La «nueva anormalidad»

Los mercados asumen la posibilidad de nuevos recortes de tasas

La NIRP (política de tipo de interés negativo) parece ser el nombre del “nuevo juego” en este momento. Las expectativas para una NIRP han aumentado dramáticamente desde el comienzo del año. El Banco de Japón, el BCE y los bancos centrales de Dinamarca, Suecia y Suiza, ya han adoptado una política de tipo de interés negativo. La FED está al menos evaluando la posibilidad de tasas negativas, y por primera vez se ha requerido a los bancos de Estados Unidos para llevar a cabo las pruebas de estrés, incluyendo en sus escenarios, la posibilidad de tipos de interés negativos.

Según los economistas de JP Morgan, el BCE podría reducir la tasa que cobra a los depósitos bancarios a -4,5% (sí, menos cuatro puntos y cinco por ciento!), el Banco de Japón al -3.45%,  y la FED hasta el -1,3% y el  Banco de Inglaterra a -2,5%. La idea es que los bancos comerciales, al tener cargas  por los fondos depositados en el banco central, ​​se verán empujados a aumentar el crédito a la economía real.

Pero si la ZIRP (política de tipos de interés cero) garantizó un largo período de revalorización de los precios de los activos y la baja volatilidad de estos, las expectativas de una adopción generalizada de políticas NIRP están causando una ola de pánico en los mercados financieros. Se trata de un experimento monetario sin precedentes y estamos entrando en territorio desconocido.

De la «nueva normalidad» a la “nueva anormalidad”

Los inversores tienen miedo de que la economía mundial pudiera estar dirigiéndose hacia una nueva recesión con tasas ya cerca o por debajo de cero y con las políticas de los bancos centrales cada vez más incapaces de levantar las expectativas de inflación. Las tasas negativas podrían perjudicar a la rentabilidad de los bancos y esta es la razón por la cual las acciones de los bancos se están desplomando desde el comienzo del año. Estas nuevos procedimientos de “rescate “están exacerbando el nerviosismo de los inversores hacia los bancos.

A partir de la idea de la «nueva normalidad» (un período de bajo crecimiento y bajos tipos de interés que siguió a la crisis de 2008/2009) podríamos estar entrando en lo que algunos comentaristas llaman la «nueva anormalidad».

El mercado espera  mucho más esta vez.

Una vez dicho esto, el mercado probablemente ha ido un poco por delante de los acontecimientos  con expectativas extremadamente negativas. La próxima semana, probablemente vamos a ver, como de costumbre, un aluvión de informes de los analistas de todo el mundo, acerca de cómo las tasas negativas pueden afectar a la economía y cuan profunda podría ser la recesión.

Pero la realidad es, en lo que se refiere a los EE.UU., que la economía sigue creando puestos de trabajo y los salarios están aumentando. A pesar de que las perspectivas de crecimiento en todo el mundo han disminuido, la FED va a ser muy reacia a adoptar una política de tipo de interés negativo, ya que el cambio de sentido en la estrategia socavaría su credibilidad y también debido a  las preocupaciones que generaría sobre al funcionamiento del enorme mercado monetario de los Estados Unidos.

El BCE probablemente presentará un paquete audaz de nuevas medidas de flexibilización en marzo. Con una tasa de depósito aún más baja ya sobre la mesa, la reciente agitación del mercado podría debilitar  la habitual oposición política a las nuevas medidas no convencionales. Esta vez necesitan ir más allá de lo esperado, en cuanto a la composición y la cantidad de QE. El mercado les está anticipando,  que una reducción de la tasa por sí sola no será bien recibida.

Las estrategias de inversión de nuestras carteras  están diseñadas para comportarse razonablemente bien en cualquier entorno de mercado.

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