Las inversiones son una parte importante de la planificación financiera a largo plazo de una familia. Hay muchas opciones disponibles, entre las cuales se encuentran los fondos de inversión y las acciones, que son dos de las alternativas más populares entre los inversores minoristas.
Aunque ambos tipos de inversiones pueden llegar a ser rentables, existen importantes diferencias entre ambos vehículos de inversión. En este artículo, analizaremos las diferencias clave entre invertir en fondos de inversión y acciones para ayudar a los inversores a tomar una decisión informada sobre cómo invertir sus recursos.
Diferencias entre los fondos de inversión y las acciones
Para muchos inversores, los fondos de inversión y las acciones son dos caras de la misma moneda, en realidad existen importantes diferencias entre ellas. A continuación, vamos a repasar las más importantes.
Seguridad
Las acciones son activos pertenecientes a la categoría de renta variable. Esto significa, por lo tanto, que son productos de mayor riesgo que otros, ya que el titular de la acción puede perder la totalidad de la inversión.
Los fondos de inversión ofrecen diferentes grados de seguridad. Desde los garantizados, que aseguran la totalidad del capital invertido, hasta los fondos de renta variable, que ofrecen un riesgo mayor a cambio de una promesa de rentabilidad mayor. Entre ellos, hay diferentes tipologías de inversión, como los inmobiliarios, los mixtos, los indexados o los fondos ISR, entre otros.
Liquidez
Tanto los fondos de inversión como las acciones son instrumentos muy líquidos, ya que, con una simple orden de venta, el titular recibe el montante de su inversión, teniendo en cuenta el precio de las acciones o las participaciones en ese momento.
Eso sí, las acciones son más líquidas que los fondos de inversión. El motivo es que, al dar la orden de compra, la cámara de compensación liquida la operación en bolsa, abonando el importe de la venta en la cuenta corriente del titular de las acciones justo después de dar la orden. En los fondos de inversión, en cambio, pueden transcurrir unos pocos días desde que se da la orden hasta que se abona el dinero al titular.
Fiscalidad
La fiscalidad es una de las principales diferencias entre un fondo de inversión y la inversión en acciones. En ambos casos, no se pagan impuestos hasta que no se liquide la inversión. Los beneficios materializados tributarán como ganancias y pérdidas patrimoniales, mientras que los dividendos lo harán como rendimientos del capital mobiliario en la base imponible del ahorro del IRPF.
Eso sí, los fondos de inversión suelen contar con una fiscalidad bastante más atractiva, por dos motivos. Por un lado, porque existen fondos de acumulación que reinvierten los dividendos en el patrimonio del fondo sin impacto fiscal. Y, por otro, porque es posible traspasar el patrimonio de un fondo a otro sin pagar impuestos. Estos dos beneficios hacen que los fondos aprovechen mucho mejor el efecto del diferimiento fiscal.
Diversificación
Los fondos de inversión son instrumentos que aglutinan el patrimonio de varios partícipes en un único vehículo de inversión. Esto hace que se pueda acceder a un conjunto más o menos amplio de activos en mejores condiciones que su compra individual y, por tanto, sean productos que ofrecen una mayor diversificación.
Como muestra, un botón. Pensemos en el índice S&P 500, compuesto por las 500 mayores empresas de Estados Unidos. Si quisiéramos replicarlo simplemente comprando las acciones, tendríamos que comprar una por una todas ellas, por lo que la inversión sería bastante importante. En cambio, a través de un fondo de inversión indexado, la inversión sería mucho más reducida, ya que, con unos pocos euros, tendremos una participación en todas ellas.
Costes
Tanto en la compra de acciones como en la compra de fondos de inversión se aplican ciertas comisiones. Dependiendo de la entidad y del bróker, serán mayores o menores.
En los fondos de inversión, se aplican las comisiones de gestión, de depositaria, de éxito y, en ocasiones, también de suscripción y de reembolso. En las acciones, en cambio, los brókers aplican comisiones de compraventa, de custodia y de corretaje, fundamentalmente.
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En definitiva, invertir en fondos de inversión y acciones tienen sus pros y sus contras, ya que cada uno de ellos tienen sus particularidades. Es importante considerar cuidadosamente los objetivos de inversión, el perfil de riesgo y el plazo antes de decidir sobre una opción u otra. Cada inversor es único y lo que funciona para una persona puede no ser adecuado para otra.
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