Los pequeños inversores comprenden cada vez más las ventajas de la inversión en fondos cotizados o ETFs (Exchange Traded Funds) en España y, por ese motivo, su crecimiento en las últimas décadas ha sido tan destacable.
El objetivo básico de un ETF es replicar los movimientos de un índice, ya sea de renta variable, renta fija, divisas, materias primas, geográficos… La diferencia entre uno de estos fondos cotizados y un fondo tradicional, es que actúan como una acción, pudiendo comprarse y venderse durante el horario de mercado habitual.
¿Por qué invertir en ETFs en España?
Te damos algunas razones por las que invertir en ETFs en España es una buena idea:
1. Accesibilidad
Al funcionar como cualquier otra acción, no es necesario partir de un gran patrimonio para invertir en un fondo cotizado, por lo que es una inversión al alcance de muchos inversores que no pueden acceder a fondos tradicionales.
Además, con el auge de la banca online y aplicaciones especializadas, la compra y venta de este tipo de activos es cada día más sencilla.
2. Menos costes
Uno de los mayores beneficios de invertir en ETFs y fondos indexados es el de disfrutar de las comisiones más bajas del mercado. A diferencia de los fondos de gestión activa, las comisiones de una inversión en un fondo cotizado pueden llegar a ser de hasta 3 veces menores que en las de los tradicionales.
Sin embargo, a esta cifra se le deben sumar los costes de compra-venta, que no desaparecen, aunque suponen un gran inconveniente y seguirán siendo más baratos que los fondos tradicionales.
3. Liquidez
Siempre es recomendable pensar en inversiones a largo plazo, sin embargo, una de las principales ventajas de los fondos cotizados es la posibilidad de liquidar en tiempo real, es decir, a cualquier hora del día mientras el mercado esté abierto.
4. Transparencia
Cuando decides invertir en un ETF, puedes conocer exactamente qué valores comprende y dónde estás invirtiendo. Este es un punto a destacar, ya que normalmente, en los fondos de inversión tradicionales tan solo se conocen estos detalles de manera trimestral.
5. Diversificación
El objetivo de cualquier inversor es tener una cartera bien diversificada, pero conseguirlo puede acarrear algún que otro dolor de cabeza. Por eso, un ETF es una buena alternativa para conseguir tener acciones de distintos sectores y tamaños, de una manera sencilla y transparente.
Al invertir en un fondo que replica al S&P 500, se adquiere una cartera con un riesgo más diversificado que si se recurre al stock picking.
Otro punto a favor de los ETFs en España es que no solo replican índices de acciones, sino de muchos otros sectores, por lo que la diversificación y la variedad de opciones es infinita.
Conclusión de los ETFs en España
La inversión en el sector de los fondos de gestión pasiva o indexada, que incluye a los ETFs, se ha más que duplicado en los últimos años. Y, si bien es cierto que Estados Unidos nos lleva la delantera, ya en 2019 la inversión en este tipo de activos representaba el 7% del total de las inversiones en Europa. Todo apunta a que la inversión en estos fondos seguirá subiendo cada vez más.
Sin embargo, no todo son ventajas. Uno de los inconvenientes de los ETF respecto a los fondos indexados, es la fiscalidad, ya que en el caso de los fondos cotizados, cada vez que se compra o vende, se debe tributar y pagar plusvalías, mientras que los fondos indexados nos permiten aprovechar mejor el efecto del interés compuesto e ir traspasando entre fondos sin tener que tributar.
En definitiva, los ETFs en España es una opción similar a un fondo indexado, pero escoger entre un fondo u otro dependerá del perfil del inversor y del tipo de cartera que se busque construir.
¿Cuál prefieres tú?
