El concepto ‘duración de un bono’, o más bien el de riesgo de duración de un bono, saltó a la fama a mediados de marzo de 2023, mientras el mundo intentaba entender la quiebra en cadena de una serie de bancos estadounidenses (entre ellos, Silicon Valley Bank, Signature Bank o First Republic). El motivo detrás del hundimiento de esas entidades estaba en que la rápida subida de tipos por parte de la Reserva Federal (FED) había hundido el valor de sus carteras de bonos, provocando un efecto en cadena que llevó a su desaparición.
En ese momento, el gran público se lanzó a intentar comprender un concepto que en principio parece poco intuitivo. Al fin y al cabo, cualquiera podría decir que la duración de un bono es conocida, al igual que la rentabilidad. Aunque nada más lejos de la realidad, ya que entender que duración no equivale a vencimiento y que rentabilidad no es lo mismo que precio es vital para cualquier inversor interesado en los bonos.
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Toggle¿Qué es la duración de un bono?
Un aspecto crucial a la hora de invertir en bonos es tener claro que el vencimiento y la duración de un bono no es lo mismo. El primer concepto hace referencia a la vida del título, desde que se entrega el dinero y se obtiene dicho bono hasta que se cancela y se devuelve el principal, ya sea al propio inversor o a otro que lo haya adquirido en el mercado secundario. Por su parte, el segundo concepto hace referencia al tiempo que transcurre hasta que un inversor recupera el dinero invertido, ya que como ese título de deuda paga unos intereses, cupones, suele ser más pequeño que el vencimiento.
Duración de un bono y tasas de interés
De manera informal, la duración de un bono es una medida que nos sirve para saber el tiempo que tardamos en recuperar nuestro dinero, pero en realidad es un concepto mucho más profundo que nos ofrece información útil sobre el propio bono. Y es que también es una medida del llamado riesgo de la tasa de interés que pone en relación factores como el propio vencimiento, el rendimiento, el cupón y las opciones de ser llamado (que se devuelva el principal antes de tiempo), de tal manera que se obtiene un número que mide su sensibilidad antes cambios en las tasas de interés.
¿Por qué es tan importante la duración de un bono?
La información que nos proporciona la duración de un bono es esencial para cualquier cartera de deuda, ya que nos permite entender cómo cae su valor cuando las tasas aumentan y cómo sube cuando las tasas caen. Así, los gestores (y los inversores) lo que intentan es condicionar su cartera en función de una situación u otra. Así, si un inversor espera que las tasas de interés caigan, preferirá invertir en títulos que alarguen la duración media de sus bonos, ya que el valor de su porfolio aumentará más que el de los bonos comparables con duraciones más cortas.
También puede ocurrir lo contrario, es decir, que las tasas aumenten, por lo que se configurará una cartera con unos bonos de menor duración. El juego es importante, especialmente, cuando se tienen grandes volúmenes de bonos. De hecho, la principal causa que tumbó a Silicon Valley Bank (junto a otras entidades) fue que el rápido aumento de las tasas por parte de la FED les pilló con una cartera de bonos a muy larga duración, lo que provocó una enorme pérdida de valor de los títulos a precios corrientes con la cadena de ruptura de balance, problemas de liquidez y finalmente quiebra.
¿Cómo se calcula la duración de un bono?
A la hora de calcular la duración de un bono podemos optar por distintas fórmulas que ponen en relación el cambio del precio y del interés del bono, la evolución del tipo de interés o los flujos de caja que retorna. No obstante, lo más sencillo es utilizar los tres conceptos principales que determinan la duración de un bono:
- Vencimiento del bono: el retorno del principal viene delimitado por el plazo de vencimiento, lo que implica que a mayor duración tardaremos más tiempo en recuperar nuestro capital.
- Estructura de pagos (cupones): a la hora de influir en el bono, la estructura de pagos tiene su importancia, ya que cuando recibimos una mayor cantidad de dinero de forma recurrente tardaremos menos en obtener el capital invertido.
- La tasa de interés: los intereses generados son la principal razón por la que la duración de los bonos varía. Al fin y al cabo, con un mismo nominal y un mismo plazo de vencimiento, todos los bonos durarían igual, no obstante, es el interés el que hace que sea más pequeña (si es mayor) o viceversa.
- Tipos de interés (o TIR): obviamente, si el tipo de interés mueve la duración del bono, la evolución de los tipos también lo hace. En este caso, la clave está en si aumentan o disminuyen, ya que son directamente proporcionales, por ejemplo, disminuyen los tipos, también lo hace la duración.
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