Una de las dudas más habituales de los inversores, especialmente entre los que están empezando, es en qué invertir. Y, entre ellos, los productos por excelencia son los fondos de inversión y las acciones.
A continuación, explicamos las ventajas e inconvenientes de cada opción y cuál es la mejor alternativa según el tipo de inversor que seas.
Ventajas y desventajas de los fondos de inversión
Los fondos de inversión son instrumentos que aglutina el capital de un gran número de partícipes. Así, pueden invertir en un conjunto de activos, dependiendo de la estrategia de gestión del fondo.
Su principal ventaja frente a las acciones es, precisamente, esta: que el patrimonio del fondo está compuesto por una gran variedad de activos diferentes. Si es un fondo de renta variable, invertirá en acciones de empresas, mientras que, si es de renta fija, la mayoría de su patrimonio estará invertido en bonos y otros valores de renta fija.
En realidad, lo normal es que su composición contenga instrumentos tanto de renta fija como de renta variable. De esta manera, los fondos de inversión son instrumentos diversificados, dependiendo de la estrategia de inversión y del perfil de riesgo establecido en sus estatutos.
Pero es que, además, los fondos de inversión son instrumentos que tienen un tratamiento fiscal diferente y favorable frente a las acciones. Por dos motivos:
- Por un lado, porque no tienes que tributar hasta que no vendas las participaciones del fondo, y solo si has obtenido ganancias. Así puedes aprovechar todo el potencial del diferimiento fiscal.
- Por otro lado, porque los traspasos entre fondos de inversión están exentos de tributación. Es decir, puedes vender tus participaciones en un fondo y comprar las participaciones en otro sin pasar por Hacienda, mediante un mecanismo conocido como traspaso.
- Además, existen fondos de acumulación que reinvierten los dividendos de las acciones que lo componen sin pagar impuestos.
Sin embargo, la principal desventaja de los fondos de inversión es que no se puede invertir en ellos en tiempo real, ya que no son activos que cotizan en bolsa. Es decir, un inversor compra al valor liquidativo del día en el que se emite la orden, que se actualiza diariamente.
Asimismo, el coste de algunos fondos de inversión puede ser superior al de otros instrumentos. No obstante, los fondos indexados han reducido las comisiones de este producto, especialmente la comisión de gestión, que al fin y al cabo es la que se aplica de manera generalizada en todos los fondos.
Ventajas y desventajas de las acciones
Las acciones son partes alícuotas del capital social de una empresa. Al invertir en ellas, te conviertes en propietario de la empresa en proporción al capital invertido. Así, tu rentabilidad dependerá de la evolución de la empresa o empresas en la que hayas invertido.
Las acciones cotizan en bolsa, de manera que su evolución se puede conocer en tiempo real en cualquier sesión del mercado. Los inversores pueden emitir sus órdenes de compra o venta en esa sesión. Esto, precisamente, permite que las acciones puedan comprarse en tiempo real, al precio en el que se emite la orden, o poniendo órdenes condicionadas. Además, se pueden poner otras órdenes como stop loss o take profit, que permiten limitar los beneficios o las pérdidas.
Además, el coste de las acciones suele ser más reducido. En los últimos años, se invierte a través de plataformas online cuyos costes suelen ser reducidos, aunque existen una serie de comisiones que van implícitas en todas las inversiones, además de otras que aplica el propio bróker.
No obstante, las acciones tienen en su contra que no están diversificadas, ya que únicamente inviertes en una empresa. Para replicar el comportamiento de un fondo determinado, tendrías que comprar todas esas acciones y en su misma proporción, lo cual es inviable para un pequeño inversor.
El tratamiento fiscal de las acciones es diferente al de los fondos de inversión, ya que pagas en el momento que vendes si has conseguido ganancias con la inversión, y si quieres comprar otra acción, tendrás que pagar a Hacienda, puesto que no existe el concepto de traspaso de los fondos. Además, en caso de que la acción distribuya dividendos, tendrás que pagar a Hacienda por los rendimientos del capital mobiliario obtenidos.
Entonces, ¿en qué invertir? ¿Fondo de inversión o acciones?
No existe una respuesta única a esta pregunta, ya que la estrategia de inversión depende de cada persona. Sin embargo, a no ser que seas un inversor experimentado, es más recomendable que comiences con los fondos de inversión.
El motivo es que son instrumentos que están suficientemente diversificados con bajas aportaciones. Además, están pensados para la inversión a largo plazo a través de aportaciones periódicas.
Además, si inviertes a través de fondos indexados, podrás hacerlo también con bajos costes, mucho más reducidos que otros instrumentos similares. Con inbestMe Fondos Indexados podrás invertir a partir de 1.000 €, y elaborar una cartera diseñada para alcanzar su mejor rendimiento en el largo plazo.
