Si tienes contratado un fondo de inversión de gestión activa con tu banco de toda la vida, es posible que estés pagando entre un 2% y un 3% de comisiones. Esta cifra, que parece insignificante, tiene un impacto enorme sobre la rentabilidad final de tu inversión. Los fondos de inversión comercializados en España se encuentran entre los más caros del mundo.
Afortunadamente, gracias a la irrupción en el sector financiero de robo advisors como inbestMe, con unas comisiones hasta un 75% inferiores a las tradicionales, los costes de contratar un fondo de inversión se han reducido considerablemente. En este artículo te explicamos por qué las comisiones son más bajas cuando inviertes con robo advisors.
La razón principal por la que las comisiones de los robo advisors son tan bajas
Hay una razón por la cual las comisiones de estos gestores automatizados son tan bajas, y es porque invierten con una estrategia de gestión pasiva.
Los robo advisors invierten en carteras de fondos indexados y de ETFs, que son vehículos de inversión de muy bajo coste que replican a los principales índices bursátiles del planeta. Por ejemplo, un ETF que replique al índice global MSCI World estará formado por las mismas empresas (más de 1.600) y en la misma proporción que representan en el índice.
Frente a este estilo de inversión, un fondo gestionado de forma activa y comercializado por un banco, estará formado por las empresas que, en opinión de los gestores del fondo, son las mejores para invertir en cada momento. El objetivo de este tipo de fondos es batir a su mercado de referencia (que podría ser el propio MSCI World). Sin embargo, casi nunca lo consiguen (el 90% fracasa).
Independientemente de que a largo plazo 9 de cada 10 fondos de gestión activa logren peores resultados que los fondos de gestión pasiva, la gran diferencia entre ambos fondos radica en el “trabajo de campo” necesario para seleccionar los valores que forman la cartera de inversión.
Gestión pasiva con menos comisiones
En el caso del fondo de gestión pasiva, el esfuerzo del gestor se limita a replicar al índice de referencia: solo debe seleccionar las mismas empresas que forman este índice y en el mismo porcentaje. En la gestión activa, mientras tanto, el trabajo de los gestores es mucho más intenso: no se trata de replicar al mercado, sino de intentar batirlo tras analizar y seleccionar a las empresas que, en teoría, ofrecerán mejores resultados. Este esfuerzo extra hace que las comisiones sean más elevadas.
La pregunta que debe hacerse el pequeño inversor es: ¿merece la pena pagar comisiones mucho más elevadas por un fondo activo si, con una gran probabilidad, este fondo obtendrá peores resultados que otro fondo más barato gestionado de forma pasiva? La respuesta es NO.
Hay una segunda razón por la que las comisiones de los robo advisors son tan bajas y es porque estos gestores automatizados son independientes y no tienen conflictos de interés. Esto significa que pueden elegir los fondos que formarán sus carteras de forma libre entre los miles de fondos ofertados por las gestoras de todo el mundo, y ofrecer a sus clientes los que considera mejores.
Al no haber retrocesiones con las comisiones que las gestoras cobran a los clientes ni manos negras que deciden qué empresas cotizadas tendrán mayor participación en el fondo, el cliente gana porque puede invertir en productos financieros diseñados para obtener el mejor rendimiento posible (y no el máximo beneficio posible para la entidad que lo comercializa).
