5 conceptos técnicos que debes entender antes de invertir

Invertir bien es como hacer cualquier otra actividad en la vida: se basa en conocer algunos conceptos técnicos mínimos de inversión que nos ayuden a tomar mejores decisiones. Repasemos algunos de ellos para asegurarnos que los entendemos antes de lanzarnos a invertir.

Concepto 1: Rentabilidad

Seguramente el concepto de rentabilidad es el más conocido y necesita pocas explicaciones. Básicamente la rentabilidad consiste en dividir el importe obtenido por una inversión por el importe invertido inicialmente

Por ejemplo, si empezamos a invertir en el activo A a un precio de 100 y, al cabo de un tiempo, tiene un valor de 107, la fórmula para calcular su rentabilidad será 7/100 = 7%. Esta sería la rentabilidad acumulada de la inversión en el activo A. Además, a esta rentabilidad habría que descontarle los costes asociados al acceso a ese activo (si no lo hemos hecho en un paso anterior) y los impuestos.

La cosa se complica un poco más si añadimos el concepto tiempo.
Si esta rentabilidad la hemos obtenido en un año exacto, esta será la rentabilidad acumulada y la anual a la vez. Si la hemos obtenido en más de un año deberemos anualizar la cifra, es decir, obtener la Tasa Anual Equivalente (TAE) por ejemplo si la obtuvimos en dos años la TAE sería: (1+7%)^½-1= 3,44%. Si lo deseas puedes ampliar tus conocimientos sobre este concepto en el post ¿Qué es la TAE?.

Para obtener la rentabilidad de una cartera se aplican los mismos conceptos. Sin embargo, este cálculo se puede complicar en caso de que haya depósitos y retiradas en el periodo de análisis. Para estas situaciones habrá que calcular la rentabilidad ajustada por el tiempo.

[A nivel indicativo las rentabilidades esperadas de un perfil 10 para una cartera inbestMe Strategic (máximo riesgo) está en torno al 7,5% y la rentabilidad de un perfil medio en torno al 4,5%. Las rentabilidades históricas desde el 2015 (corregidas por el tiempo) están bastante en línea con la rentabilidad esperada (ver nota 1)*.]

Concepto 2: Costes

La rentabilidad es, por definición, un “bien escaso”. ¿Por qué? Porque no es fácil obtener altas rentabilidades por nuestros ahorros. Además de estar limitada, la rentabilidad es una cifra que difícilmente será regular y está normalmente (salvo que sea un depósito a tipo de interés fijo) sujeta a variabilidad (o volatilidad como veremos luego). Por ello es muy importante conocer qué costes estamos asumiendo.

Si estamos contratando una cartera de inversión es importante conocer sus costes totales. ¿Porqué? Por dos razones:

  • Debido a que la rentabilidad está limitada, cuanto menor sea el coste mayor será nuestra rentabilidad neta.
  • No podemos controlar la rentabilidad, pero sí que podemos controlar los costes y tratar de reducirlos al máximo.

Cuando invertimos, normalmente deberemos afrontar dos tipos de costes, los costes explícitos y los costes implícitos, aquellos que no se ven. Dentro de los costes explícitos se encuentran conceptos como la comisión de gestión, depositaría o custodia, costes de trading, costes de transferir dinero, costes de administración, etc. Pero también existen costes que nosotros no veremos descontados de nuestra cuenta, son los implícitos. Por ejemplo, los fondos de inversión tienen costes de gestión de administración, y otros, que en realidad no vemos ya que están descontados del valor liquidativo del fondo (lo que se denomina el TER). Por tal motivo es importante saber lo que realmente te cuesta un fondo de inversión y ver si tiene sentido pagar tanto por ello.

[A nivel indicativo las carteras inbestMe Strategic FI tienen unas comisiones  explícitas de gestión que varían del 0,25% al 0,45% (según el importe invertido) más un coste de custodia del 0,16%. Los costes implícitos de los fondos indexados que utilizamos están en una media del 0,17%. No hay otros costes por transferencia, trading, etc.]

Concepto 3: Riesgo y volatilidad

En la inversión existe una regla que normalmente se cumple: para obtener más rentabilidad debemos asumir más riesgo. Por tal motivo es importante saber cómo medir el riesgo de una cartera. En la industria financiera la medida más usada para medir el riesgo es la volatilidad, o sea, cuánto varían (desviación estándar) las rentabilidades diarias de una cartera o activo en relación con la media. La lógica es que si observamos mucha variabilidad/volatilidad esto nos dará más sensación de riesgo.

Sin embargo, es importante recalcar que estos comentarios son válidos en el corto plazo. Es decir, la volatilidad es riesgo sobretodo cuando invertimos dinero que vayamos a necesitar en el corto plazo. Hay quien opina que en el largo plazo la volatilidad no es un riesgo sino una oportunidad (por ejemplo, para comprar más barato).

Por otro lado, la sensación de riesgo dependerá del grado de seguimiento de nuestra cartera: cuanta más supervisión mayor sensación de riesgo podemos tener.

En todo caso, no es conveniente invertir el dinero que necesitamos en el corto plazo para evitar el riesgo que supone la volatilidad en periodos cortos de tiempo. Una forma de reducir la volatilidad es diversificando en activos descorrelacionados.

[Para que tengamos una idea, la volatilidad de los últimos 5 años del índice MSCI World supera el 15%. Con diversificación y aún estando expuestos con una cartera 100% renta variable (ejemplo de un perfil 10 inbestMe Strategic) se puede conseguir que está volatilidad baje en torno al 12%. Para una cartera más balanceada (ejemplo perfil 5 inbestMe Strategic) la volatilidad bajará a niveles del 7% o 8%. (Ver nota1)*.]

Concepto 4: Drawdown o caída desde máximos

Un concepto adicional que conviene conocer y que puede ser más indicador del riesgo es el “drawdown” o caída desde máximos. La caída desde máximos es el porcentaje de caída desde un pico hasta un mínimo. Podríamos definir este concepto como el más doloroso que un inversor puede experimentar ya que sería el peor de los casos: invierto en máximos y tengo la máxima caída.

Una cartera con más alta volatilidad también tendrá asociada una probabilidad de caída desde máximos más alta.

La caída máxima dentro de un período puede ser menor que la caída máxima posible. Si quieres profundizar más en estos temas te puede interesar entender el concepto del VAR y la probabilidad de un evento.

[Siguiendo con los ejemplos anteriores el MSCI World ha tenido una caída desde máximos máxima del -23% en los últimos 5 años. Con una cartera perfil 10 conseguimos bajarla al -21%, pero esta reducción es realmente más significativa en perfiles más balanceados (Perfil 5) donde se consigue bajar a un -13%. Si aún así un inversor considera que tener que pasar por estas caídas (aunque sea temporalmente) le va a provocar demasiada ansiedad debería optar por perfiles más prudentes (más bajos) donde las caídas máximas se reducen al 3%, 5% u 8% (para perfiles 0,1,2 respectivamente) (ver nota 1).*]

Concepto 5: Rentabilidad corregida por volatilidad

Un concepto un tanto más sofisticado es la rentabilidad corregida por la volatilidad. Esta métrica consiste simplemente en dividir la rentabilidad de una cartera, o de un activo, por su volatilidad (recordemos para la industria financiera medida del riesgo). Esta división nos da la unidad de rentabilidad por unidad de volatilidad.

Por desgracia, y como hemos ido viendo durante el transcurso de estas explicaciones, el porcentaje de rentabilidad de un activo es normalmente menor que la volatilidad de ese activo.

El concepto de “rentabilidad corregida por “riesgo”” es la simplificación de lo que se conoce como Ratio de Sharpe, métrica que tiene en cuenta el tipo de interés de los activos sin riesgo para hacer un cálculo aún más representativo.

El ratio de Sharpe, o su simplificación, son ratios orientados a medir la eficiencia de una cartera. Aun así se basa en la aceptación discutible que la volatilidad es una buena medida del riesgo. Existen otros ratios adicionales más complejos y que buscan una medición más afinada en una dirección u otra como el Sortino ratio, el Calmar ratio, u otros que no comentaremos aquí ya que se escapan del propósito de este post.

[Siguiendo con el ejemplo anterior la rentabilidad corregida por riesgo del MSCI World estaría en torno al 0,5. Con una cartera inbestMe perfil 10 conseguimos mejorar esta relación en el mismo periodo en torno al 0,6. Para perfiles más balanceados esta relación se acerca al 0,7 (ver nota 1).*]

Con estos conceptos técnicos mínimos de inversión podrás profundizar en muchos más para que te ayuden a tomar mejores decisiones en tus inversiones.

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*Nota 1: igual que rentabilidades pasadas no son garantías de rentabilidades futuras, todos los otros parámetros indicados son estadísticas de los activos o carteras mencionadas en el periodo indicado. Estas estadísticas pueden variar para periodos más cortos o más largos. Especialmente en periodos más cortos pueden estar influenciados por la volatilidad/variablidad de los mercados o circunstancias geopolíticas o macroeconómicas.

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