Todo es negociable… las transferencias también

La mayoría de servicios son negociables

Hoy en día casi todo se puede negociar. Cuando alguien te hace un presupuesto lo primero que haces es intentar rebajar el precio manteniendo las prestaciones. En cambio, en el mundo financiero esto pasa poco. Damos por hecho que cuando vamos a nuestra entidad y pedimos un préstamo o abrimos un depósito el precio que nos da nuestro gestor es un precio cerrado como si hubiéramos entrado en el supermercado a por una caja de galletas y dos kilos de naranjas.

La realidad es un poco distinta. Si bien hay productos o servicios que tienen un coste estandarizado, por ejemplo un fondo de inversión o un plan de pensiones, otros se pueden negociar. Por ejemplo, una hipoteca puede tener un coste u otro dependiendo de nuestra vinculación con la entidad financiera o nuestra capacidad de endeudamiento, de ahorro etc. Lógicamente no nos van a cobrar lo mismo si compramos un piso pidiendo el 100% del importe que si pedimos el 40%, o si mantenemos inversiones en la misma entidad o si cobramos la nómina y pasamos los recibos por la cuenta vinculada a la hipoteca.

Lo mismo sucede con las comisiones: hoy en día hay muchas entidades que no cobran por algunos servicios, otras que cobran según el cliente y otras que cobran a todos aquellos que no se sientan a negociar.

Las comisiones no siempre son justificadas

Siempre he pensado que lo peor de las comisiones bancarias es su nombre. En el fondo es lógico que se cobre por los servicios prestados, pero hay algunas comisiones que son difíciles de justificar. Por ejemplo, una vez implantado el sistema de pagos europeos SEPA, ¿qué diferencia supone para la entidad realizar un traspaso de una cuenta a otra, una transferencia nacional o una internacional? Cada día están saliendo más soluciones de pagos que harán que al final no es que todas las transferencias serán gratis sino que deberán ser al instante.

Parece extraño que, por ejemplo, pueda conseguir que me envíen un paquete de Singapur a España en pocos días, y en cambio, si hago una transferencia a ese país pueda tardar más en llegar.

Pero volvamos al coste. Si mañana tuvieras que hacer una transferencia a otro país de la UE, ¿sabrías calcular cuánto te va a costar? Si sabes el importe y no es 0 te recomiendo que lo vayas a negociar con tu entidad, y si no lo sabes también te recomiendo, en el caso de que vayas a efectuar una transferencia, que lo negocies antes.

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