Si quieres invertir asumiendo un riesgo adecuado a tu perfil inversor y obtener una buena rentabilidad por tus ahorros, más vale que conozcas cuáles son los errores más comunes de inversión.
Anteriormente ya hemos hablado de Por qué, en general, fracasamos como inversores, esta vez queremos crear una lista de los errores más comunes a la hora de invertir. Aunque la lista de equivocaciones del inversor novato es enorme, hemos seleccionado cinco errores importantes y de gran impacto. Por supuesto, también te explicamos qué debes hacer para evitarlos.
5 errores comunes de inversión que debes evitar al invertir
1. Confiar al cien por cien en el buen hacer de un gestor activo
La mayoría de la gente confía sus inversiones a un gestor profesional activo. En teoría, esa persona debe ser capaz de seleccionar las mejores empresas en las que invertir en función de la aversión al riesgo y de los objetivos financieros de su cliente.
Sin embargo, el resultado es que la gran mayoría de gestores activos obtienen peor rendimiento a largo plazo que el mercado.
Confiar en un gestor de inversiones no tiene por qué ser algo malo, pero la estadística está del lado del mercado. ¿Quieres confiarle tu inversión a alguien? Entonces ponte en manos de un índice global que marque la temperatura del mercado mundial.
2. Soportar costes elevados
Imagina que inviertes 50.000 euros en dos productos financieros diferentes, uno con unos costes totales del 3,2% y otro del 0,8%. En el primer caso pagarías 1.600 € al año en comisiones, mientras que en el segundo solo pagarías 400 €.
Si ambos productos hubiesen obtenido una rentabilidad del 3,5% anual, en el primer caso habrías ganado 150 € y en el segundo 1.350 €. La diferencia es injustificable, ¿no te parece?
Cuando se trata de fondos de inversión, estos costes se descuentan del valor liquidativo del propio fondo, por lo que pasan desapercibidos para la mayoría de los inversores. Sin embargo, su impacto a largo plazo sobre la rentabilidad neta es enorme.
¿Nuestro consejo? No le pagues la fiesta a nadie y elige solo inversiones de muy bajo coste.
3. Querer ganar dinero rápido
Es imposible saber cómo va a comportarse una acción o un mercado a corto plazo. Nadie puede saberlo. A pesar de esto, la mayoría de la gente que se acerca al mundo de la bolsa por primera vez, lo hace pensando en ganar dinero rápido y fácil. Yo a eso lo llamo especular, y es otro de los errores más comunes de inversión.
Si quieres invertir, y no especular, debes hacerlo a largo plazo. Es la mejor forma de no complicarte la vida y de ver tu dinero crecer. Además, no olvides que el tiempo es el mayor aliado del interés compuesto.
4. Querer estar al día de la actualidad financiera
Muchos inversores viven pegados a las noticias financieras y a internet para intentar saber qué pasa en los mercados en todo momento y así tratar de averiguar qué día es el mejor para comprar o vender tal acción o en tal sector.
En nuestra opinión, este desgaste psicológico es completamente innecesario. La sobredosis informativa tiene repercusiones sobre las emociones y conduce a decisiones de inversión errónea. Para evitarlo, lo mejor es tener un plan de inversión a largo plazo, lo que nos lleva al último de los errores más comunes de inversión.
5. No tener un plan de inversión
Al igual que a nadie se le ocurriría construir una casa sin unos planos, tampoco es buena idea invertir si no tienes un plan de inversión, es decir, una hoja de ruta que te ayude a conseguir tus objetivos financieros.
No es necesario que sea una planificación compleja. Un plan sencillo y perfectamente válido podría ser el siguiente: aportar 400 € al mes a una cartera de fondos indexados (con el objetivo de ahorrar para la universidad de los niños) y 3.000 € al año a una cartera de planes de pensiones (pensando en nuestro retiro laboral).
Independientemente de la marcha económica, debemos ceñirnos al plan de inversión establecido que, como está orientado al largo plazo, no se verá afectado a largo plazo por crisis ni malas rachas.
Ahora que ya conoces cuáles son los errores más comunes de los inversores, ¡no los cometas!
