La magia del interés compuesto o la novena maravilla

La magia del interés compuesto o la fuerza más poderosa del universo

Así es como el mismísimo Albert Einstein definió la fórmula del interés compuesto (probablemente más leyenda que realidad).

En la foto adjunta (trucada por cierto) lo vemos explicando una derivación de la propia fórmula. La poderosa fuerza que hace que sea posible en pocos años doblar una inversión en función del tipo de interés.

Tomemos como ejemplo la media de revalorización anual compuesta del S&P 500 que se situa en torno al 9%.

72/ tipo de interés %= num. de años para doblar tu dinero!

72/9=8 años

En 8 años un inversor puede doblar su inversión si deposita su dinero en el S&P 500. Esto es, claro,  asumiendo que el % de crecimiento interanual compuesto siga en su promedio del 9%. Esa es la magia de la fórmula.

Veamos rápidamente la construcción de la fórmula y entenderemos enseguida el porqué.

La poderosa fuerza emana del aumento exponencial del capital que se manifiesta por la reinversión de los rendimientos obtenidos, de forma que esos rendimientos producen a su vez rendimientos multiplicativos, según la fórmula:

Capital inicial (1+i)^n= Capital final 

dónde i=tipo de interés o retorno y n= al número de años

En nuestro artículo sobre el árbol y el interés compuesto podrás ver más en detalle de dónde sale la fórmula.

En le ejemplo que nos ocupa podemos comprobar que:

(1+9%)^8=  2,  lo que nos reconfirma que en 8 años doblamos el capital (o ganamos el 100% que es lo mismo)

Pero en este post nos interesa resaltar cómo se muestra esta fuerza tan poderosa en el tiempo, lo podemos ver en las tablas siguientes.

Veamos dos supuestos relacionados con parte de nuestros servicios en Inbestme. Cómo evoluciona una inversión inicial de 10.000 euros a lo largo de los años (tabla 1). Vemos cómo hoy en día con los tipos por los suelos, ni un depósito ni la renta fija son alternativas reales para sacar un rendimiento a nuestros ahorros.  Vemos cómo un inversor dispuesto a aceptar las reglas de la renta variable (y su volatilidad implícita) obtendría un capital en 40 años de más de 314.000 € (doblando como ya hemos visto al cabo de 8 años). Vemos en la misma tabla, que con un perfil mixto un inversor puede obtener una revalorización más que razonable, acumulando en total, unos 110.000 €.

En la tabla 2 vemos una aproximación mucho más atractiva, es la que resulta de aportar, a parte de la cantidad inicial,  una cantidad adicional de 1.500 euros anuales. En este caso la cantidad se convierte en cifras que pueden perfectamente ayudar a tener un retiro aceptable. De nuevo un inversor con un perfil mixto o «equilibrado»  (60% renta variable, 40% renta fija) acumularía ayudado por «la fuerza» una cantidad que supera los 350.000 €, mientras que un perfil agresivo (100% renta variable) superaría los 800.000 euros. Un inversor privado que sea capaz de batir al mercado sólo con un +0.65% anual alcanzaría el millón de euros (es nuestro objetivo en las carteras personalizadas).

La gran ventaja de invertir una cantidad adicional cada año , es que, estaremos invirtiendo en diferentes momentos del mercado lo que nos garantiza en sí mismo una rentabilidad adicional y disminuye nuestro riesgo de forma significativa.

Pero esa fuerza poderosa también la podemos sufrir en otro componente de nuestras inversiones, por el lado de los costes.

Imaginemos un servicio de inversión que nos cuesta un 2% adicional sobre otro servicio: este coste adicional vendría de  la combinación de la comisión del asesor financiero, más los costes de transacción, y los costes implícitos de los fondos (que pocas veces se ponen de relevancia). Pues ese 2% al ser también acumulativo se nos comería alrededor de 50.000€ de nuestras ganancias.

Y es que esa fuerza poderosa tanto se manifiesta cuando hablamos de rendimientos como cuando hablamos de costes, por ese poderoso proceso acumulativo  que se manifiesta con en el tiempo. Los costes asociados a la inversión deben ser una de las prioridades del inversor en el proceso de decisión.

La «fuerza» es sobretodo una fuerza temporal, es decir relacionada con el tiempo. Basta con mirar el impacto que tiene esperar y empezar 10 años más tarde. Si comparamos las cifras para 30 y 40 años, en la tabla para cada columna. podemos observar por ejemplo como un inversor «equilibrado»  obiene el mismo capital que un inversor agresivo si empieza 10 años antes y seguramente con menos sobresaltos.

Si tienes claras tus necesidades y objetivos financieros y quieres empezar a hacer tus primeros pasos en el mundo de la inversión nuestras carteras Inbestme Strategic son una excelente manera de empezar. En ellas combinamos óptimos portafolios con ETFs de diferentes tipos de activos y mercados. Ahora puedes ser un exitoso inversor y sólo a partir de 1.000€.

Conoce tu perfil de inversión y empieza a invertir con nosotros cuanto antes. El tiempo y la disciplina son los mejores aliados para el inversor disciplinado.

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