Si has llegado hasta aquí, probablemente te estés preguntando en qué empresas o sectores deberías invertir tu dinero. Después de las fuertes caídas por el COVID-19 que hemos vivido en los meses anteriores, es normal hacerse este tipo de preguntas.
Tanto si ya tienes experiencia invirtiendo como si no lo has hecho nunca antes, es muy probable que en tu entorno se empiecen a oír más conceptos financieros y de inversión que de costumbre. En este artículo te explicaremos el porqué y compartiremos nuestra visión de manera objetiva.
¿Es un buen momento para invertir?
Antes de decidir qué empresas o sectores son los mejores para invertir, deberíamos echar la vista al pasado. Después de haber vivido en 2019 uno de los mejores años de las últimas décadas, 2020 arrancaba con buen pie.
Como ocurre habitualmente después de largos períodos de rendimientos positivos, muchos expertos vaticinaban que se acercaba una posible crisis. Pero con el Brexit y la crisis comercial China relativamente controlados, todo apuntaba a que todavía podrían quedar algunos años de buenos rendimientos antes de la gran caída.
Todo cambió cuando se empezaron a propagar las noticias del COVID-19. Al principio, los mercados financieros tardaron en reaccionar porque parecía un hecho aislado que afectaría solo a China.
Sin embargo, en cuanto aparecieron los primeros casos fuera del continente asiático, el pánico se empezó a apoderar de los inversores y sufrimos unas de las mayores caídas de la historia de la bolsa.
La estadística demuestra que tras momentos de pánico y de grandes caídas, suelen llegar las mejores oportunidades, ya que los precios de la mayoría de activos caen de forma generalizada arrastrados por una inercia pesimista, lo cual se traduce en una mayor ganancia cuando todo vuelve a la normalidad.
Dicho así, puede parecer fácil, pero en realidad hay muchos factores que entran en la ecuación y que acaban complicando mucho la decisión.
Binomio riesgo/rentabilidad al invertir con empresas
Como en la mayoría de inversiones, también en momentos de crisis debemos tener muy presente el binomio riesgo-rentabilidad, que probablemente se verá afectado por un momento de incertidumbre como el que estamos viviendo.
Si bien es cierto que los precios de los activos están bajando y que comprando ahora estaremos invirtiendo a mejor precio que hace unos meses, nadie sabe realmente hasta dónde seguirán bajando.
Por tanto, no está claro qué sectores y empresas funcionarán realmente ni cuáles entrarán en quiebra, ya sea por no poder aguantar el golpe o por un cambio radical en el paradigma y comportamiento global futuro.
Podríamos afirmar entonces, que aunque la potencial rentabilidad es mucho mayor ahora, después de las caídas, la incertidumbre y el contexto actual nos llevan a pensar que el riesgo también se ha incrementado mucho. Aunque todo esto, al invertir al largo plazo no debe de importarnos, ya que siempre es un buen momento para empezar a invertir.
Entonces, ¿en qué sectores y empresas debería invertir?
Es la pregunta del millón. Antes de decidir en qué sectores y empresas deberías invertir, primero deberías determinar si es tu momento. Para ello, es importante que realices un test para identificar tu perfil de riesgo, el cual dependerá mucho de tus conocimientos de inversión, tu capacidad económica y tu aversión al riesgo.
Una vez determinado tu perfil, el tipo de inversión debería ir alineada con el mismo. Si tienes capacidad, experiencia, conocimientos y un nivel avanzado en inversión, es probable que sea un gran momento para encontrar oportunidades interesantes, pese al riesgo que ello conlleva. Otra cosa es que lo consigas.
En realidad, en condiciones normales, ya es difícil identificar oportunidades que no haya visto nadie más, por lo que intentar superar el rendimiento del mercado en condiciones de tanta incertidumbre como la que estamos viviendo actualmente, puede llegar a ser muy complicado, por no decir casi imposible.
La mejor opción siempre suele ser la más sencilla
En lugar de invertir en sectores concretos o intentar adivinar qué empresas lo harán mejor que otras, una estrategia más equilibrada podría ser la de invertir en todo el mundo.
Para la mayoría de personas, será difícil identificar oportunidades, por lo que valdrá más la pena buscar la máxima diversificación, tanto por tipo de activos, como por sectores o geografías.
La manera más simple de hacerlo, es mediante la inversión en fondos indexados o ETFs, que replican el comportamiento de índices globales y agrupan conjuntos de miles de empresas en sus carteras.
No conseguiremos superar el rendimiento del mercado, pero de esta forma, nos aseguramos de no perdernos la subida generalizada que suele venir después de las grandes caídas.
