los mercados bursátiles estaban caros vimos como el Forward P/E del S&P 500 era de 22,6 vs el 14,5 para el MSCI World Ex-Us según vemos el gráfico que hemos recuperado.

Otro ejemplo, en el periodo 2001-2010, el S&P500 tuvo una rentabilidad cercana a cero.

Mientras que en el mismo periodo los mercados emergentes multiplicaron significativamente su valor acumulando un 245% de rentabilidad, eso sí con muchísima volatilidad.

Con ello no estamos diciendo que esto vuelva a ocurrir. Probablemente hay nuevas tecnologías, la IA como la más evidente ahora mismo que justifica el gran crecimiento de algunas compañías tecnológicas en EEUU. Pero sí que la diversificación permite capturar oportunidades en cualquier mercado, sin depender de una sola región. No podemos prever si EE.UU. seguirá liderando en las próximas décadas, pero aunque así fuera una cartera más global reduce riesgos y maximiza oportunidades.

Carteras diversificadas y equilibradas para ti

Invertir en el índice S&P 500 es una opción sólida y siempre tendrá un peso muy relevante especialmente en carteras con alta exposición a renta variable. Sin embargo, no debería ser la única opción.

A menudo nos preguntan: “¿Puedo invertir en el S&P 500?” 

Nuestra respuesta es clara: “sí, pero no te aconsejamos invertir solo en él.”

En inbestMe creemos que la diversificación es clave, porque permite reducir riesgos sin necesidad de predecir el futuro. Lo más importante es definir tus objetivos y horizonte de inversión, y a partir de ahí, determinar el equilibrio adecuado entre las diferentes clases de activos, principalmente renta fija y renta variable.

Incluso en una cartera dominada por renta variable, no es recomendable concentrarse en un solo índice, por muy bien que haya ido en los últimos años. De hecho, su fuerte rendimiento reciente podría ser una señal de que el futuro no será tan brillante. El mercado estadounidense ya cotiza a múltiplos muy altos como hemos visto más arriba.

Pero en lugar de intentar adivinar el mercado, la mejor estrategia es diversificar. En inbestMe diseñamos carteras globalmente diversificadas, en las que el S&P 500 tiene un papel importante (en torno al 50% en la parte de renta variable), pero complementado con exposición a otras regiones y clases de activos. Incluso en carteras muy expuestas a renta variable, integramos empresas de pequeña capitalización y activos inmobiliarios, un sector castigado recientemente pero con potencial a largo plazo.

Recuerda el viejo dicho: no pongas todos los huevos en la misma cesta. Construye una cartera global, equilibrada y adaptada a tus objetivos para maximizar tus oportunidades de éxito financiero.

Descubre tu perfil de riesgo y te gestionaremos una cartera adaptada a ti.

ANEXO: CRITERIOS DE REVISIÓN DE LAS EMPRESAS QUE COMPONEN EL S&P 500

Las empresas que componen el S&P 500 se revisan trimestralmente, aunque los cambios no siguen un calendario fijo y pueden ocurrir en cualquier momento si una empresa deja de cumplir los criterios del índice.

En resumen: Cuanto más grande y más negociada sea una empresa en bolsa, más influye en los movimientos del S&P 500.

Proceso de revisión y actualización

  • El comité del S&P Dow Jones Indices se reúne regularmente para evaluar la composición del índice.
  • Las revisiones más habituales ocurren en marzo, junio, septiembre y diciembre.
  • Se pueden hacer cambios en cualquier momento si una empresa es adquirida, quiebra o deja de cumplir los requisitos.

Criterios de inclusión

Para estar en el S&P 500, una empresa debe cumplir con ciertos requisitos, como:

  • Tener su sede en EE.UU.
  • Una capitalización bursátil mínima (actualmente superior a $14.5B aprox.).
  • Ser rentable en sus últimos cuatro trimestres.
  • Tener una liquidez y volumen de negociación elevados.

Los cambios en el índice buscan reflejar el mercado de manera más precisa, manteniendo una representación equilibrada de los sectores económicos.

¿Qué significa todo esto? Pues que básicamente estos criterios determinan la gestión del índice, y que no hace falta que gestores profesionales lo gestionen cargando altas comisiones: el que sigue un índice acepta esos criterios de inclusión que determinan en definitiva su gestión.

Hay que señalar que en el índice las empresas tienen una ponderación según su capitalización de mercado: significa que las empresas dentro del índice no tienen el mismo peso, sino que su influencia en el índice depende de su tamaño en la bolsa.

¿Cómo se calcula la capitalización ?

1. Capitalización de mercado: Es el valor total de una empresa en bolsa (precio de una acción × número total de acciones).

La capitalización se ajusta por flotación.

2. Ajuste por flotación: No se cuentan todas las acciones, solo las que realmente están en circulación y pueden ser compradas y vendidas libremente (excluyendo, por ejemplo, acciones controladas por el gobierno o grandes accionistas que no las venden habitualmente).

En definitiva una empresa con alta capitalización y alta flotación tendrá un peso muy alto en el índice, y viceversa.

Puedes obtener más información sobre el índice S&P 500 en S&P Global.

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