El mundo se está transformando para ser más sostenible. Las empresas pelean por sacar sus cuentas adelante, mientras intentan limitar su impacto en el medioambiente. Los gobiernos se afanan en reestructurar sus arcaicas instituciones e instalaciones para ser más amigables con las personas y el planeta. Pero conseguir muchos de esos objetivos no es ni fácil ni barato. Por ello, hace no mucho se abrió un mercado de financiación, que ahora es inmenso, a través de los llamados bonos ISR (inversión sostenible y responsable) o simplemente bonos sostenibles.
Este mercado arrancó en 2017 y generó tanta demanda que en apenas dos años ya tenía un tamaño de 122.000 millones de dólares, según BloombergNef. Aunque ese crecimiento va a más a medida que empresas e instituciones públicas solicitan más recursos para sus proyectos sostenibles y renovables. Así, si ya en 2021 un 25% de las nuevas emisiones de bonos corporativos, deuda emitida por las empresas, con grado de inversión fueron deuda sostenible, en 2022 esa cifra fue cercana al 33%.
Si quieres saber más de este mercado que crece de forma acelerada y cómo encaja en tus inversiones y carteras, sigue leyendo. Lo primero de todo, definiremos qué es un bono ISR y qué lo diferencia de los bonos convencionales.
¿Qué son los bonos ISR?
Los bonos ISR, son un tipo de deuda emitida por instituciones públicas o privadas (empresas) para financiar o refinanciar proyectos o actividades de carácter ecológico y social. Para que los emisores, que van desde compañías a gobiernos o ayuntamientos, puedan validar que su deuda es ISR, los proyectos que financian deben seguir un conjunto de directrices recogidas en los Principios de los Bonos Sociales (SBP, por sus siglas en inglés) de la ICMA (International Capital Market Association), en el caso de ser sociales, o a los Principios de los Bonos Verdes (GBP, por sus siglas en inglés), en el caso de los bonos verdes.
Tipos de bonos ISR
Los bonos ISR no solo están compuestos por las dos grandes categorías de deuda sostenible: bonos sociales y verdes, sino que pueden adoptar otras formas diferentes. En concreto, existe uno que ha cogido un gran impulso en los últimos años: los bonos vinculados a la sostenibilidad.
Técnicamente, son similares a los bonos ya citados, no obstante, este tipo de deuda tiene una particularidad importante: sus características financieras cambian dependiendo de si el emisor logra o no determinados objetivos de sostenibilidad, con los que se ha comprometido previamente. La particularidad es que, al conseguir esos objetivos, que se miden a través de unos indicadores clave de desempeño (KPI), el emisor logra reducir el coste de la deuda. No obstante, de no hacerlo, los intereses subirán.
La clave de este tipo de bonos es que suponen una enorme garantía para los inversores, ya que o bien se les asegura que cumplirán con los objetivos pactados o bien la remuneración crece. También hace que empresas o gobiernos se esfuercen más por conseguir verdaderos avances en sostenibilidad.
Principales ventajas de los bonos ISR
Entre las ventajas que han convertido a los bonos ISR en un producto imprescindible para los inversores destacan:
- Un crecimiento exponencial: a medida que más empresas y entes públicos se van sumando a los objetivos sostenibles, se necesitan financiar más proyectos. Eso está haciendo que el mercado crezca notablemente, lo que abre muchas posibilidades a los inversores generando un círculo virtuoso. De hecho, en los últimos meses comunidades autónomas como Madrid o Castilla y León se están sumando al mercado de bonos.
- Diversificación de cartera: a medida que el mercado crece, como hemos visto, las posibilidades de inversión se disparan, y ello permite a los inversores apostar por diferentes proyectos que ayuden a diversificar su cartera. Y no solo porque hay cada vez más proyectos diferentes, sino también porque hay más emisores y de procedencias geográficas diferentes.
- Mercados en continua innovación: los proyectos sostenibles a los que llega el dinero proveniente de los fondos sostenibles son increíblemente variados y ya no se limitan a sembrar los montes de placas solares o molinos de viento. De hecho, una parte importante de la financiación llega hasta proyectos pioneros, como la captura de CO2, que ya son el futuro de la sostenibilidad. Al invertir en este tipo de deuda, los inversores no solo generan retornos elevados, sino que también generan un mayor impacto en la sociedad.
- Transparencia y rendición de cuentas: una de las características que más valoran los inversores es que cualquier financiación exige una escrupulosa transparencia desde el principio. Así, ya sean bonos verdes o sociales, antes de recaudar los fondos los emisores deben emitir un informe detallado acerca del proyecto y para qué servirá cada euro. Pero no termina ahí, ya que los informes deben seguir haciéndose cada año para mostrar tanto que se están cumpliendo los objetivos iniciales, como dónde y cómo se está empleando el dinero recaudado.
- La relación entre la rentabilidad y el beneficio social: la ventaja más sobresaliente es que ofrece una relación entre obtener una rentabilidad elevada por nuestro dinero y la convicción de que estamos haciendo del mundo un lugar mejor. Además, no solo se trata del medioambiente, sino también de ayudar a las personas en el aspecto social.
inbestMe, la plataforma perfecta para invertir en bonos ISR
A la hora de invertir en este tipo de productos de deuda tienes varias opciones. Una de las más ventajosas es utilizar plataformas de inversión como inbestMe. La compañía es un roboadvisor o gestor de inversiones automatizado, que tiene una larga experiencia en España y que cuenta con varios premios por su desempeño. Dentro de su enorme abanico de productos podemos encontrar los bonos ISR, de tal manera que nuestra cartera se vea beneficiada.
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